Enforcer: Zenith

Los amantes de la NWOTHM están de suerte, pues tras 4 años de silencio musical, los suecos Enforcer están por fin de vuelta. “Zenith” es quinto trabajo de estudio de la banda y llega creando una inminente expectación en los seguidores de la agrupación escandinava.

Con diez nuevas canciones, este álbum pretende ser el proyecto más ambicioso que el grupo haya hecho hasta la fecha; un disco cargado de empeño y pasión y donde el grupo pretende pulverizar toda clase de limitaciones. “El mayor disco de heavy metal”, según indica el vocalista, Olof Wikstrand.

Tras haberlo escuchado quizá el disco no llegue a tanto, pero lo que sí que es cierto es que encierra más complejidad que sus predecesores. El proceso creativo del mismo ha llevado a la banda a trabajar en él un periodo aproximado de dos años y medio, y no es para menos, pues aparte de la versión en inglés, marca de la casa, Enforcer se ha lanzado a la piscina editando, además, una versión con todos los temas cantados en castellano. Todo ello nace a raíz de querer ofrecer a sus fans de Latinoamérica una versión más entendible de su música, de la que todos ellos pudieran ser partícipes.

“Zenith” sin duda muestra a una nueva faceta de Enforcer, que puede reflejarse incluso en la portada del álbum, diseñada por Velio Josto, que se aleja de las ilustraciones de diversas criaturas nocturnas mostradas en trabajos anteriores. Por si esto fuera poco, este disco ha sido la ocasión perfecta para presentar al nuevo guitarrista, el ya conocido Jonathan Nordwall, que entra a ocupar la vacante dejada por Joseph Toll. Queda de esa manera la formación completada con Olof y Jonas Wikstrand (voz/guitarra y batería) y Tobias Lindqvist (bajo).

El diablo asoma de nuevo

El álbum se inicial con un “Die for the Devil”, potente, pegadizo y heavy a más no poder. Este tema es sin duda la pieza estrella del disco, y aunque deja entrever algún que otro cambio, encierra la esencia de la música que lleva componiendo Enforcer desde hace 15 años. Al tiempo que lanzaron esta versión, salía a la luz simultáneamente una versión en castellano titulada “Muere por el Diablo”. La versión, (al igual que el álbum en español al completo) suena de primeras chocante, y sabiendo que se trata de un grupo sueco, original; aunque alguna de las traducciones no sea del todo fiel a la letra original. El álbum en castellano puede resultar extraño en su primera oída, pero hay que reconocerlo, tiene su mérito.

En “Zenith of the Black Sun” ya puede apreciarse que la banda ha querido dar un giro y explorar nuevos caminos. Aunque las raíces ochenteras no faltan, este tema se inicia de una manera más pausada. Los ritmos acelerados a los que nos tienen acostumbrados desaparecen casi por completo, incluso se aprecian cambios en la voz de Olof, que abandona las tendencias tan agudas, aunque sin perder su esencia y tesitura principal. Se aprecian sonidos no escuchados anteriormente en la música de la banda escandinava también en el solo de guitarra, que se muestra revoltoso en medio del tema a medida que avanzan los minutos.

“Searching For You” vuelve a recuperar la velocidad perdida, una canción que reclama ser el himno heavy del álbum, y que en cierta medida se forma de pegadizos versos que hacen que la tengas en la cabeza durante un largo rato.

“Regrets” se presenta en forma de una bonita balada. La cuidada producción reluce en esta canción, un bonito adorno que contribuye a buen desarrollo del tema. La suave voz del señor Wikstrand se desenvuelve aquí entre agudos sollozos de guitarra y románticas melodías de piano, mostrando a Enforcer en un registro nunca visto anteriormente. La pieza siguiente, “The End of A Universe” muestra pasadizos más inquietantes, con una base de batería que remonta sus influencias nuevamente a los años 80.

Sorpresas inesperadas

Sobrepasado el ecuador de este redondo, nos encontramos con la sorprendente “Sail On”. Si no fuese por la voz de Olof, podría decirse que este track podría pertenecer a cualquier otra banda que no fuese a Enforcer. Los elementos añadidos en los compases le dan un aire muy diferente a la composición, todo ello desembocando en un solo propio de una gran banda de rock setentera.

“One Thousand Years of Darkness” es otra de las sorpresas de “Zenith”. La animada tonalidad con que narran sus versos acompaña a una música donde son integrados elementos orquestales, combinado a la perfección con el metal marca de la casa. La marcha de los tambores abre el paso a “Thunder and Hell”, que apunta maneras para convertirse en otro himno, como “Searching For You” anteriormente. Éste sin embargo irrumpe con más fuerza y energía, reclamando más atención que su predecesor.

Una nueva marcha de tambores presenta de nuevo al siguiente tema. “Forever We Worship The Dark” vuelve a cambiar de registro, encerrando numerosos giros y cambios de ritmo a lo largo de los seis minutos de duración. Podría decirse que esta canción evoca en algunas de sus notas y versos al tema que dio nombre a su anterior disco, “From Beyond”. Relajada y sin distorsión comienzan los primeros segundos de “Ode to Death”, pieza que según va avanzando se convierte en una canción aplastante y contundente, que remata el álbum de una manera abrumadora.

Con “Zenith” Enforcer ha salido del camino del puro heavy metal por el que ya han dado numerosas andadas. La banda sueca ha dado vida a un álbum muy variado, con una producción mucho más cuidada que en sus cuatro discos anteriores. Un álbum en el que se muestran las numerosas facetas que puede tener la banda, demostrando que Enforcer se muestra cómodo en todas y cada una de ellas, sin dar lugar al ningún tipo de encasillamiento. Además de confeccionar un álbum cantado exclusivamente en español sin ser la lengua natal del grupo, que pese al abanico las opiniones, tiene mérito. Viendo esto, quien sabe a dónde puede llegar Enforcer a hacer en un futuro.