Evergrey: The Atlantic

Ya tenemos nuevo trabajo de los suecos Evergrey, donde una vez más nos dejan constancia de la capacidad que tienen para ofrecernos un álbum con un conjunto de temas emocionales, impregnados de su característico coctel de sentimiento, sensibilidad, fuerza y melancolía.

A día de hoy sería una sorpresa que jamás hayas escuchado ni por mera casualidad el nombre de Evergrey. Son más de 20 años que lleva esta banda en activo haciendo una labor muy complicada en la actualidad para una agrupación como es el ser fácilmente reconocibles gozando de un sonido muy distintivo y con claras señas de identidad que presentaron en España con su trabajo más reciente: ‘The Atlantic’.

Lo mejor de todo es que que han sido capaces de tener una carrera bastante regular, sin graves altibajos discográficos, como siempre están nuestras preferencias personales, podemos hablar producciones que nos gusten más que otras, es normal, pero es difícil encontrar algo decepcionante o motivo de preocupación entre sus seguidores. Y lo cierto es que a pesar de que nunca han sido los más populares del barrio, poseen esa especie de magia y sentimiento en su música, muchas veces depresiva y oscura en relación al espectro del metal progresivo.

‘The Atlantic’, El fin de una trilogía conceptual

Este nuevo trabajo es el último de una trilogía que comenzó en 2014 con “Hymns For The Broken”, le siguió ‘The Storm Within’ y culmina con este ‘The Atlantic’, capítulo final de esta historia que nos ha contado cosas interesantes, como el lidiar con las confusiones, retos, mareas y vicisitudes que nos da la vida, que van y vienen como una ola, mientras intentamos trazar un rumbo y mantener nuestra cabeza por encima de la superficie del agua para no ahogarnos.

“A Silent Arc” da comienzo al disco y nos pone en contexto todo lo que representa esta banda así como una muestra de por donde se van a ir desarrollándose el resto de temas en este álbum, que la verdad sea dicha, no salen prácticamente de la zona de confort de la banda y donde más cómoda se siente. Algo positivo para algunos y quizá un poco a deber para los que esperan algo más arriesgado.

Un inicio potente, cercano a bandas como Into Eternity, y que nos presenta todas estos detalles que hoy son ya marca de la casa, compases intricados sin caer en el lucimiento personal de ninguno de sus integrantes, para que luego la voz de Tom Englund haga su trabajo y nos traiga esa melancolía y ese sentimiento en cada estribillo, bastante accesible para el oído pero que en mi opinión es donde radica la magia de esta banda, esa voz , esas melodías vocales pueden transformar cualquier tema en algo mágico, cosas al alcance de pocos vocalistas.

Este primer tema marca la escena de todo lo que viene después, que es prácticamente la misma receta, momentos brillantes que van y vienen, pero como ya comenté antes, sin salirse en ningún momento de su zona de seguridad, en ningún momento se llega al termino de decepcionar, pero en unos cuantos temas se puede pensar que no vamos a descubrir nada nuevo, pocas sorpresas, como es el caso de “Weightless”, tema típico de Evergrey, donde Englund es el que vuelve a marcar las diferencias.

“All I Have” es una especie de Power Ballad depresiva y llena de emoción, sensible en los momentos que debe serlo, una buena melodía, relajada y acompañada por un inspirado solo de guitarra, en esto Evergrey siempre sobresale.

Luego llegamos a un momento del Álbum donde piendo que vamos ya con el piloto automático, algunos riffs cercanos al djent en “A Secret Atlantis”, y quizá sea aquí donde podríamos notar algo diferente, pero no es hasta “Currrents donde me parece que vuelven a retomar el buen ritmo, un gran tema que tiene motivos para repetirlo varias veces en el reproductor, de los mejores temas del álbum, y que será el tercer sencillo. “End Of Silence” mezcla también los Riffs pesados con el canto emocional de Englund, y el coro nos recuerda al material más clásico de Evergrey.

“Departure” es un tema que flirtea con el goth metal y en estos terrenos la banda se sabe manejar a la perfección. Los últimos temas, “The Beacon” y “This Ocean” me parecen algo más planos y donde creo llevan ya el piloto automático al límite, este sería mi resumen general de este álbum, lo que lo aparta de una valoración más alta, es un disco muy seguro, tan seguro que es ese su principal problema.

Englund siempre será capaz de salvar cualquier crítica

Como siempre, el exitoso barco de Evergrey se mantiene a flote gracias a las excelentes voces de Englund. Sigue siendo uno de los mejores cantantes que nos ofrece el metal en la actualidad, y lo borda una vez más. Este hombre tiene una rara habilidad para proyectar sentimientos y emociones de todo tipo sin que parezca que esté tratando de hacerlo, y eso da sus frutos en cada canción. Él y Henrik Danhage llenan el álbum con una serie de riffs potentes, cercanos al djent para aumentar el impacto del álbum, luego lo mezclan con melodías algo más moderadas y relajantes.

Este estilo progresivo básico, sin caer en el exceso de virtuosismo, con esos toques puntuales de emoción le han dado dividendos a la banda durante mucho tiempo, la verdad no han intentado actualizarlo ni vigorizarlo, lo que posiblemente sea un error, ya que este álbum simplemente no inspira el mismo tipo de reacción emocional que sus trabajos anteriores.

Me explico, es un disco bien hecho, pero se siente demasiado seguro y predecible, sin suficientes puntos altos para mantenerte cautivado. En una palabra, es algo más gris. ‘The Atlantic’ es un álbum respetable, hecho por una banda muy respetable, con grandes momentos, pero alejado de sus más recientes trabajos. Vale la pena escucharlo porque tiene momentos de mucha inspiración, Englund lo vuelve hacer en ese sentido, pero creo que The Atlantic se quedará en la orilla para mí, separándolo de ser algo memorable, aun así es un gran disco.