Grand Magus: Wolf God

Los suecos Grand Magus nos presentan su nuevo trabajo, ‘Wolf God’, noveno LP de la banda desde que comenzaran su andadura en 1999, en el que hacen gala de su doom metal con toques stoner y ese aire vikingo que les caracteriza.

Si bien Grand Magus no es una banda que cuente con un apoyo multitudinario, tampoco es que sean unos desconocidos ya que en sus veinte años de carrera han recorrido los principales festivales y salas del mundo. La base rítmica creada por Fox Skinner al bajo y Ludwig Witt a la batería es muy rica y contundente, pero si algo destaca de la banda es la voz de JB Christoffersson, poderosa y profunda, que ha hecho que grandes artistas se fijen en él para sus proyectos, como por ejemplo Tobias Forge para Ghost.

En esta ocasión nos presentan su noveno álbum titulado ‘Wolf God’, un disco que no presenta grandes sorpresas respecto al sonido habitual de la banda: canciones de cadencia pesada, con voces profundas, temática vikinga y guitarreos stoner. En una primera escucha el disco puede resultar monótono y carente de chispa creativa, pero a medida que lo vamos escuchando descubrimos pequeños matices que dotan a cada canción de una personalidad única. Evidentemente a pesar de esos detalles no esperéis una montaña rusa de sonidos, el disco es doom hasta la médula.

Desde instrumentales a lo Conan hasta batucadas salvajes

El disco comienza con la instrumental “Gold And Glory”, una canción a base de instrumentos de cuerda con un toque medieval y que podría pertenecer perfectamente a la banda sonora de una película tipo Conan o una serie como Vikings. Tras esta intro tenemos la canción que da nombre al disco y que ha sido presentada como primer single, ‘Wolf God’, un tema marca de la casa, donde están presentes todos los rasgos característicos de la banda, pero que aun así no ha terminado de engancharme, tal vez por eso, porque no aporta nada nuevo.

“A Hall Clad In Gold” comienza a golpe de batería y bajo, con un ritmo más rápido que su antecesora, sonando como el principio de una canción de Motörhead, hasta que arranca la voz y la canción pierda esa fuerza con la que arrancó y se convierte en algo monótono y carente de chispa. Una de las canciones que menos me han gustado, solo salvada por los solos de guitarra.

“Brother Of The Storm” tiene un comienzo muy doom, de ritmo lento y pesado, y no pasaría de ser una canción más si no fuera por los gritos de su estribillo, por la calidad vocal de sus estrofas y por esos momentos de voz y batería que la hacen a uno menear la cabeza de forma hipnótica. Canción con muchos cambios de ritmo y momentos diferentes que la convierten en una de las más interesantes del disco.

“Dawn Of Fire” me hace imaginarme siempre un barco vikingo, no solo por los sonidos acuáticos con los que comienza la canción, sino por la batería atronadora que parece estar marcando el ritmo de unos remeros. Una gran canción que puede sonar genial en los directos, sobre todo la batucada que se marcan al final de la canción.

Del doom al metal más clásico

“Spear Thrower” es la canción más corta del disco, si descontamos la instrumental inicial, con solo 2:55 de duración. Una canción con mucha influencia del heavy metal clásico, más rápida que el resto del disco, y que sirve para meter un poco de caña a un disco que estaba quedando flojo. “To Live And Die In Solitude” vuelve a comenzar a un ritmo rápido, siendo éste el que predomina en casi toda la canción, bajando revoluciones en los estribillos sonando estos más doom y donde la voz gana protagonismo.

Encadenada a “To Live And Die In Solitude” tenemos “Glory To The Brave”, que comienza con una intro de bajo y batería con un toque psicodélico. Canción bastante lenta y monótona, que sumado a sus cinco minutos de duración hace que se haga un poco pesada. El estribillo es pegadizo y la parte instrumental del centro de la canción suena totalmente como Black Sabbath. “He Sent Them All To Hell” es otro de esos temas que seguro que van a triunfar en directo, con un estribillo potente y que seguro que la gente va a gritar a pleno pulmón. Un tema cañero que funciona muy bien.

“Untamed” es la canción con la que cierran el disco, canción que comienza muy metalera, con aires a Black Sabbath y riffs que me recuerdan a Judas Priest en ciertos momentos, pero que baja mucho el ritmo en las partes cantadas. Aun así, el estribillo es toda una demostración vocal por parte de JB, con esa voz profunda y aguda tan característica. Y de esta manera termina el nuevo trabajo de Grand Magus, un disco con una duración que no llega ni a los 40 minutos, aunque tampoco es que se haga especialmente corto.

Creo que no es un gran disco y del que salvo un par de temas el resto caerán en el olvido en poco tiempo. Aun así, si eres fan del grupo o del estilo, merece la pena dedicarle un par de escuchas ya que tiene cosas cautivadoras este disco, como las voces de JB o algunos momentos instrumentales, sobre todo cuando la batería gana peso.