Gotthard: #13

Tres años después de su fantástico ‘Silver’, la banda suiza sigue adelante con otra colección de canciones de hard rock de primera.

Siempre se va a echar en falta la voz de Steve Lee y nunca se olvidará su legado en Gotthard. Es un hecho real y lógico. Pero los de Lugano siguen adelante con su carrera y su decimotercero trabajo de estudio es el fiel testimonio de su devoción por la creación de buenas canciones. Es el objetivo de cualquier banda del género y en este cuarto trabajo con el cantante Nic Maeder en su filas siguen por esa senda. Es más, supersticiones aparte, no es desproporcionado afirmar que es el mejor disco desde la entrada del vocalista australiano.

Gancho desde la primera canción

Ni ‘Firebirth’, ni ‘Bang!’ y ni mucho menos ‘Silver’ eran discos que había que dejar de pasar, pero simplemente con el comienzo de «Bad News» se nota que Gotthard está en un estado de forma envidiable. Es amor a primera vista, y ya se echaba en falta un inicio tan rompedor. Lo mismo ocurre con «Every Time I Die», con unas de las guitarras de Leo Leoni más afiladas de todo el redondo y con unas melodías de Maeder ejecutadas a la perfección. Con estos dos cañonazos no podían empezar de mejor forma.

Pero los suizos no han querido dejar nada al azar, y con «Missteria» siguen en su salsa. Mezclan con maestría su estilo propio con ese deje británico al estilo Def Leppard en un marco de música oriental en la búsqueda de un ritmo diferente y pegadizo de la escuela «Lift U Up» – aunque no con tanto acierto-. Que haya sido elegido single de este trabajo no es fruto de la casualidad. Su buena racha sigue con “10.000 Faces”, un medio tiempo marcado y exageradamente rockero que convence a la primera. Rompen el molde con una versión del conocido «S.O.S.» de ABBA, en la que se ralentiza un poco su tempo original para acentuar las guitarras. Las versiones no ha sido un rara avis para Gotthard –  «Hush», “Come Together” o “The Mighty Quinn” – pero curiosamente es la primera que registran con Maeder a la voz.

La melodía como protagonista

El trato de la melodía es exquisito en todo este trabajo y en “Another Last Time» la adornan con un toque bluesy muy clásico arropado por grandes coros. A pesar de la delicadeza melódica, vuelven al rock directo con el medio tiempo “Better Than Love” que supura energía por los cuatro costados.  «Save The Date» es otro retorno a su faceta más evocadora y cercana al A.O.R., pero la apuesta es ganadora antes de ejecutar la balada acústica «Marry You». No es las mejores que han compuesto los suizos, pero se deja escuchar de buenas ganas.

En esta ocasión Gotthard ha mantenido el nivel de principio a fin, y en el tramo final siguen ofreciendo temas categóricos. “Man On A Mission” va de la mano de la citada “Another Last Time” con esos tintes propios del blues rock que tan bien le sienta a sus composiciones, y en «No Time To Cry» y el tema de cierre “Rescue Me” introducen ese toque épico y setentero que también forma parte de su baraja. La balada de notable alto es “I Can Say I’m Sorry”, que con ese deje a Queen es imposible no dejarse seducir. Grabar un disco de hard rock sin temas de relleno parece una empresa fácil al alcance de la mano, pero si fuera así Gotthard no sobresaldría del resto del gran montante. Que más de 25 años después sigan manteniendo el interés de sus seguidores con cada nuevo álbum, es una gran noticia.