Una vez resuelta la acusación que planeaba sobre ellos, Decapitated ponen sobre la mesa un nuevo trabajo plagado de brutalidad e influencias diversas.

A finales de 2017 parecía que la carrera musical de Decapitated había llegado a su fin. Sobre todos los miembros de la banda pesaba una acusación por violación en tercer y segundo grado, además del juicio mediático paralelo que siempre acompaña al estricto proceso judicial en esta clase de circunstancias. Fuera como fuera, tan truculento asunto se zanjó con una sentencia absolutoria que dejó en completa libertad a los cuatro miembros de la banda.

Tras la reanudación de su agenda de conciertos cancelados y la exitosa finalización de la gira que había sido truncada, Vogg y su caterva se pusieron manos a la obra con un nuevo trabajo que verá la luz, de la mano de Nuclear Blast, el próximo 27 de mayo.

‘Cancer Culture’ es el octavo álbum de estudio de Decapitated y el cuarto desde que esta retomó sus actividades en 2009, con una vuelta de tuerca a su estilo, tras un parón de dos años. Este nuevo trabajo cuenta con diez pistas, de las cuales la primera es una intro instrumental. La duración media de las diez pistas es de cuatro minutos y diez segundos, mientras que la duración total del trabajo es de poco más de treinta y siete minutos, lo que lo convierte en un disco breve pero no exento de intensidad.

En cuanto a lo más estrictamente musical, ‘Cancer Culture’ se nos presenta como un fiel continuador de ‘Anticult’ (2017) y de la senda que la banda inició tras su pausa en 2009. Lejos de aquel death metal técnico en el que predominaba el virtuosismo y las florituras propios de este género, los últimos discos en general y este ‘Cancer Culture’ en particular nos presentan un estilo basado en la combinación de ritmos rápidos y trepidantes con grooves tipo Pantera y para nada exentos del virtuosismo que se desprende de las manos de Vogg, actor principal de esta película.

Influencias claras y un par de perlas

El disco se inicia con “From The Nothingness With Love”, una intro de algo más de un minuto. En ella, el redoble de caja suena a militar y las cuerdas de la guitarra, tocadas al aire, tienen un notable aroma a doom siniestro. Sin embargo, esto no es más que un espejismo. Sin pausa alguna hace su entrada el tema homónimo “Cancer Culture” con un cruento blast beat que luego desemboca en otros ritmos más groove. Las notas van muy en la línea de lo que había sido la intro anteriormente mencionada.

Tras este inicio, “Just A Cigarrette” y “No Cure” continúan con la tónica que habían iniciado los temas anteriores, con esa combinación entre rapidez y groove y ese virtuosismo tan particular que marca la seña de identidad del sonido de esta banda.

La parte central de ‘Cancer Culture’, y tal vez la más importante del trabajo, la ocupan dos temas que rompen con su tónica general. El primero de ellos es “Hello Death”, un tema jazzístico en el que aparentemente (sólo aparentemente) no hay orden ni concierto y en el que podemos disfrutar de la colaboración de Tatiana Shmayluk (Jinjer), en lo que en estos días inciertos puede parecer una amarga metáfora de colaboración entre polacos y ucranianos.

El segundo de estos dos temas, y la que se puede considerar la joya de la corona en opinión de este redactor, es “Iconoclast”, un tema dotado de una progresión más lenta que los demás cortes del disco, más directos, de un poderoso riff muy a lo thrash metal de San Francisco y de un ritmo que también difiere de lo visto hasta ahora y que lo hará de lo que a partir de ahora vamos a ver.

Tras “Iconoclast” las cosas vuelven a su redil de combinaciones de rapidez y groove. Así lo vemos en “Suicidal Space Programme” y especialmente en “Locked”, tema que, sin ser intro ni interludio de nada, tiene la misma duración que “From The Nothingness With Love”.

La recta final de este ‘Cancer Culture’ la inicia “Hours As Battlegrounds” que, además de todo lo expuesto anteriormente, añade un punto de psicodelia a la receta. Finalmente, con “Last Supper” tenemos todo un resumen de lo que ha sido este nuevo trabajo. El buen sabor de boca lo deja, no obstante, un impresionante solo de guitarra acompañado por un arpegio de guitarra sin distorsionar. Una decisión muy acertada, eso de poner esta perla al final del trabajo.

Sensación agridulce

‘Cancer Culture’ es un disco con unos elementos distintivos muy marcados por una mente muy capaz. Las fuentes de las que bebe son profusas y la ejecución por parte de todos los miembros de la banda es muy notable. No obstante, a lo largo de sus treinta y siete minutos, por una parte, puede resultar algo repetitivo, con la excepción de “Hello Death” e “Iconoclast”, y por la otra, en algunos momentos las partes rápidas parecen metidas con calzador, como si esas partes rápidas hubieran sido incluidas “porque toca” y no “porque es lo más adecuado”.  Más allá de que esto es tan sólo una apreciación personal de quien firma este artículo, tampoco se puede decir que haya que lanzar a la hoguera del olvido un trabajo que, no nos engañemos, es de notable alto.

Franz S. Heiligen

Grupo:Decapitated

Discográfica:Nuclear Blast Records

Puntuación:8

Canciones:

  1. From The Nothingness With Love
  2. Cancer Culture
  3. Just a Cigarette
  4. No Cure
  5. Hello Death
  6. Iconoclast
  7. Suicidal Space Programme
  8. Locked
  9. Hours as Battlegrounds
  10. Last Supper