A Heartless Portrait (The Orphéan Testament)

Decimotercer álbum de la banda sueca. Un disco que se lanzó apenas un año después de su anterior trabajo, ‘Escape Of The Phoenix’, y que presenta pocas novedades en lo que respecta al sonido de la banda.

Los suecos Evergrey parecen estar en un momento de forma excepcional ya que desde 2019 han lanzado tres discos al mercado, todos ellos de una calidad altísima y realizados con mucho mimo y atención a los detalles. La banda ha alcanzado la madurez de su sonido y saben explotar y potenciar cada uno de sus instrumentos para lograr un conjunto mucho mayor que cada una de sus partes. Hablando en plata, un discazo imprescindible.

Evergrey no es, ni será, una banda que llene estadios y que llegue a millones de personas. Su estilo lento, pausado y oscuro, con toques góticos y progresivos, hace que sea una banda difícil de escuchar para la inmensa mayoría del público, pero si se le da una oportunidad no defraudará en absoluto. La oscuridad de su base rítmica contrasta con la luz aportada por los teclados y sobre todo por la voz aguda de Tom Englund, alma y corazón del grupo.

Un sonido muy íntimo

El tema encargado de arrancar el disco es “Save Us”, una canción genial que presenta de maravilla todos los elementos que forman parte de este álbum. Una intro oscura con un bajo muy marcado, la voz aterciopelada de Englund y los teclados que crean ambientes. Una presentación perfecta.

“Midwinter Calls” es algo más lenta y oscura, con un pesado riff de guitarra enfatizado por las líneas de bajo que le dan a la canción un toque muy duro. Una vez más las voces y teclados son las encargadas de aportar luz.

El siguiente tema, “Ominous” rompe un poco con la fórmula de los temas anteriores, siendo un tema mucho más lento, que se va construyendo poco a poco y en el que la voz de Englund es la verdadera protagonista. “Call Out The Dark” sigue la estela de su antecesora, siendo una vez más un tema lento y pausado, en el que la cadencia pesada de la base rítmica contrasta con la dupla compuesta por los teclados y voz.

Una grandiosa ejecución

El disco recupera de nuevo ritmo gracias a “The Orphean Testament”, canción que le da nombre al álbum. Un tema mucho más cañero, con una batería incesante y unos riff muy pesados. Un tema muy complejo ejecutado a las mil maravillas.

“Reawakening” tiene un corte claramente progesivo, un ritmo más animado en el que los instrumentos se van sumando poco a poco y desarrollando sus partes a la vez. Una gran canción y posiblemente de las más sencillas de escuchar. “The Great Unwashed” es otro tema de corte progresivo en el cual los teclados tienen un papel clave al ser los encargados de algunos de los riffs de la canción y que además tiene un larguísimo solo de guitarra.

“Heartless” es uno de los temas más animados del disco, sus riffs se asemejan más al metal más clásico, salvando las distancias y sin dejar de lado su sonido claramente progresivo. El relevo lo toma ahora “Blindfolded”, otro tema cañero, con un bajo muy marcado y unos riffs rápidos y muy graves que le dan mucha fuerza al tema.

Y para cerrar el álbum, “Wildfires”, una balada muy limpia en la que la voz es la verdadera protagonista y donde el resto de instrumentos se encargan del acompañamiento. Un tema minimalista y muy luminoso que contrasta con el resto del disco.

10 temas componen este ‘A Heartless Portrait (The Orphéan Testament)’, siendo la duración total del disco de 50 minutos, lo que nos permite ver con claridad la larga duración de sus temas. Un disco con un estilo claro y marcado, en el que los temas se alejan poco unos de otros, pero que todos tienen su toque personal y diferencial.

Personalmente creo que es un disco muy bueno, en el que tal vez no haya ninguna canción que se te quede pegada al cerebro y te persiga todo el día, pero el nivel general es muy alto. La banda tiene un estilo propio muy definido y saben explotarlo de maravilla, logrando una musicalidad y armonías muy agradables de escuchar pero a la vez muy complejas. Uno de los discos más interesantes de lo que llevamos de año sin dudarlo.