Enter Shikari: A Kiss For The Whole World

Enter Shikari siguen experimentando con sus influencias y sonidos en un notable disco que les hace crecer un paso más dentro de su tan interesante como particular universo sonoro.

No cabe duda de que los británicos Enter Shikari es una de las bandas más frescas e interesantes dentro del panorama que trasciende más allá del rock o el metal más clásico y su anterior ‘Nothing Is True & Everything Is Possible’ es, probablemente, una de las mejores sino la mejor muestra de ello.

También es cierto que su frontman Rou Reynolds es el gran culpable de ello, cogiendo las riendas también en la producción del disco, que asegura una libertad creativa y sonora 100% fiel a sus inquietudes musicales que son muchas y muy variadas, con sonidos que van del pop más comercial al hardcore más intenso, todo ello adornado de melodías electrónicas que les infunden su sello tan personal como inconfundible.

Un beso para el mundo

El compacto arranca con el tema que le da (prácticamente) título, «A Kiss for the Whole World x» que a ritmo de sintetizadores y trompetas explota definitivamente en un estribillo de lo más comercial y pegadizo, a medio camino entre opening de anime y videojuego, repleto de coros y matices sonoras que marcan el camino a seguir. «(pls) set me on fire» añade la dosis justa de energía y rabia positiva marca de la casa con un Reynolds tan cómodo como desatado en sus propias composiciones.

La guitarra de Rory Clewlow gana terreno en «It Hurts», sacando músculo con su afilado riff que sabe sobreponerse en ese océano de ritmos y sonidos electrónicos encontrando su punto álgido en un breakdown de los que cada vez se prodigan menos. Uno de los puntos fuertes de este álbum sin duda alguna. En contraposición, «Leap into the Lightning» recupera esos jugueteos con su faceta más electrónica y sus melodías más limpias con un «feed your soul» en forma de preludio que funciona a la perfección como epílogo del mismo.

«Dead Wood» es una de esas canciones que van increscendo hasta su explosión final en la que Reynolds grita una y otra vez ese «I want to feel the way you feel» con el que trata de escupir toda esa depresión y sentimientos que son el puro reflejo de toda una generación. La base rítmica formada por el bajo y la batería de Chris Batten y Rob Rolfe transmiten pura vibra en una juguetona «Jailbreak» que, una vez más, va de menos a más en un ejercicio de intensidad de esos que tanto gustan al cuarteto británico.

Otro de los momentos más destacados del álbum se encuentra en una «Bloodshot» que funciona como la receta perfecta que reúne todas los influencias e ingredientes de unos músicos inquietos y sumamente talentosos con una coda final que pone la guinda al delicioso pastel. Pero si hay una canción en la que se dejan llevar a base de electrónica, guitarreo, pop y rapeos esa es la intensamente extraña «goldfish ˜».

Seguir experimentando para seguir creciendo

Para cerrar su último trabajo vuelven a la senda de sus caminos más frecuentemente explorados con una «Giant Pacific Octopus (i don’t know you anymore) repleta de sonidos eléctricos, electrónicos y un pegadizo estribillo, con distintos pasajes en donde cada uno de los miembros de la banda tiene su merecida cota de protagonismo, antes de sumergirse, eso sí, en ese punto final que marca «giant pacific octopus swirling off into infinity…» como despedida.

Los que ya conocen bien a Enter Shikari encontraran en este «A Kiss for the Whole World» una notable muestra más de lo que son capaces de hacer y los que no, tienen la excusa perfecta para acercarse a su particular universo sonoro que, todo sea dicho, encuentra su mejor baza en su brillante puesta en escena en la que ofrecen un directo totalmente imprescindible. Así que, ojalá, se dejen caer más pronto que tarde por nuestro país.