Regresa Death Angel después de tres años. Su último ‘The Evil Divide’ data de 2016, y supuso un gran espaldarazo para su carrera, con un buen recibimiento tanto por parte del público como de la crítica. Para los amantes del thrash puro y sin adulterar vuelve uno de los grupos más infravalorados de la escena.

Death Angel es un grupo peculiar, no tanto por su estilo –que entra dentro de los cánones más puros del thrash metal- como por su historia. La banda fue fundada en 1982, en plena efervescencia musical de la Bay Area (con grupos como Metallica o Testament saliendo del cascarón en misma fecha y mismo lugar), por cuatro muchachos encabezados por Rob Cavestany. Como gran curiosidad el hecho de que todos sus integrantes eran de ascendencia filipina, y lo más llamativo, todos tenían vínculos familiares en común.

No llegaría su primer EP hasta 1985 (el cual estaba producido por Kirk Hammett, segundo dato curioso), que dio pistoletazo de salida a la época con el gran Mark Osegueda a la voz. A esto le prosiguió el lanzamiento de su primer disco, el actualmente considerado álbum de culto: ‘The Ultra-Violence’. En él vemos el estilo extremadamente técnico de la formación, que no llegaba a la veintena en aquel momento. Pese a ello, a nivel de ventas y reconocimiento lejos se quedaron de sus coetáneos, permaneciendo en un segundo plano y en una corriente mucho más underground. En 1991 se separaron a raíz de un grave accidente de su batería, y también por  problemas con su sello discográfico. Pasaría más de una década hasta el regreso.

Death Angel 2.0

Lo que en principio iba a ser un concierto aislado (evento benéfico sobre el cáncer, debido a la enfermedad que padecía Chuck Billy de Testament en aquel momento) supuso que el renacimiento de Death Angel. Las buenas vibraciones que supuso aquel acercamiento entre grupo y seguidores dieron pie a la reunión de los de San Francisco. Con un sonido mucho más pulcro, acercándose a las nuevas corrientes del nuevo siglo salió en 2004 ‘The Art Of Dying’, que sin ser ni mucho menos una obra maestra, sirvió para volver a ponerlos en el candelero.

‘Humanicide’ es el sexto disco de esta segunda etapa, que en donde si bien no han alcanzado cotas superiores de popularidad, sí que se ha mantenido como un “eterno secundario” de lujo apoyando a grupos como Slayer o Sepultura en sus giras. Quizá la falta de originalidad en sus composiciones le ha pesado en exceso a la hora de no acabar de lograr cotas de gran relevancia. Y no es este último trabajo el que precisamente vaya a cambiar su suerte, por mucho que intenten mostrar nuevos recursos en según qué canciones.

Una de cal y otra de arena

El disco arranca con el tema título, adelanto elegido por el grupo, lanzado allá por el mes de marzo. Y la verdad es que la melodía épica del inicio es tremendamente prometedora, con esas guitarras dobladas que tan bien han sentado a las intros dentro del mundo metalero. Pero después de un arpegio marca de la casa, arrancan los guitarrazos. “Humanicide” va ganando muchos puntos con las escuchas, sin ser un alarde originalidad si es verdad que te atrapa, provocando durante sus casi seis minutos una sensación de potencia y garra. Puro headbanging.

En “Divine Defector” no hay tiempo para los experimentos, y salen absolutamente con todo desde el inicio. Una canción muy heredera de Slayer, que se mantiene en éxtasis desde el principio hasta el final. Será una de las favoritas de los amantes de los pogos y los circle pits en directo. Sin embargo la primera nota negativa aparece con “Aggressor”, que no proporciona nada lo suficiente interesante al trabajo, quizá exceptuando el casi acústico interludio, que es lo poco que no suena a refrito en la canción.

Algo similar podemos decir de “I Came For Blood”. Son canciones que suenan muy bien debido a una producción excelente (Jason Suecof hace un trabajo soberbio), y que están grabadas por unos músicos de un nivel estratosférico, pero que recuerdan demasiado en estructura o riffs a cosas pasadas, tanto suyas como de otros grupos. La que nos atañe podría estar un disco de Suicidal Tendencies sin ningún tipo de problema.  Esto no quita que podamos pasar un buen rato escuchándola, faltaría más.

Ultraviolencia del siglo XXI

El medio tiempo “Inmortal Behated” pondrá una sonrisa en la cara a los que buscaban algo de matices en el disco. Por el contrario frenará en seco a los amantes de los acordes de quintas frenéticos. La mejor pieza del disco, en dura pugna con el tema que da nombre al disco inicial, también es la más extraña dentro de los márgenes compositivos de Death Angel: ese piano final hará revisar al oyente si de verdad le ha dado al play al nuevo álbum de los norteamericanos.

En “Alive And Screaming” lo más destacado es el gran estribillo, mucho más heredero de sonidos más puramente heavys que thrashers. Podría ser una canción del último de Angelus Apatrida, por esa dualidad dureza/melodía que se gasta, y que tan bien están llevando a cabo los albaceteños. A partir de aquí poco más que de verdad pase la barrera del aprobado. El segundo single “The Pack” y sus manidos coros (y encima cantando “Rotten To The Core”, que nos recordará a Overkill , pese a que la voz de Osegueda no se parezca nada a la de Bobby “Blitz”) es una canción bastante aburrida y con realmente poco salero.

El disco finaliza con una triada final (“Ghost Of Me”, “Revelation Song” y “Of Rats And Men”) en la que solo se salvará la última de la quema. Una buena conclusión, pero que no quita lo agridulce de un trabajo que solo aportará un par de himnos a los directos del ángel de la muerte,  pero que queda bastante lejos de sus grandes obras de esta etapa (alguien dijo ‘The Dream Calls For Blood’). Pero a Mark Osegueda y los suyos todavía le quedan años de carrera para intentar pegar un pelotazo, aunque se torne complicado el asunto.

Jano Carbia

Grupo:Death Angel

Discográfica:Nuclear Blast

Puntuación:6

Canciones:

  1. Humanicide
  2. Divine Defector
  3. Aggressor
  4. I Came For Blood
  5. Immortal Behated
  6. Alive and Screaming
  7. The Pack
  8. Ghost of Me
  9. Revelation Song
  10. Of Rats and Men

Año:2019-05-31

Votación de los lectores:5