Ghøstkid: Ghøstkid

Un nuevo proyecto se estrena este año bajo el nombre de Ghøstkid. Al mando de éste se encuentra Sebastian “Sushi” Biesler, conocido por haber sido cantante en el grupo de metalcore/electrocore Eskimo Callboy hasta febrero de este año.

El cantante y compositor reveló en una entrevista con The Metal Circus que este proyecto en solitario llevaba ya un tiempo rondando su cabeza. Sentía que ya no era tan feliz con la música que estaba haciendo, de modo que unos meses después de abandonar la banda saca a la luz su primer disco junto a Century Media Records.

Se trata de un proyecto personal, donde Sushi compuso todos los temas en por cuenta propia. Sin embargo, cuenta con tres músicos que le ayudarán a dar vida a GHØSTKID en directo: le acompañan Steve Joakim a la batería, Danni Güldener a la guitarra y Stanislaw Czywil al bajo. Pero no son los únicos que le acompañan, puesto que este trabajo cuenta con invitados especiales de la talla de Marcus Bischoff de Heaven Shall Burn o Mille Petrozza de Kreator.

A pesar de ser un debut, el sonido será familiar para algunos. Se nota una fuerte influencia de los Bring Me The Horizon de los últimos cuatro discos, sobre todo en esa manera de mezclar metalcore con electrónica que tan característica es de su último trabajo ‘Post Human: Survival Horror’. También se siente la esencia de Fever 333, Marilyn Manson e incluso algo de Korn. Ghøstkid presenta un trabajo con once temas cuya fórmula está basada en el metalcore, trap, electrónica y unas pizcas de hip-hop. Suena moderno e interesante, sin ser tampoco una revelación musical.

Un buen punto de partida

El disco arranca con “FØØL” y su atmósfera industrial con ciertos aires a la época salvaje de Marilyn Manson junto a un estribillo metalcore puro, donde reina la melodía en medio de los screams de las demás líneas.

Un buen comienzo en el que ya se palpa una buena calidad tanto en producción. Lo cierto es que es un tipo de música pegadiza y fácil de escuchar para quienes gusten del metal moderno y no sean demasiado exigentes, queriendo esto decir que se trata de música pegadiza en cuanto a ritmos y melodías, amena de escuchar y ya está. No necesita más.

“START A FIGHT”, el primer single de este proyecto que también tuvo su correspondiente videoclip, coquetea con el trap y el pop mezclados con metalcore de toda la vida. La energía que transmite es alta, incluso hace a uno soñar con el momento en que vuelvan a ser posibles los conciertos para saltar y disfrutarla en directo. Tiene un cierto toque a “Obey” de Bring Me The Horizon en las estrofas o incluyo a Fever 333. Al fin y al cabo, GHØSTKID siguen el mismo estilo actualmente y es algo que todavía es reciente.

“SHARKS” apacigua un poco el ambiente y en ella podemos apreciar mejor la voz limpia de Sushi sin tanto “ruido” alrededor. También destacan la batería y los samples, sin ser nada excepcional, hacen el acompañamiento perfecto para un tema liderado por la voz melódica. “SRTY” trae de vuelva los screams  y el tono de guitarra grave y crujiente, y además es un tema muy en la onda de la moda emo de hace años al estilo Motionless In White. Algo que parece volver a resurgir en estos años.

Se manejan con la electrónica hábilmente y de diferentes maneras, prueba de ello es “THIS IS NØT HØLLYWØØD” cuya primera parte es básicamente trap oscuro que tan popular es ahora mismo de la mano de artistas como Ghostemane. En ella colabora Timi Hendrix, el rapero cofundador de Trailerpark y anteriormente perteneciente a Pimpulsiv, quien aporta un toque más ”callejero” a la canción. Pero ésta tiene dos versiones. Una es esta en la que aparece Timi, y en la otra cuentan con Johnny 3 Tears de la banda Hollywood Undead. Aún siendo la misma canción, tiene mucha más vida debido al entusiasmo y fuerza que aporta Johnny.

Poca originalidad pero buena ejecución

Cantar medio susurrando es una fórmula muy recurrente, como al comienzo de “YØU & I” aunque rápidamente vuelve a la línea general del disco. Podría ser perfectamente una canción del último trabajo de  Bring Me The Horizon, el problema es que son otra banda. Llegados a este punto del disco, no hay mucho más que destacar porque básicamente es más de lo mismo que se puede escuchar hasta ahora en el álbum.

La atención vuelve en el momento en que comienza “SUPERNØVA” de forma tan abrupta, y es que es uno de los temas más cañeros del álbum, que además cuenta con otra colaboración estelar: Marcus Bischoff de Heaven Shall Burn. Sin duda alguna es el mejor punto de toda la tracklist junto al comienzo, pero un momento, que todavía quedan sorpresas.

¿Alguien alguna vez se imaginó a Mille Petrozza (Kreator) colaborando en un tema de electrónica/metalcore? Pues aquí está “CRØWN” para mostrar tal combinación. Es una canción llena de contrastes y, por supuesto, las partes correspondientes a Petrozza son pura rabia y agresividad. En contraposición al sonido de GHØSTKID, al que ya se le pilla el punto a estas alturas. Lo cierto es que resulta curioso y se agradece escuchar un tema que tenga algo identificable.

La última etapa comienza con “CØLD WØRLD”, que es pura calma. Lo más cercano a una baladita que se podría esperar de GHØSTKID, con su piano y todo. Es un tema bonito y emocional, donde una vez más reluce el registro vocal de Sushi esta vez en forma de voz rasgada. No se puede decir que no ha sido variado a lo largo del disco en cuanto a técnica a la hora de cantar.

Absolutamente todo lo contrario que “ZERØ”, que tiene un sonido bastante potente como el que se podía apreciar al comienzo del álbum. Es de estas canciones que te hacen visualizar estar en medio de un montón de gente dejándote la garganta y el cuerpo entero mientras liberas toda la adrenalina acumulada.