Enslaved: Caravans To The Outer Worlds

El nuevo EP de la banda noruega se erige como un claroscuro de atmósferas densas, potencia, adrenalina, misterio y una interesante fusión de folk nórdico, voces melódicas, pinceladas de black metal, progresivo y algo de thrash. Poco más de veinte minutos que resultan siendo un pasaje de entrada -sin salida- hacia otros mundos.

Después de editar ‘Utgard’ (2020), su decimoquinto material discográfico, -que incluyó la incorporación del batería Iver Sandøy en reemplazo de Cato Bekkevold- el grupo liderado por Ivar Bjørnson (guitarra) y Grutle Kjellson (voz), completado por Arve ‘Ice Dale’ Isdal (guitarra), Håkon Vinje (teclados, voz) y el ya mencionado Sandøy, vuelve a la carga con este ‘Caravans To The Outer Worlds’ salido del inframundo. Y algo de lógica tiene, ya que la pandemia no fue precisamente el paraíso. Más bien lo contrario. ¿Listos para iniciar este periplo sonoro?

Caravana hacia el más allá

Especialistas en atmósferas crípticas, los oriundos de Haugesund (Noruega) encuentran en su flamante material una óptima actualización al 2021 de su sonido: hay experimentación, solemnidad y una bruma espesa que lo envuelve todo. Son sólo cuatro canciones, suficientes como para quitar del letargo a quien escucha e introducirlo en un portal conectado con el cielo, el infierno, el Valhalla y vaya uno a saber qué.

“Caravans To The Outer Worlds” es, como su nombre lo indica, un pasaje de entrada hacia otros mundos. La canción comienza con una intro cinematográfica, con el rugido del viento en una tormenta intensa de nieve, más el sonido de un bajo que pide permiso, mientras los teclados envolventes de Håkon Vinje hacen que la situación decante luego a una atmósfera sosegada. Más tarde, Enslaved certifica que todo era una pantomima: el relax no iba a durar. Arriba así una estocada de thrash metal y progresivo, acompañada por la voz de Grutle Kjellson y blast beats endemoniados.

Dos de los tracks principales mantienen la forma de intermezzos. El primero de ellos es “Lönnlig. Gudlig”, una pieza con marcha inicial de batalla que de golpe frena, exhibe sonidos aterradores y posteriormente deviene en el averno absoluto: es tan grande el panorama abismal que suena como si el infierno les quedara chico y Belcebú dijera: “No chicos, no podéis entrar aquí. Sois demasiado malos para este sitio”.

Oscuro encanto nórdico

“Ruun II: The Epitaph” es un camino sin retorno hacia el turbio y misterioso océano más allá de lo conocido. Es aquí donde Enslaved alcanza el apogeo, ya que el sombrío panorama pone de relieve múltiples influencias y todas se conjugan en armonía: las guitarras acústicas parecen guardar relación con los Led Zeppelin más esotéricos, el hammond recuerda a Deep Purple; sobrevuela un aire los suecos Opeth. Y por supuesto, la herencia de la mitología nórdica y los atrapantes paisajes noruegos alumbran todo musicalmente “hasta que la luz nos lleve”. Sí, como la película Until The Light Takes Us.

Minutos después arriba el segundo intermezzo y último tema del EP. «Intermezzo II – The Navigator», le da un cierre perfecto a esta producción que marca la quintaesencia de una banda cuyo sonido, lejos del black metal de aquellos días iniciáticos, logra conjugar distintos elementos del progresivo, folk, viking, thrash y otros géneros, con significativo bon goût y encanto. Dicha pieza final combina un riff de guitarra (hay un parentesco lejano al “Kinslayer” de Nightwish”) con un teclado espacial que cubre todo de un manto mortecino llevando tu mente a los límites de lo cognoscible.

Lejos de amilanarse o reducir la marcha tras treinta años de carrera, Enslaved mantiene su llama encendida; camina con constancia, productividad y grandes dosis de inspiración. Sería fácil, a estas alturas, caer en lugares comunes o repetir viejas fórmulas. Sin embargo, este barco vikingo capitaneado por Ivar Bjørnson y Grutle Kjellson está listo para seguir surcando los mares en busca de lo desconocido