El sexto álbum de los británicos Enter Shikari ya es una realidad. Rou Reynolds ha sido el responsable de gran parte del trabajo detrás del álbum, encargándose no solo de las voces, sino también de los pianos, teclados, arreglos orquestales, programación, producción y mezcla, aunque no es el único responsable de este completísimo álbum.

La involucración de Reynolds en el ambicioso proyecto ‘Nothing Is True & Everything Is Possible’ ha sido imprescindible para terminar resultando como lo ha hecho, logrando sorprender a estas alturas de su carrera. Por supuesto, también ha contado con la colaboración de sus compañeros y de George Fenton ayudando con los arreglos orquestales, así como también ha participado la Orquesta Filarmónica de Praga. En la mezcla del álbum no solo ha trabajado Reynolds, lo ha hecho también un equipo de profesionales, además de haber sido grabado en varios estudios. Se puede anticipar el cuidado de los elementos sonoros de este álbum, a los que se ha dedicado un esfuerzo reseñable que se vuelca en el resultado.

Un proyecto atrevido y ambicioso

Su anterior trabajo, ‘The Spark’, fue promocionado por una intensa gira. En esta ocasión, a pesar de que prometían el “álbum definitivo”, no tendrán la ocasión de presentarlo en directo tan pronto como les gustaría. Por tanto, este nuevo trabajo deberá contar con la fuerza suficiente para defenderse solo, al menos de momento. Sin duda, el trabajo detrás del álbum es indudable, dando gran importancia a los elementos sinfónicos orquestales y a su mezcla final para un resultado lo más óptimo posible. Reynolds y su equipo han puesto especial atención en los detalles, más que en trabajos anteriores, y eso se vuelca en el resultado. Respecto a su duración, a pesar de que es de unos estándares 43 minutos, el álbum está compuesto por 15 canciones. Por tanto, la duración media de las canciones es bastante breve en la mayoría de casos.

Por otro lado, este álbum da un paso más allá en cuanto a variedad estilística y sonora, en sus detalles y en su precisión. Sus elementos de pop electrónico sumado a los arreglos sinfónicos y orquestales crean un todo completo, elaborado y personal. Su variedad y los cambios que conlleva no dan un resultado caótico, sino hilado y compacto, como un todo donde las sorpresas sonoras están bien medidas y enlazadas. El hecho de que sea complicado de encasillar en un solo género es una prueba de la gran capacidad compositiva que muestran los británicos, que demuestran que todavía guardan algún as bajo la manga a pesar de tener ya 6 álbumes a sus espaldas. Por otro lado, dejando aparte la complejidad compositiva, las letras también se atreven a abarcar terrenos complejos, sin miedo a expresar sus opiniones, ni siquiera las más reivindicativas. De todas formas, no se debe olvidar lo que es: un álbum protagonizado por géneros alejados del metal y más cercanos al rock alternativo y al pop electrónico, y como tal se ha de juzgar.

Alocada variedad estilística perfectamente cohesionada

El título de álbum ya es un spoiler de lo que ofrece: todo es posible. Su gran variedad sonora y estilística no es un impedimento para que se conforme en un todo, donde las piezas están unidas y encajan entre sí, aunque puedan parecer muy diferentes. “The Great Unknown” y “Crossing The Rubicon” son las que anuncian lo que deparará el álbum, con una predominancia de elementos electrónicos llenos de fuerza e intensidad. No son obras maestras, pero tienen una combinación de elementos electrónicos, del pop y del rock progresivo que resulta muy interesante por su interpretación original y auténtica, además de demostrar que no temen romper barreras y experimentar. La base es la misma y cohesionan correctamente, pero son canciones muy diferentes entre sí. En el caso de “{The Dreamer’s Hotel}”, se trata de una canción que desborda, con un ritmo animado y más elementos sonoros de los que se pueden contar sobre la marcha -incluyendo una combinación de rock alternativo y dubsteb-, con un resultado sencillo pero original.

El viaje por el que nos lleva el álbum llega a nuevo puerto con “Waltzing Off The Face Of The Earth (I. Crescendo)” y sus curiosos y originales arreglos sinfónicos, nada similar a composiciones orquestales convencionales. La emoción e intensidad de la canción te atrapa cada vez más hasta la llegada de “Modern Living…”, donde dan más protagonismo a elementos del rock alternativo, sin olvidarse de la electrónica, pero con una intervención menos nostálgica y sonidos más actuales. Sin embargo, se nota una diferencia notable entre ambas canciones de nuevo, siendo ésta última más experimental y, sin embargo, menos destacable a nivel compositivo.

