Eddie Vedder: Earthling

De un tiempo a esta parte, da la sensación de que Eddie Vedder está más interesado y preocupado en realzar su carrera en solitario que en reforzar el legado de Pearl Jam.

Sobre todo en directo, ya que el artista de Seattle ha ido confirmando algunas giras por cuenta propia en las que interpreta canciones de sus dos trabajos publicados – ‘Into The Wild’ de 2007 y su peculiar ‘Ukelele Songs’ de 2011 – y de su banda madre, además de algunas versiones. Si Eddie Vedder quería seguir manteniendo su carrera, era necesario publicar un disco propio, alejado de caprichos esporádicos y contribuciones para bandas sonoras. Ese álbum es este nuevo ‘Earthling’, en el que ha puesto toda la maquinaria disponible en marcha para recelo de los seguidores de Pearl Jam.

La primera pieza de este importante puzle ha sido la contribución de Andrew Watt, el productor del momento, que lo mismo trabaja con Miley Cyrus, con el rapero Post Malone que con el mismísimo Ozzy Osbourne. Una de sus bondades es que afianza por encima de todo la personalidad del músico protagonista y en esta ocasión vuelve a mantener ese sello. Muchos encontraran ciertos paralelismos con ‘Ordinary Man’ de Ozzy, ya que también se ha armado una banda base de calidad con el ex guitarrista de Red Hot Chili Peppers, Josh Klinghoffer, y su batería actual, Chad Smith, además del propio productor. También colabora grandes nombres de la música de todos los tiempos como Elton John, Ringo Starr y Stevie Wonder.

Vedder se suelta la melena

Los seguidores del cantante de Pearl Jam se reencontrarán con el músico que grabó ‘Vs.’ y ‘Vitalogy’. Que nadie se espere a un músico sosegado por llegar a la edad adulta o una ficticia evolución. ‘Earthling’ ha sido la excusa para volver a rockear por todo lo alto de forma libre, y aunque se incluyan canciones de cariz relajado, es un álbum de rock en el sentido más amplio de la palabra. El inicio con la potente «Invincible» es la antesala de lo que Vedder va a expandir a lo largo de las trece canciones de este nuevo disco. Aunque se baje el acelerador con «Long Way», es en estos medios tiempos en el que se disfruta del timbre de la voz del artista estadounidense, sin necesitar ningún toque folk o country ni serenatas con ukeleles.

La fuerza la recupera con «Power Of Right», cuyos riffs parecen una versión refinada del sonido grunge más primitivo de su banda madre. Podría ser una canción de ‘No Code’ sin ningún tipo de problemas, y no será la primera vez que afile sus garras en este trabajo. Otro ejemplo sería «Good And Evil», que sorprende por ser más rabiosa que cualquier canción de los tres últimos discos de su grupo principal.

Eddie Vedder expresa su ira sin tapujos y lo mismo golpea duro con ritmo funk en «Rose Of Jericho» que rompe con la experimental «Try» en la que participa Steve Wonder con la armónica. Total y plena libertad artística. «The Dark» es alegre y dinámica, y no son pocas las reminiscencias a los discos clásicos de Pearl Jam que vienen a la memoria. Para lo bueno y para lo malo.

Tributos escondidos y sentimientos a flor de piel

Podría ser lógico pensar que «Brother The Cloud» está dedicada a su fallecido amigo Chris Cornell. Vedder siempre se ha mostrado muy reservado a la hora de expresar sus sentimientos por el fallecimiento del frontman de Soundgarden, pero en esta canción se llora la pérdida de un amigo y un hermano. Así que cabe suponer que está dedicada a su hermano de carne, muerto en un accidente de escalada hace unos pocos años. Su voz en este contexto siempre es de sobresaliente y emana sentimientos a flor de piel, al igual que en «The Haves», todo un single en potencia.

En la balada «Fallout Today» tira de acústica para acompañar su melancólica melodía, y también llega al alma. Más simple y corriente es «Mrs. Mills», con ciertas armonías a The Beatles que vienen que ni al pelo para la (somera) participación de Ringo Starr. Mantiene el ritmo bailable en el dueto con Elton John en «Pictures», aunque musicalmente está más cercana al británico que al de Seattle. Una colaboración inesperada pero que encuentra, al igual que Ozzy en su citado último álbum, su digno hueco en este trabajo.

Hay que reconocer que en ‘Earthling’ Eddie Vedder dispara a todas partes. Eso sí; es un ejercicio de libertad musical en la que no falta la crudeza del rock ni su personalidad, y solo por eso merece la pena. El debate podría llevarse al terreno comparativo respecto a la inspiración de las últimas entregas de su banda. Es muy posible que ‘Earthling’ ganara la contienda.