La banda murciana pone toda la carne en el asador con un álbum que marca un punto de inflexión en su carrera, luchando contra la adversidad para darle el protagonismo que merece. Su evolución sonora catapulta ‘Futuro’ como el álbum que marca la consolidación de una banda que ya está establecida en nuestra escena nacional.

‘Futuro’ surge en una época difícil, donde las presentaciones en directo se deben resumir en algún que otro streaming o conciertos con un puñado de sillas sustituyendo a las tradicionales giras tan necesarias para presentar un disco. Sin embargo, la adversidad no impide que Doble Esfera se tiren a la piscina con un álbum fruto de una década de carrera. Las circunstancias no son fáciles, es algo que no se imaginaban el pasado mes de febrero cuando publicaron ‘Futuro’, pero la madurez sonora que representa, así como diversas variaciones con las que experimentan, compensan todas las dificultades que afectan actualmente a toda agrupación musical.

Contra viento y marea

El crecimiento sonoro de la banda es notable, ya que ahora se atreven con ciertos añadidos sumados a su ya característico estilo protagonista en el resto de su discografía. Lo que la banda llama “rock duro del siglo XXI” puede abarcar muchas cosas, no es una definición muy concreta, pero sí encaja en lo que ellos aportan y en las novedades que incluyen. Ahí está la ventaja de catalogarse como un nuevo sonido, el poder experimentar y crecer sin estancamientos. Al fin y al cabo, los murcianos ya tienen varias publicaciones a sus espaldas desde su fundación en 2010, el larga duración ‘Mi Universo’ (2012) y los EPs ‘El Baile De Los Necios’ (2015) y ‘Rock Duro Del S. XXI’ (2016). ‘Futuro’, su segundo larga duración, representa su consolidación artística, sonora y compositiva.

Después de la publicación de dos EP, los murcianos ya estaban listos para echar toda la carne al asador e ir a por todas con un segundo LP que dejaría los cimientos marcados de la banda que quieren ser. Su intención era ir a por todas, aumentar su audiencia y mejorar todavía más la recepción de su música, que siempre fue positiva. Pretendían subir un escalón y eso han hecho, volcados desde un comienzo en la preparación de un disco que da un paso más allá y trabajando posteriormente bajo unas circunstancias de lo más complicadas, algo que no les impide expandir su álbum por el territorio nacional con un buen resultado pese a no poder salir a la carretera como les habría gustado. Por suerte, tuvieron la oportunidad de tocar en varias ciudades antes del confinamiento y actualmente procuran tener presencia en streaming, no se rinden ante la adversidad.

Completando una personalidad sonora llena de matices

Algunas bandas procuran buscar su sonido y, una vez lo encuentran, no se atreven a experimentar ni a darle un nuevo enfoque, evitando riesgos. Doble Esfera son lo contrario, no se conformaron con lo bueno y fueron a por lo mejor. Experimentando con su sonido, ampliaron influencias y se lanzaron a la piscina con nuevos detalles donde destacan sonidos electrónicos, la participación de teclados y una mejora técnica a sus ya característicos arreglos melódicos. Jugando con diversas influencias encontraron su punto exacto, con un poco de rock, una pizca de metal, un puntito de progresivo y algún que otro detalle de géneros actuales con un protagonismo de elementos electrónicos dan como resultado un sonido propio con potencial para mantenerse en el tiempo, siempre y cuando no quieran seguir experimentando a nivel sonoro. A pesar de que las líneas vocales y los acertados y poderosos riffs de guitarra roban en muchas ocasiones el protagonismo, las líneas de bajo y los cambios rítmicos en la percusión, así como los nuevos elementos electrónicos y teclados, son todos muy personales y absolutos aciertos, un todo que forma algo único.

A pesar de que la banda considera que tiene un sonido moderno e incluso futurista, sus influencias clásicas son más que notables, sumándose a dichos detalles sonoros de corte actual. Se aprecia en todo momento ese deseo de evolucionar hacia sonidos más actuales, de ahí el uso de efectos con sintetizadores, que logran su cometido. La primera prueba de ello es la intro “Infierno”, donde ya se aprecia ese protagonismo de elementos electrónicos bañadas en hard rock que ya dejan ver las intenciones del álbum. La homónima “Futuro” ya deja ver un teclado prominente, unas guitarras afiladas y un ritmo acelerado con detalles melódicos en la línea vocal de lo más adictivos. A estas breves alturas del álbum, ya se aprecia una evolución de lo más considerable que queda reafirmada con las canciones siguientes. Una de ellas es “La Cuarta Esfera”, con una electrónica marcada y un ritmo cambiante con mucho dinamismo y una amplia riqueza estilística completada con unos excelentes riffs.

La riqueza estilística se amplía con la sentida canción “Padre”, una visceral balada donde la historia gana protagonismo frente a los elementos instrumentales, que tienen su mayor momento por parte de un sentido solo de guitarra. Pese a la bajada de velocidad, la canción rebosa fuerza y sentimiento. Suben una marcha con la canción “Con Nocturnidad y Alevosía” que recupera la velocidad vertiginosa a ratos, jugando con cambios de intensidad, aportando de nuevo elementos electrónicos y con una guitarra protagonista, que finaliza la canción con un riff emocionante. Continúan los juegos de intensidad de la mano de “Three Sisters”, con constantes subidas y bajadas que te mantienen expectante, con un estilo de corte más clásico pero con cierta originalidad, combinando estrofas en español y estribillos en inglés, de nuevo con un trabajo excelente por parte de las guitarras.

Llega uno de los momentos más poderosos y pegadizos del álbum con “La Reserva”, un acierto a todos los niveles sonoros donde no hay protagonistas, ya que todos hacen un trabajo excelente en un todo muy completo. Los elementos clásicos siguen mandando, demostrando su experiencia en dichos sonidos, sin olvidarse de esos elementos más actuales, marcados por un trabajo de guitarras que bebe del heavy metal con una habilidad arrolladora. Continuando con un corte más clásico combinado por detalles futuristas, “Deriva” retoma ese juego de intensidad y velocidades, así como la variación de elementos de estilos diversos, con una variedad muy personal. Se trata de toda una caja de sorpresas casi al final del álbum. En el caso de “429-2”, el estilo es más acústico y clásico, pero con influencias diferentes alejadas del heavy metal. La completa línea vocal, combinada por unos sentidos solos de guitarra, hacen un conjunto arrollador. La despedida de este fantástico disco es un cúmulo de influencias bañadas en una energía contagiosa. Veloz, pegadiza y completa, “Juicio Final” es la despedida ideal para un álbum con una variedad y una complejidad que son definitivamente un paso adelante para una banda ambiciosa que pone una dedicación admirable a su trabajo compositivo. La esfera sigue girando, y de qué manera.

Olga Vidal

Grupo:Doble Esfera

Discográfica:Rocket Music

Puntuación:8

Canciones:

  1. Infierno
  2. Futuro
  3. La Cuarta Esfera
  4. Padre
  5. Con Nocturnidad y Alevosía
  6. Three Sisters
  7. La Reserva
  8. Deriva
  9. 429-2
  10. Juicio Final

Año:2020-02-04