Feuerschwanz: Memento Mori

La historia parece un cliché que vende fácil: un adolescente de 16 años llamado Peter Henrici, quien alucinaba con historias y fantasías medievales y de dragones, se fastidió por la solemnidad con la que en ese entonces se manejaban muchos músicos folk y decide parodiarlos; sin embargo, la audiencia no entiende que todo es una broma y esto lo obliga replantearse el camino a seguir.

Así es, a grandes rasgos, la manera en cómo surgió Feuerschwanz, el combo alemán que sin olvidar la premisa de que la música se hace por y para divertirse, cada año muta hacia una personalidad sónica mucho más definida y consolidada hacia algo musicalmente más sobrio y contundente que, no obstante, conserva la esencia de las coñas y burlas.

Las pistas las dejaron claras desde 2020 con ‘Das Elfte Gebot’ o ‘El Undécimo Mandamiento’ que, muchos dicen, es: no estorbar o no someterse. Eso es exactamente lo que hicieron con ‘Memento Mori’, su nuevo trabajo que fue lanzado en las horas de agonía de 2021 y cuyo título es bastante sugestivo.

Se podría pensar que todo gira en torno a la situación mundial con el virus, pero en el caso de los la “Cola de Fuego” –eso significa el nombre de la banda- hay una segunda lectura y es el hecho de que por fin dieron abiertamente ese paso que los llevó más allá de la frontera de las bromas y parodias para convertirse, ahora sí, en una banda de folk metal.

Lo dejan claro a lo largo de los 11 cortes que integran este trabajo que abre con el tema que bautiza al disco, en cuya intro contundente se fusionan guitarras y violines, ensamble que vaticina lo que vendrá: un viaje épico a través de las fantasías de Peter Henrici, mejor conocido como Hauptmann Feuerschwanz, el líder de este proyecto.

Con buenos cambios de ritmo en los que sobresale el trabajo de la violinista Johanna von der Vögelweide –aka Stephanie Pracht-, “Memento Mori” muestra por un lado que Feuerschwanz tiene una influencia innegable de In Extremo, aunque la voz de Henrici suene irremediablemente a que es el hijo bastardo de Till Lindemann. Y en el instante justo de tal comparación aparece lo que podría ser el sonido clave de ‘Memento Mori’: un extraño guiño a bandas como Sabaton y Powerwolf por parte del guitarrista Hans Platz, quien logra un solo dramático y épico que rompe por algunos segundos el dominio del violín.

Es imposible asegurar si se trata de un homenaje premeditado al estilo musical de ambas agrupaciones o coincidencia. Más aún y en el mejor de los casos: debido a las raíces de la banda, quizá se trate de una parodia al power metal. Como sea, Platz abrió la puerta definitiva a un estilo más metálico en canciones como «Untot im Drachenboot», “Rausch de Barbarei” o “Feuer & Schwert”, cuyo estilo se rinde por completo al viking metal tanto musicalmente como en las letras, las cuales llaman a la horda nórdica para que aborde un drakkar para ir a saquear a quien se les ponga enfrente.

Asimismo, para fortuna propia, Hauptmann Feuerschwanz logró sacudirse poco a poco del fantasma de Lindemann y le inyectó su propia personalidad a «Untot im Drachenboot», primero con un falsete agudo en claro homenaje al metal ochenteno, para luego dar tonos más graves que incluso rozan en la frontera gutural. Por otra parte en canciones como “Krampus” y “Ultima Nocte” es imposible no relacionar los riffs, la voz y los coros con el sello de Powerwolf, sus compañeros de discográfica. Vamos, hasta el título de las canciones invita a la sospecha.

Pero como no todo es fiesta para Feuerschwanz, la banda decidió incluir un descanso vía “Das Herz eines Drachen”, lo que podría ser la balada del álbum, cuya intro con guitarra acústica y flautas sumergen al escucha en una breve atmósfera celta que súbitamente explota hacia una power ballad metálica con la que se antojan unos tragos de jagger.

La última parte del disco pone el broche con un híbrido de todos los elementos mostrados anteriormente y en donde se aprecia incluso una influencia o reminiscencia a los primeros trabajos de Finntroll. Especialemente en “Rohirrim”, “Am Galgen” y “Skaldenmet”, con melodías totalmente folk, con algunos toques de power que se fusiona sutilmente con los coros vikingos. La nostalgia por el ‘Nattfödd’ de los finlandeses es irremediable.

‘Memento Mori’ también tiene un par de ediciones especiales, la primera incluye un disco extra con siete covers: Blinding Lights (The Weeknd), Warriors of the World United (Manowar), Twilight of the Thunder God (Amon Amarth), The Bad Touch (Bloodhound Gang), Dragostea Din Tei (O-Zone), Square Hammer (Ghost) y Der Graf (Die Ärzte). La segunda, además del álbum normal, contiene un disco con las versiones instrumentales de ‘Memento Mori’, así como los covers. Atásquense, que aquí sí hay lodo.