Tan solo 4 álbumes después y en apenas una década, Eskimo Callboy se han ganado un nombre y se han convertido en una banda valorada dentro del metalcore electrónico, tanto dentro como fuera de su país.

A día de hoy, si estás un poco puesto en géneros y bandas actuales, es difícil que no te suene el nombre de Eskimo Callboy. En 2017 publicaron ‘The Scene’, con un sonido ya consolidado -a pesar de que no tienen miedo a probar cosas nuevas – y manteniendo ese espíritu tan suyo de romperlo todo y no callarse sobre lo que creen que se debe hablar. No es fácil criticar tu propia escena, pero los alemanes lo hicieron de buena gana sin pelos en la lengua. En el caso de su nuevo álbum ‘Rehab’, se atreven a experimentar cosas nuevas dando un resultado diferente que tal vez no sea del agrado de todos sus seguidores, pero que merece un periodo de maduración y ver como se defiende con el tiempo.

Una década de crecimiento

Eskimo Callboy puede enorgullecerse de ser una de esas bandas que ganan adeptos con cada directo, para ellos es imposible pasar desapercibidos. Actualmente, su reto consiste en mantener viva su esencia y no bajar marchas ahora que están en un gran momento de su carrera. Los alemanes consideran su nuevo álbum ‘Rehab’ como algo nuevo y fresco, con lo que buscaban seguir un camino ligeramente diferente. Correr riesgos es atrevido, no siempre sale bien salirse un poco de lo que hasta ahora había funcionado. Un año de trabajo ha dado como resultado este álbum, al que han llamado ‘Rehab’ por la propia experiencia que ha supuesto crearlo, buscando un sonido que encajara con sus preferencias y seguir evolucionando.

Es, en definitiva, el resultado de 10 años de aprendizaje, y son conscientes de las expectativas que hay sobre ellos. A pesar de ello han escrito el álbum que querían hacer, a su manera. ‘Rehab’ no tiene la fuerza que se esperaba de él, ya que se han dejado llevar por otros derroteros. Sin embargo, aunque no todos los seguidores de la banda vayan a quedar satisfechos, se aprecia la pasión puesta en estas canciones y habrá que darles el beneficio de la duda sobre su capacidad de defenderlas en directo. A veces cuesta recordar que algo ligeramente diferente no lo convierte necesariamente en peor, y este es un ejemplo.

Un camino diferente

El álbum arranca con la breve intro «Take Me To», que da paso a la homónima «Rehab». Esta canción es sencilla, muy digerible, mostrando ese lado más cálido del sonido de la banda. Los screaming que tal vez se podrían esperar en esta canción son sustituidos por diversos juegos vocales donde Sushi saca partido a su voz melódica. La instrumental sigue el mismo camino, pero tiene cierta magia que mantiene algo del sello personal de la banda. «It’s Going Down» es diferente, es breve y directa, protagonizada por los screaming y sonidos más potentes, pero su brevedad hace que pase un poco sin pena ni gloria. Logran mezclar sus dos esencias con «Hurricane», combinación de fuerza, melodía y cambios rítmicos que te mantienen alerta. Sin embargo, no engancha como hicieron anteriormente otras canciones con más cualidades para convertirse en himnos de la banda.

Ganan fuerza con «Disbeliever», pero manteniendo ese estilo digerible y muy melódico de canciones anteriores del álbum, sin dejar apreciar mucho esa potencia tan cruda que los caracterizaba en otros álbumes. Sin embargo, a pesar de faltarle fuerza, sigue teniendo algo de su esencia que te sigue manteniendo enganchado. Ese mismo efecto se mantiene en «Okay», con una línea vocal muy melódica y unos estribillos llenos de fuerza, con estrofas más sencillas y experimentales. No son himnos, pero son pegadizas, digeribles y se atreven a sacar el lado más blando de los dos géneros que representan: metalcore -con algo de post hardcore- y electrónica.

Un as bajo la manga

Cuando ya parece que se acabaron las sorpresas y todo es predecible, se atreven a innovar por otro camino con «Made By America», con diversos efectos vocales y unas guitarras protagonistas. A pesar del ritmo lento y pesado de la canción, su potencia compensa el estilo más suave de las canciones anteriores, sin perder esa línea común en el álbum de incluir un estribillo poderoso y pegadizo. Tiran por un camino más digerible con «Supernova», con un sonido más blando y sencillo, sin lograr que destaque demasiado por la falta de esencia a pesar de mantener sus característicos estribillos. En la última tanda de canciones de ‘Rehab’ encontramos «Lost», que logra combinar las características de los anteriores temas con la potencia habitual de la banda, convirtiéndose en uno de los más llamativos.

Siguen con uno de los singles, «Nice Boi», que también deja un buen sabor de boca con la fuerza que transmite. Se despiden con «Prism», que mantiene esa intensidad tan grata de las anteriores, convirtiéndose en carne de cañón para los directos y una de las mejores canciones del álbum. Se podría decir que se han guardado un puñado de buenas canciones para finalizar y dejar un buen recuerdo de ‘Rehab’, a pesar de que no haya sido todo lo que podíamos esperar de Eskimo Callboy. No es su álbum más destacable, pero todavía queda la posibilidad de que gane con los directos y que envejezca dignamente en su discografía.

Olga Vidal

Grupo:Electric Callboy

Discográfica:Century Media

Puntuación:7

Canciones:

  1. Take Me To
  2. Rehab
  3. It’s Going Down
  4. Hurricane
  5. Disbeliever
  6. Okay
  7. Made By America
  8. Supernova
  9. Lost
  10. Nice Boi
  11. Prism

Año:2019-11-01

Votación de los lectores:5