Después de desaparecer en las profundidades del ostracismo, Darkwoods My Betrothed ha regresado para aterrorizarnos con un nuevo álbum casi 25 años después.

Sin embargo, un retorno que podría haber pasado desapercibido, ha llamado la atención de propios y extraños cuándo se anunció que también regresaría Tuomas Holopainen, que pese a estar muy liado con Nightwish, parece no haber olvidado sus raíces.

Un pianista de sinfónico en un disco de black

Como todo lo que rodea a Darkwoods My Betrothed, explicar lo que ha ocurrido con precisión es complicado. Muchos llamarían al suceso un hito histórico, pero siendo algo más críticos, creo que el termino que mejor refleja la aparición de ‘Angel Of Carnage Unleashed’ sería curioso.

Para los no doctos en el lore, lo primero que uno podría pensar al enterarse de que Tuomas Holopainen se ha embarcado en otro proyecto discográfico, es que tiene entre manos otro álbum que si bien no sonará a Nightwish, no se le alejará mucho de sus preferencias musicales. Todos sabemos como se las gasta este señor: piezas grandilocuentes, experiencias cinematográficas, una energía operística.

Pero no, ha trabajado en un álbum de black metal. Antes de Nightwish, el bueno de Tuomas hizo de las suyas como músico de sesión para un extravagante proyecto que comenzó como Virgin’s Cunt, una banda que entre la parodia y la osadía aspiraban a ser el grupo de black metal más blasfemo de Europa. Al final, como suele ocurrir en agrupaciones más underground, la banda echó el cierre en 1998, pese a un tímido intento de retorno en el 2000, solo para sacar un nuevo álbum en 2021.

¿Qué ha pasado en todos estos años? Muy poco la verdad. Nightwish, liderada por Holopainen se ha convertido en una de las bandas de metal más importantes del mundo. Ante esta realidad, sería razonable asumir que cuándo Teemu “Hexenmeister” Kautonen lo llamara para crear un nuevo trabajo discográfico, Tuomas se hubiera limitado a ignorarle amablemente. Quiero decir, ¿os imagináis a Jason Newsted volviendo con Flotsam and Jetsam? ¿A Bruce Dickinson participando en una hipotética reunión de Samson?

Un retorno por todo lo alto

Aun así la vida da muchas vueltas, las personas son diferentes y no puedo evitar pensar que cuándo tu grupo se vuelve gigante, hay cierto romanticismo en regresar a lo básico y hacer lo que te dé la gana. Sea como fuere, y a expensas de la extensa disertación que he hecho sobre el fundador de Nightwish, su papel en el producto final es discreto, que no ínfimo, y es que en un encomiable ejercicio de humildad, ha sabido dar un paso atrás y dejar a hacer a los que de facto son las mentes pensantes del proyecto, limitándose a haber traído consigo al talentoso Kai Hahto.

De hecho el también batería de Nightwish tiene la oportunidad de lucirse en el primer tema del trabajo, un “Name the Dead” que arrasa con todo y que se alza como la perfecta elección para abrir un álbum de este calibre. No hay que olvidar que al final ‘Angel Of Carnage Unleashed’ es un trabajo temático que gira alrededor de la Gran Guerra del Norte, un conflicto territorial en el que Finlandia se vio atrapada entre las ambiciones del Imperio Sueco y el Ruso. La cruel burtalidad del conflicto se ve reflejada en todas las canciones salvo en los breves interludios orquestales que llevan la muy reconocible marca Holopainen.

“In Evil, Sickness And In Grief” vemos a una banda que explora con fruición su faceta más melódica y atmosférica, pasando bruscamente de una intro cinematográfica y ominosa a la brutalidad más blacker. Este diálogo entre melodías y riffs directos sostenidos por una espesa capa de blast beats es lo que le da a a Darkwoods my Betrothed su identidad, aún cuándo baje algo las revoluciones en cortes algo más folks y casi power metaleros como “Murktide and Midnight Sun” o “Your Bitter Source of Sorrow”, en las que se hace mayor énfasis en la faceta más atmosférica de la banda.

Sin duda una de las grandes ganadoras del trabajo es “In Thrall To Ironskull’s Heart”, pese a que los más puristas probablemente se refieran a ella como la más comercial. La canción se desarrolla como una balada en medio de la tormenta black metalera que es el trabajo, pese a que su atención en las melodías creciente la hace sentirse como algo grande y solemne, como si se tratara del himno de un país. En brusco contraste teneos un tema como “Massacre”, que como su propio nombre indica, es una auténtica masacre en la que el grupo hace gala de toda la brutalidad que hiciera célebre al black metal escandinavo.

Finalmente, la grandilocuente “Black Fog and Poisoned Wind” resalta como la canción ideal para cerrar un trabajo tan característico como este, aunando en la misma canción la brutalidad, las melodías, las épicas orquestales y los riffs asesinos en un tema que suena como una versión malvada de “Ghost Love Score”.

Lo mejor de dos mundos

‘Angel Of Carnage Unleashed’ supone el regreso triunfal de un grupo de culto que puede que muchos no conocieran, pero que, con algo de suerte, a raíz de la colaboración de alguien de la fama de Holopainen obtendrá la notoriedad que siempre han merecido. No es tu disco arquetípico de black metal, y es que aunque se busca la crudeza, la producción es clara y con delirios de banda sonora, obteniendo un sonido que, para sorpesa de todos, se siente fresco y moderno.

Hace muchos años que los más doctos consideran que el black metal se fue para no regresar, y aunque se ha mantenido con vida a través de otros subgéneros como el folk, lo cierto es que el retorno de un grupo tan querido y tan de nicho como Darkwoods My Betrothed con un refrescante lavado de cara, puede ser muy bueno tanto para el black metal como todo como por una escena europea que no debe olvidar algunas de las joyas que ha engendrado.

Marc Fernández

Grupo:Darkwoods My Betrothed

Discográfica:Napalm Records

Puntuación:8

Canciones:

  1. Name the Dead
  2. In Evil, Sickness and in Grief
  3. Murktide and Midnight Sun
  4. You Bitter Source of Sorrow
  5. Where We Dwell
  6. In Thrall to Ironskull's Heart
  7. Massacre
  8. Black Fog and Poison Wind
  9. Outro