Destruction: Born To Perish

Quien no apuesta no gana, y Schmier ha decidido volver al formato de cuarteto después de 20 años funcionando como trío. Este disco se esperaba más potente y contundente, aunque no todo es lo que parece.

El nuevo disco de los luchadores Destruction viene con novedades, y no solo musicales. Con ánimo de inyectar savia nueva a la banda, su líder Schmier ha reconvertido el combo germano en cuarteto, después de 20 años como trío. La salida del batería Vaaver sustitutido por el canadiense Randy Black, ha estado acompañada por la entrada de un nuevo y segundo guitarrista, el suizo Damir Eskić.

El sonido de Destruction se presume más duro y compacto a partir de ahora con esta reestructuración en sus filas, y este ‘Born To Perish’ es la prueba que nos traen para demostrarlo. Son buenos tiempos para el thrash metal y desde hace varios años es un hecho que ha vuelto a resurgir y mantiene su apogeo, y toda una institución como Destruction tiene y debe tomar partido de ello.

Las prisas no son buenas compañeras

La sucesión de acontecimientos en estos movimientos en las filas de Destruction han sido rápidos. Demasiado rápidos. Cuando escuchas este trabajo se nota que la química entre los nuevos miembros no ha terminado de fraguar del todo. No es que sea un mal trabajo, ni que la solidez no sea la fuerza predominante, pero el resultado no es tan prometedor como el esperado. Los primeros que desean un renacer de Destruction son los fans de la propia banda, y aunque hay varios temas que son más que notables, se diluyen en un mar de mediocridad. No han estado finos en la composición de muchas de estas canciones y eso ha terminado pasando factura. Cortes como «Filthy Wealth» o «Ratcatcher» le restan poderío al conjunto, y terminan empañando esta nueva etapa de los alemanes.

Separar el grano de la paja

Muy mal tenían que hacerlo Destruction para no firmar unos cuantos buenos temas en su nuevo trabajo. Son una institución en el género, y se nota su oficio en los momentos más lúcidos. El inicio con el tema título  “Born To Perish” es brutal, y tiene ese típico estribillo que canturreas durante varios días casi sin darte cuenta. El comienzo no podía ser más prometedor. A ese mismo nivel estaría “Betrayal”, de las mejores del listado que, como no podría ser de otra manera, es uno de sus singles y la canción protagonista de uno de sus videoclips que ya presentaron como adelanto. Estas dos canciones han llegado para quedarse, y estamos seguros que formarán parte de los setlist de Destruction en directo durante unos cuantos años.

El problema de esta entrega es que pocos temas llegan al nivel de las dos citadas. Si ‘Born To Perish’ tuviera tres o cuatro cañonazos de este calibre, este álbum se miraría con otros ojos. La sorpresa viene de la mano de “Butchered For Life”, que después de un inicio lento en el que incluso se escuchan acústicas, levanta el ritmo para convertirse en una canción de puro thrash épico. En «Fatal Flight 17» le rinden homenaje a Gary Moore y sus riffs llegan al aprobado al igual que las furiosas “Inspired By Death”, “Tyrants Of The Netherworld” o “Rotten” con Black demostrando su fuerza en los tambores. Thrash metal de manual que solo un grupo como Destruction es capaz de ejecutar mientras exploran líricamente en la codicia, la injusticia y nuestra propia inhumanidad.

A pesar de que esta entrega no es el regreso que se esperaba de Schmier y compañía, sirve como carta de presentación de una renovada formación que seguramente nos toparemos por los escenarios. Vendrán a España  acompañando a Overkill en su Killfest el próximo mes de septiembre para ofrecernos una ración de thrash que se completa con Flotsam And Jetsam y Rezet. Ese era uno de los motivos principales para publicar este trabajo lo antes posible, tal y como confesaba el propio Schmier. Tal vez fue un error dejarse llevar por las prisas.