The Pretty Reckless: Death By Rock And Roll

‘Death By Rock And Roll’ es tan arrebatadoramente humano y sincero que es imposible no sentirlo y vivirlo con cada nota. Independientemente de su género cambiante y sus sorpresas inesperadas, el conjunto es de lo más especial y todo un viaje de emociones, desde las más profundas y oscuras hasta las más esperanzadoras. No es una obra de arte a nivel instrumental, pero está lleno de belleza y de emoción. Esta montaña rusa de sensaciones es todo un regalo para los sentidos, un pedazo de ellos que nos regalan en forma de música, compartiendo con el mundo esa idea de que la música puede salvarte.

No cabe duda que el papel de Taylor Momsen en la creación de la música de The Pretty Reckless es vital. A medida que ella maduraba, su música también. Sus experiencias, sus pérdidas, su dolor y, por encima de todo, su esperanza en la música, se reflejan en todas sus canciones. Desde que era aquella adolescente perdida hasta la adulta con esa vida tan solitaria en la carretera en la que se ha convertido, dedicó su vida a la música y nunca mira atrás. A pesar de su juventud, siempre dejó ver un alma viejo y lleno de luces y sombras, como si hubiera vivido 100 vidas y ya le costara seguir en pie.

Cómo la música puede salvarte

El lado tan humano y real que se respira en las canciones de esta banda es lo que hace que realmente merezca la pena. Su género musical es como Taylor, joven por fuera y viejo por dentro, con momentos llenos de pasión y fuerza y otros en los que la belleza reside en la sencillez. Lo que sí está claro es que este álbum muestra una madurez compositiva y una serenidad que ninguno de los anteriores ha podido lograr, al mismo tiempo que el mensaje que transmite es exactamente igual.

Nace en un momento duro, a raíz de sentimientos muy oscuros, pero logra transmitir una paz y una esperanza que demuestra que la música puede salvar, no solo Momsen, sino a todos nosotros. The Pretty Reckless comienzan a pisar fuerte en Europa gracias a esa fuerte personalidad, pero en Estados Unidos ya llevan tiempo cosechando éxitos. La llegada de ‘Death By Rock And Roll’ y su canción homónima supuso su quinto número uno en las listas de Billboard, lo que marcó un nuevo récord para una banda liderada por una mujer en el género rock.

La historia detrás del álbum es la pérdida, dedicado especialmente al productor Kato Khandwala, que trabajó con la banda desde su primer álbum y era un amigo muy querido para ellos. Por otro lado, el suicidio de Chris Cornell durante su gira con Soundgarden, acompañados por la banda de Momsen, también fue devastador. Por tanto, este álbum nace del sufrimiento y de la pérdida, pero lanza un mensaje de renacimiento a través de la música, de cómo es humano sentir dolor pero muy necesario seguir adelante.

La madurez sonora de este álbum en comparación con los anteriores se basa en ese mensaje y se refleja en su música, donde la oscuridad termina siendo sustituida por la luz. La rebeldía y provocación de sus primeros álbumes da paso a la madurez y la serenidad, sin perder la frescura y la esencia inicial.

Hard rock bajo un manto de oscuridad

La cuarta entrega de The Pretty Reckless muestra una mayor madurez compositiva que los álbumes anteriores, progresión que se ha ido apreciando en su discografía con ciertos altos y bajos. En esta ocasión, se ve una experimentación más acertada, sin canciones vacías ni creadas con el simple propósito de convertirse en singles. Todas tienen su trabajo detrás, su propósito y su personalidad.

Se aprecia un paso más en el trabajo compositivo de la banda, donde el peso de Momsen y sus vivencias personales dejan una huella que aporta ese punto tan humano que logra transmitir de una forma tan sincera. Eso es lo que los hace diferentes, su capacidad de expresar esas emociones complementando tan bien la música y el mensaje, con momentos duros y oscuros, pero la propia música representa esa luz al final del túnel que hace que todo valga la pena.

