Dool: Summerland

Segundo disco de los neerlandeses Dool, una banda poco conocida pero con un grandísimo potencial gracias a su sonido innovador y muy elaborado.

Posiblemente no hayas escuchado nunca hablar de Dool, una banda fundada en Rotterdam (Países Bajos) en 2015 y que causó sensación entre la crítica con su álbum debut ‘Here Now, There Then’. Tres años después, la banda vuelve a la carga con ‘Summerland’, un pedazo de  disco con un montón de grandes canciones en el que la banda continúa evolucionando su sonido.

El sonido de la banda es realmente único, mezclando elementos de rock progresivo y de doom metal, entre otros, logrando de esta manera unas melodías oscuras, pesadas y a la vez cambiantes y llenas de matices. La voz de Ryanne Van Dorst, aguda y con un toque nasal, encaja de maravilla con el sonido de la banda. Las comparaciones entre el sonido de Dool y de Ghost son inevitables, ambos beben de los grandes clásicos pero aportan elementos de otros géneros musicales, ambos tienen un aura de oscuridad en todas sus canciones y en ambos grupos las voces aportan un toque de luz la música.

Sonido minimalista con tres guitarras

El disco arranca con “Sulphur & Starlight”, un muy buen tema en el que encontramos muchos de los elementos característicos de la banda, una intro oscura y progresiva, unas estrofas con toques de pop y la voz de Ryanne llevando el peso del tema, yendo de registros graves y profundos hasta notas agudas.

“Wolf Moon” es uno de los grandes temas del disco, una canción en la que todo suena de maravilla: la batería rápida y seca, el bajo lento y profundo, la voz poderosa, aguda y con un toque siniestro y sobre todo las guitarras, creando melodías y contestando unas a otras. Un verdadero temazo.

“God Particle” se toma su tiempo para arrancar, con una intro de casi dos minutos, en la cual el bajo es el gran protagonista. Un tema más lento que los anteriores, en los que hay varios elementos del stoner metal, como el sonido del bajo y algunos guitarreos rápidos y repetitivos. “Summerland” es el tema más lento del disco, una balada con un aire muy íntimo, con una líneas vocales cargadas de sentimiento, unos coros graves que aportan profundidad al tema y unas guitarras limpias llevando el peso de la melodía. Una grandísima canción que merece la pena escuchar tranquilamente y en detalle.

Dos discos y un gran futuro por delante

“A Glass Forest” tiene un aire más rockero que los temas anteriores, siendo en general menos oscura y más alejada del doom, aún así tiene varios momentos de guitarras lentas y de notas estiradas. “The Well’s Run Dry” tiene también ese toque de hard rock con sonidos ochenteros, y en esta ocasión la parte instrumental es mucho mejor que las estrofas con letra.

“Ode To The Future” es un tema bastante sencillo y fácil de escuchar. Durante la mayor parte de la canción suena una guitarra rítmica, el bajo y la caja de la batería marcando la melodía y la voz. Pero con tan poco, añadiendo pinceladas de guitarras y cambios en la voz logran que un tema sencillo suene de maravilla.

“Be Your Sins” es de lo mejor del disco. Una canción oscura, pesada, con mucha influencia del doom metal y que recuerda a los primeros álbumes de Ghost. Una canción que merece muchísimo la pena. Y para cerrar el disco, “Dust & Shadow”, un tema de ocho minutos, lento, con guitarreos oscuros y pesados con toques de doom y stoner, una canción que transmite desesperación en ciertos tramos, con una interpretación vocal buenísima y con una atmósfera apabullante. Una guinda del pastel para este grandísimo disco.

La duración total de ‘Summerland’ es de cincuenta y cuatro minutos repartidos entre nueve temas, donde hay poco que se pueda considerar relleno y mucha calidad musical. La banda anunció gira por España, pero ha sido cancelada por el coronavirus sin tener todavía nuevas fechas programadas. Un disco muy recomendable y que gustará a los amantes del metal alternativo y el rock progresivo.