Drago: Vórtice

A veces es una putada tener que escuchar un disco como ‘Vórtice’ y ver que para ello hay detrás la autogestión del artista.

Vida después de la vida

Javier Cardoso, ex Vita Imana es Drago y ‘Vórtice’ la nueva criatura que nos entrega para que nos deleitemos con ella. Se arropa de un puñado de buenos colaboradores de amplia experiencia como Juan Manuel Viñas (Suru, Till Hålet), Iván Checa (We All Fall), Carlos Sobrino (Sechem) y Rodrigo de Lucas (We Al Fall, Evil Impulse, Unsouled) para traernos, ahora en disco y ya mismo en directo esa propuesta que tanto esfuerzo le costó alumbrar.

Portada cuidada, colorista y explícita (gran trabajo de Irene Natsune) y muy buena producción musical (la mano experta de Carlos Mora) son las dos primeras cartas de presentación de este nuevo proyecto en el que Cardoso modula y domina su voz para moverse en los varios registros que suele manejar muy logrado sobre todo en las partes más guturales.

Tras la que da título al disco y que posee esa mixtura de bandas death y más metaleras viene el primer trallazo incontestable “Prima Nocte” un vaivén que recoge en su minutaje toda la esencia del disco. La fuerza y la potencia de la banda quedan reflejadas aquí como si de una foto fija se tratase en la que, a poco que hagas una escucha atenta, verás que la producción del disco va a ser fiel reflejo de lo que hace la banda en estudio y que plasmará en directo.

Variar el rumbo sin cambiar de destino

Es un trabajo más continuista que rupturista en el que Cardoso parece gozar de una libertad creativa algo mayor (“Samurai”) y sobre la que va tejiendo su concepción del metal. El espíritu groove está  muy presente en este que fue el adelanto del disco y que como presentación tal vez no sea el mejor ejemplo de todo lo que “Vórtice” puede aportar.

Más potencia, más fuerza, guitarras más afiladas y bajos que te percuten el pecho son las armas de “Danna”, “El Fantasma Del Espejo” donde se trenza con mucho acierto con más melodía o “No Soy Un Error” donde esa fuerza es incapaz de ocultar que la repetitividad estilística está demasiado presente.

Drago no huyen de momentos menos intensos pero que encajan bien en la línea creativa del disco, así “Lobo” comienza con una tranquilidad que desaparece de la primera línea pero se mantiene en un segundo plano, furia, rabia e incluso agresividad – por no decir claramente violencia- pululan por sus notas y letras.

Por otro lado “Libérame” y “Estrella Del Norte” parecen algo fuera de lugar al principio (tal vez por la fuerte presencia de reminiscencias hardcorianas) pero enseguida se autoreconducen a la autopista sonora general aunque se les sigue pudiendo achacar que son demasiado deudoras de otros temas, de otras bandas, de otros hits, no obstante es “Estrella del Norte” uno de los momentos más intensos e interesantes de este trabajo. Y el cierre con “Invisible” es el mejor ejemplo de este espíritu: un cierre de gran dignidad aunque algo cojo en cuanto a originalidad y personalidad propias.

Generando anhelos

En general es un trabajo que cumple con lo que se esperaba de él pero que tal vez podría haber dado algo más, justificando este proyecto con unas composiciones más arriesgadas. Así todo, las líneas generales de ‘Vórtice’ pueden colmar bastante bien las expectativas generadas desde que anunciaron su nacimiento. Lejos de limitarse a hacer un calco o a tratar de hacer una historia basada en el punto y seguido de su anterior historia, Javier Cardoso se lanza a crear su propia línea creativa que puede ser el inicio de una nueva historia o una anécdota. El tiempo lo dirá.