Retoman el protagonismo los elementos electrónicos siguiendo una línea similar a la anterior canción con “Apøcaholics Anonymøus (main theme in B minor)”, una especie de puente de corta duración y poco propósito compositivo, simplemente algo de aleatoriedad sonora que da paso a “The Pressure’s On”. En este caso, se mantiene la línea pero retomando un tipo de intensidad marcado por elementos más variados, no basados simplemente en los arreglos electrónicos. La atmósfera en la que te envuelve la canción es intensa debido a la gran cantidad de elementos sonoros que la componen, que juegan con todas sus cartas, con varios estilos combinados en un conjunto diferente y completo. Todo lo anterior sucede en tan solo 3 minutos de duración, tan bien exprimidos que desbordan originalidad y fuerza.

De viaje por un complejo universo sonoro

La locura y la originalidad continúan, y el breve puente llamado “Reprise 3” introduce la canción “T.I.N.A.”. Todavía mantienen ese estilo tan futurista, complejo y extraño tan lleno de matices y cargado de complejidad a pesar de que sean tan directos y sin medias tintas. Los efectos sonoros, los coros y la intensidad que transmiten te atrapan en este original universo. A pesar de que hay canciones en el álbum que son muy diferentes entre sí, la cohesión entre ellas es tal que se unen en un todo donde pasan de una a otra sin grandes contrastes pese a sus diferencias. Sin embargo, a continuación vemos el contraste más grande del disco.

La siguiente canción, “Elegy For Extinction”, deja a un lado momentáneamente los elementos electrónicos para dar paso a unos meramente sinfónicos, con un estilo totalmente clásico y orquestal, un contraste brutal que logra encajar en el conjunto del álbum de forma menos evidente que en los casos anteriores. La canción es íntegramente instrumental y cuenta con una intensidad abrumadora. Se trata del único paréntesis no ligado al resto del álbum, porque en el resto de ocasiones cuentan con diferencias que ligan entre sí. Es el caso también de “Marionettes (I. The Discovery Of Strings)”, con una atmósfera muy alternativa donde retoman los efectos del pop electrónico como apoyo, sin excesivo protagonismo en gran parte de la canción.

El tema tiene una segunda parte, “Marionettes (II. The Ascent)”, siguiendo en la misma línea pero con sonidos ligeramente diferentes, con ritmos más pausados dando protagonismo a la letra, casi narrada en lugar de cantada, con la música acompañando al mensaje en lugar de ocuparlo todo. En este caso, hay una mayor presencia de elementos sinfónicos que electrónicos, en una combinación muy acertada. Sin embargo, los elementos del pop electrónico vuelven en la enérgica “Satellites* *”, cargada de fuerza e intensidad. Se mantiene ese efecto por motivos diferentes en la canción “Thē Kĭng”, con todo tipo de estilos y sonidos que resultan en algo original y completo. La fuerza de la canción combina lo mejor de cada estilo con un resultado simple pero efectivo. “Waltzing Of The Face Of The Earth (I. Piangevole)” es la encargada de cerrar el álbum, y lo hace brillantemente comenzando con arreglos orquestales que más tarde se combinan con una sencilla guitarra y unos bonitos coros.

En definitiva, la complejidad compositiva del álbum es indudable debido a la gran cantidad de elementos sonoros que abarca. Sin embargo, mientras canciones como “The Pressure’s On” o “Marionettes (II. The Ascent)” tienen una belleza y cohesión estilística muy destacable, otras se quedan a una distancia considerable. En conjunto, el álbum se puede considerar un todo muy completo, con un trabajo detrás innegable, especialmente teniendo en cuenta la diferencia entre los estilos utilizados. El resultado es un cúmulo de originalidad y experimentación que no pasa desapercibido.

Olga Vidal

Grupo:Enter Shikari

Discográfica:SO Recordings

Puntuación:8

Canciones:

  1. The Great Unknown
  2. Crossing The Rubicon
  3. {The Dreamer’s Hotel}
  4. Waltzing Off The Face Of The Earth (I. Crescendo)
  5. Modern Living…
  6. Apøcaholics Anonymøus (main theme in B minor)
  7. The Pressure’s On
  8. Reprise 3
  9. T.I.N.A.
  10. Elegy For Extinction
  11. Marionettes (I. The Discovery Of Strings)
  12. Marionettes (II. The Ascent)
  13. Satellites* *
  14. Thē Kĭng
  15. Waltzing Of The Face Of The Earth (I. Piangevole)

Año:2020-04-17