Con letras contingentes y otras más mundanas, 8 Kalacas han parido una obra que, a golpe de una interesante mezcla de guitarras y sonidos de viento, logra capturar la esencia de un conjunto que busca asentar su propuesta en el escenario del rock duro de tiempos actuales.

Desde el nombre del conjunto; 8 Kalacas (que en jerga mexicana kalaca significa calavera), pasando por sus letras más comprometidas socialmente (inmigración, racismo, clasismo) y llegando hasta la expresión más puramente musical ligada a su entremezcla de guitarras pesadas y trombón/trompeta, la experiencia que proponen los formados en Orange County esta muy ligada a sus más que evidentes raíces latinas, y más específicamente mexicanas.

Es por eso que, ‘Fronteras’ si bien no es un disco temático acerca de las atribuladas consecuencias de la tensión entre los limites de México y Estados Unidos, existe una fuerza coercitiva que como un todo le da un carácter al álbum.

Lo anteriormente planteado no quiere decir que aquello este ligado durante toda la extensión del álbum al ámbito contestatario -lo cual de todas maneras esta presente- sino más bien a un espíritu que acompaña de una u otra manera a los 12 tracks que componen el plástico. Aún cuando este se adentra en sonidos más radiales en detrimento de los riffs más viscerales y afilados, lo cual también le da variedad a la propuesta y aprovecha a su vez las oportunidades que le otorga el darle protagonismo a los sonidos de viento.

Fronteras sonoras con sabor latino

“Frontera” da la bienvenida al álbum sacándole todo el provecho posible a la simbiosis entre guitarreo estridente y sonidos de viento, mezcla que también se funde en la dualidad de voces que se dan espacio en uno de los cortes mejor conseguidos y que en su momento, fue uno de los singles previos a la salida del disco, razones no le faltan, puesto que resume con habilidad la propuesta de los californianos tanto en lo musical como también en las ideas y fundamentos líricos que persigue el conjunto en esta clase de cortes más sociales

Siguiendo ciertos puntos sonoros en concordancia, “Pudrete” es otra canción directa y que ataca la vena la ska en cuanto las influencias del conjunto, por su parte “Mutante” tiene un riff más estrictamente metalero y que es acompañado por la dualidad de voces pero esta vez en una clave más oscura llegando incluso a tesituras guturales, por supuesto, los vientos siguen estando presentes, pero ceden el espacio a un riff violento que articula la columna vertebral del track.

“Esquizofrenia” tiene ideas muy interesantes desde el plano musical puesto que ofrece unos dibujos de guitarra que apuntan hacia terrenos que hasta el momento se habían mantenido ajenos a las ideas de la banda aunque no termina ahondando en ellos lo cual supone una pequeña decepción, más considerando que tanto estrofa como coro no ofrecen algo particularmente inspirado y se siente ligeramente repetitivo. No se trata de ninguna manera de un mal tema, pero su comienzo apuntaba hacia directrices más experimentales.

Continúa “R2rito”, una canción agresiva pero que tampoco desoye la oportunidad de centrarse en los arreglos de trombón y trompeta. Por su parte, las estrofas aprovechan al máximo las dos voces con las que cuentan dando así una canción variada y entretenida. “Labios Negros” se percibe más reposada y aun teniendo vena ska en las estrofas y rockera en el puente, es un corte edulcorado desde la lírica amorosa hasta la sonoridad mucho más radiable y amigable. “Luna” sigue esa estela en cuanto letras, pero en lo musical se mantiene en los fundamentos del ska más arquetípico en otro corte donde se saca el pie del acelerador.

La percusión en el inicio de “Garras” le da un ambiente tribal y misterioso al corte que acompañado del riff brutal que acompaña la canción. Conforma uno de los momentos más puramente metaleros de todo el larga duración con los instrumentos de viento al servicio de servir al halo maligno que adorna el track en toda su extensión. Dicha oscuridad se corta de golpe tanto en “Luz y Fer” como en “Gato”, dos cortes que se sitúan musicalmente en los terrenos del ska y donde tanto trombón como trompeta son quienes guían la sonoridad del conjunto.

Al final del álbum se encuentra con “Flatline”, una sentida introducción de piano, chello y teclado que sirve como momento de calma previa a “1941”, track que se adentra líricamente en la invasión Alemana a Rusia durante la Segunda Guerra Mundial y que contiene tanto momentos puramente ligados al rock duro así como también otros de absoluto dominio de los vientos. Posiblemente aunque sea el corte donde menos se sienta la herencia cultural latina, es también uno donde mejor se complementan los dos universos sonoros que convergen en el universo 8 Kalacas, sin lugar a dudas, una enorme forma de dar fin al disco.

Satisfactoria simbiosis

Posiblemente a los más puristas del metal / hardcore la mezcla entre este tipo de sonidos más extremos y una trompeta pueda suponer una barrera con la que se resten de lo propuesto por 8 Kalacas, los más abiertos estarán más que satisfechos ante lo realizado por los Californianos, puesto que si bien se sienten por momentos que algunos cortes están mucho más trabajados que otros, lo cierto es que la mixtura de la propuesta logra cuajar sin sentirse forzada ni tampoco desencajada ni fuera de lugar.

Paulo Maureira

Grupo:8 Kalacas

Discográfica:Atomic Fire Records

Puntuación:7

Canciones:

  1. Frontera
  2. Pudrete
  3. Mutante
  4. Esquizofrenia
  5. R2rito
  6. Labios Negros
  7. Luna
  8. Garras
  9. Luz Y Fer
  10. Gato
  11. Flatline
  12. 1941

Año:2022-03-25