Rhapsody Of Fire: Glory For Salvation

Con una renovada formación, los comandados por Alex Starapoli vuelven a la carga con un álbum que contiene todas las señas de identidad que hicieron de Rhapsody/Rhapsody Of Fire una de las instituciones más importantes en lo que metal melódico refiere.

No es fácil hacerse con un nombre en el panorama musical y posteriormente ser obligado a modificarlo por temas contractuales, tampoco lo es que tu letrista y compositor se marche y un par de años después también lo haga el vocalista clásico, todo lo anterior le ocurrió al buen Alex Starapoli en algo así como 15 años, y sin embargo, pese a lo exiguo que parece ser la producción de Rhapsody Of Fire posterior a la incisión de aquellos dos inolvidables engranajes de la maquinaria italiana, lo cierto es que el teclista no claudicó en ningún momento sobre su visión y prueba de ello es que hoy en 2021, estamos ante ‘Glory For Salvation’, decimotercer álbum de unas de las agrupaciones fundamentales para comprender el metal Europeo de décadas de los 90s.

Y si bien estos Rhapsody Of Fire, no son los mismos Rhapsody (a secas) que parieron obras descomunales como ‘Dawn Of Victory’ o ‘Symphony Of Enchanted Lands’, hay elementos que pertenecen al ADN más puro del conjunto, uno de ellos es el de contar historias más o menos interconectadas a través de un relato unitario que en perspectiva y juntando varios discos cronológicamente concatenados, constituyen una saga, ‘Glory For Salvation’ no escapa de ello, siendo el segundo episodio de la bautizada “Saga del Imperio Nephilim”, continuación temática de lo iniciado en ‘The Eighth Mountain’ del año 2019.

La rapsodia es la misma

“Son Of Vengeance” abre los fuegos con una pomposa a la par de cinematográfica introducción a cargo de Starapoli, halo musical que se desquebraja cuando la voz del excelente Giacomo Voli irrumpe junto a unos coros operísticos marca de la casa, el ritmo que acompaña la canción puede parecer algo marchoso y falto de velocidad, pero da juego al lucimiento absoluto del rizado interprete, siendo la preponderancia de la línea vocal, un elemento presente durante los 65 minutos de música que componen el plástico.

El riff que da inicio a “The Kingdome Of Ice” nos devuelve al vértigo de los viejos y queridos tiempos, idea sonora que eclosiona cuando llegamos al coro, una delicia para los viudos del power metal más edulcorado, por su parte el tema que da título al álbum nos muestra las tesituras operísticas siempre presentes en este estilo , el trabajo de Voli -en esta ocasión en un registro levemente más agudo- es sobresaliente, complementándose sin problemas con las voces grandilocuentes y sinfónicas, otra buena muestra del sonido de esta encarnación de los Rhapsody de Starapoli, una dirección orientada hacia los terrenos más sinfónicos desde lo estrictamente musical y menos ligado al mero lucimiento técnico.

Una breve y comedida narración que de haber estado vivo habría caído en manos del inmenso Christopher Lee  llamada “Eternal Snow” sirve como introducción para la “Terial The Hawk”, uno de los sencillos con los que se promocionó el álbum previo a su publicación, una tonada con un gancho bastante folk que le entrega al corte un color optimista y alegre, un single en toda regla, por su parte “Maid Of The Secret Island” es un track mucho más endurecido pero no por eso pierde el gusto por la melodía, que en su inicio nos presenta esa dualidad guitarra-teclado que los Italianos supieron hacer parte de su identidad en décadas pasadas, sin lugar a dudas una de las más inspiradas canciones de todo el álbum y que además, es capaz de dialogar con los años de gloria de la banda sin sentirse una necesidad autoimpuesta.

“Abyss Of Pain II” -continuación de la canción que abría el álbum anterior- tiene uno de los riffs más afilados en toda la historia de Rhapsody/Rhapsody Of Fire, a la par, la interpretación vocal de Voli es visceral y con mucha garra, siendo quizás la canción donde mejor podemos apreciar su amplio registro, yendo y viniendo desde las tesituras más agudas hasta las más rabiosas, en lo estrictamente musical, es un medio tiempo sumamente conseguido donde el riff inicial articula los cambios de dirección musical en sus más de 10 minutos de duración, pura épica.

Quizás ante la grandilocuencia y buen hacer del track anterior, es que tanto “Infinitae Gloriae” y “Magic Signs” no parezcan ser cortes especialmente inspirados, siendo el primero, la clásica tonada encasillada en los manidos arquetipos del power metal europeo, pero sin una melodía demasiado conseguida y la segunda una balada sin mayores aspiraciones, que en este estilo en particular hemos escuchado en demasiadas ocasiones.

Por suerte para el álbum, irrumpe “I’II Be Your Hero”, que recupera la mejor faceta del conjunto, es decir, la más acelerada y pegadiza, nuevamente un tema con un especial halo optimista que con un coro bastante llamativo esta llamada a ser uno de los buenos momentos llevados al directo.

Y si de canciones rápidas y por tanto 100 % Rhapsody Of Fire, “Chains Of Destiny” es quizás la que más bebe su catalogo clásico, corte acelerado, melódico, y con una carga épica que fácilmente nos puede hacer recordar la época de Turilli y Lione, quienes tengan reticencia a esta nueva formación, podrán saciar su sed de nostalgia por los tiempos legendarios con esta canción, futuro clásico de la discografía de los épicos italianos.

Hacia el final del álbum, nos encontramos con “Un’Ode Per L’Eroe” y “La Esencia de un Héroe”, mismo track, pero interpretado en italiano y español respectivamente, que, ante todo, se siente un epilogo del viaje transitado hasta este momento, momento calmo y reposado, con un lindo dibujo vocal en su estructura de puente y coro.

Power metal marca de la casa

Si “The Eighth Mountain” ya había sido el primer aviso de vida posterior a la partida de Fabio, “Glory For Salvation” es la confirmación que, a nivel creativo, la apuesta de Starapoli cumple fehacientemente su cometido, puesto que estamos ante un álbum de puro Power Metal con todos los aditamentos y vicios del estilo, lo que probablemente no atraiga a nuevos fanáticos, pero perfectamente puede reconciliar a aquellos que por capricho decidieron dejarlos atrás, Starapoli fue miembro fundamental en aquella formación que redefinió el metal en una época obscura del estilo, y en él vive todavía parte de la esencia de Rhapsody que los llevó al sitial de relevancia del que nunca dejarán de ser parte.