En las entrañas del álbum comenzamos con “Death By Rock And Roll”, que da nombre al trabajo y fue su carta de presentación, ya que cumple todos los requisitos para ello. Se trata de un inicio lleno de fuerza, una canción sencilla pero poderosa, con más detalles de los que pueden parecer a priori, llena de frescura y aportando un lado positivo a un mensaje que podría no parecerlo. La garra y la potencia de la canción la convierten en carne de cañón para los directos y es todo una cierto para abrir el álbum.

Muy pronto llega una de las joyas del álbum, el as bajo la manga, “Only Love Can Save Me Now”. La colaboración de Kim Thayil y Matt Cameron de Soundgarden aporta su toque alternativo y Momsen y los suyos lo cubren con su característica oscuridad bañada en hard rock. Cameron a la batería y Thayil a la guitarra dejan su seña en el álbum de forma directa, donde es la propia banda la que lo complementa para que no se desvíe de su esencia habitual.

No esperan para mostrar la otra colaboración del disco, también de un nivel considerable, nada menos que Tom Morello. “And So It Went” es salvaje y poderosa, con una línea vocal impecable y llena de sorpresas, complementada por el toque personal de Morello a la guitarra. No tiene desperdicio y es una de las más potentes del álbum que, sin duda, será increíble en directo. En el caso de “25” bajan una marcha y muestran una oscura y poderosa canción llena de melodía bajo un mensaje sincero y desgarrador.

Es una canción preciosa y llena de fuerza, un trozo del alma de Momsen al que sus compañeros han sabido dar banda sonora como nunca habían hecho hasta ahora. Vuelven a su lado más visceral con “My Bones”, donde la melodía da paso a la distorsión y la voz de Taylor lleva la batuta con fuerza. En su maravillosa segunda mitad vuelve la melodía de la mano de unos sencillos coros y una parte instrumental que termina apoteósica.

La luz al final del túnel

La segunda mitad del álbum es más clásica y llena de luz, pero con una estructura estilística similar a la primera. Lo que llega a continuación realmente llama la atención. Si “25” está llena de belleza, “Got So High” no se queda atrás. El estilo sencillo y clásico de esta canción es un descanso de la experimentación y los ambientes oscuros que aporta una bocanada de aire fresco, al menos a nivel sonoro.

Sin embargo, la banda no puede pasar demasiado rato sin experimentar, y “Broomsticks” es el puente perfecto para retomarlo con sus 40 segundos extraños que dan lugar a “Witches Burn”. En este caso, su característico hard rock con esas influencias alternativas que los caracteriza vuelve a la carga con una Momsen magnífica a la voz. La canción no destaca especialmente por su calidad u originalidad, pero sí representa el espíritu de la banda a su manera.

Todavía no se acaban los momentos especiales en este álbum, ya que todavía falta “Standing At The Wall”. Esta balada llena de pasión no tiene demasiada relación con el hard rock, pero sí saben expresarla con una belleza arrolladora. Sin duda, es una pieza que difícilmente te dejará frío. Rápido vuelve su estilo clásico y sincero con “Turning Gold”, una canción que disfrutarán los amantes del rock más tradicional y del hard rock de la vieja escuela.

Cerca ya del final del álbum llega la luz al final del túnel con “Rock And Roll Heaven”, llena de detalles y de esperanza, un momento emotivo y especial. Es una de esas canciones que aportan paz y transmiten todo tipo de sensaciones positivas. Para terminar el álbum, mantienen ese espíritu con “Harley Darling”, con ese clásico estilo que los caracteriza, con un espíritu melódico lleno de sencillez y belleza, a pesar de la oscuridad que esconde su letra.

En definitiva, ‘Death By Rock And Roll’ es tan arrebatadoramente humano y sincero que es imposible no sentirlo y vivirlo con cada nota. Independientemente de su género cambiante y sus sorpresas inesperadas, el conjunto es de lo más especial y todo un viaje de emociones, desde las más profundas y oscuras hasta las más esperanzadoras. No es una obra de arte a nivel instrumental, pero está lleno de belleza y de emoción. Esta montaña rusa de sensaciones es todo un regalo para los sentidos, un pedazo de ellos que nos regalan en forma de música, compartiendo con el mundo esa idea de que la música puede salvarte.