Dark Tranquillity: Moment

31 años después de la formación de la banda (inicialmente, como Septic Broiler), los auténticos reyes del melodeath sueco vuelven para recordar al mundo que, pese a los contratiempos, siguen ahí en forma y con la intención de seguir como abanderados del género durante mucho tiempo.

4 años después de aquel ‘Atoma’ , ahora llega el turno de presentar ‘Moment’, un álbum más que difícil dada la gradual marcha de sus dos guitarristas hasta la fecha: Martin Henriksson y Niklas Sundin, este último en marzo de este mismo año y auténtico peso pesado dentro, no solo de la banda, sino de la élite del estilo. Niklas se queda unicamente como diseñador del arte y, casualidad o no, ha decidido en este trabajo variar su paleta de colores para ofrecer, con su sello, algo diferente: una portada que impacta por sus tonos cálidos.

Aunque Anders Jivarp sea el principal motor compositivo de la banda, es cierto que tanto Sundin como Henriksson participaban de estas labores (en ocasiones, en solitario), por lo que las dudas entre la parroquia estaban más que justificadas, ¿mantendrían su inconfundible sonido inmutable o sucumbirían a los cambios lógicos de un proceso de adaptación de nuevos miembros?.

La incógnita de la nueva formación

La respuesta estaba en el aire… Los dos nuevos guitarristas Chris Amott y Johan Reinholdz, han acumulado meses de gira con Dark Tranquillity y su calidad técnica estaba más que garantizaba, pero este traumático cambio preocupaba de tal manera que, probablemente, este sea el disco más esperado de toda su dilatada carrera.

Antes de la inmersión en lo musical, merece la pena reparar en el hecho de que, a pesar de que las canciones no guardan solución de continuidad, sí que subyace una idea común a todas ellas que Mikael Stanne ha querido subrayar: el “qué pasaría sí”. Este concepto vertebra todo el trabajo lírico: los caminos tomados, los cambios sutiles de timón que pueden terminar en gloria o en desastre. De esa manera, se esbozan diferentes escenarios surgidos de la brillante sensibilidad del vocalista.

Más de 4 meses necesitaron los suecos para conformar los 12 cortes del cd (más dos en el digipack) en dos estudios diferentes: los Nacksving Studios para recoger las tomas de batería de Jivarp y los Rogue Music del teclista Brändström para grabar todo lo demás. Por lo que ha trascendido, las cosas no siempre fueron fáciles dado que eran perfectamente conscientes del nivel de presión generado a su alrededor, aun así, y con matices, el grupo ha salido fortalecido.

Similitudes con ‘Proyector’

Las primeras escuchas no hacen verdadera justicia a este ‘Moment’ . Lo que en una primera toma de contacto trasmite continuismo y uniformidad, torna en abanico de matices en posteriores y atentas audiciones. No es un material asequible a la primera, exige y compromete al oyente, y está lejos de la inmediatez de obras como ‘Construct’ o, por supuesto, de su piedra angular: ‘Proyector’.

Sí que se perciben intentos de reverdecer laureles con respecto a este, su gran disco, en los limpios y en el sentido marcadamente melódico que Mikael quiere imprimir en determinadas secciones, pero ahí acaban las comparaciones. “Phantom Days” da comienzo a la colección de forma violenta pero contenida en un claro ejercicio de estilo, con unos guturales llenos de rabia marca de la casa.

“Ego Deception” mantiene el nivel, con unas teclas que salen beneficiadas en la mezcla final; la entrada de las primeras voces naturales que rompen la dinámica impuesta hasta el momento y que, éstas sí, hacen poner la vista directamente en el año 1999 y; un poderoso puente que brilla por encima del resto.

“A Drawn Out Exit” comienza en tono doom con cuerdas desnudas de distorsión para implosionar en el estribillo. A destacar lo pirotécnico del solo de guitarra, poco habitual dentro de estos parámetros. “Eyes Of The World” y su riff cortado de guitarra, permite a Mikael, de nuevo hacer una insultante demostración de tonos de voz en ambos extremos de la balanza, que dotan a la composición de un halo especial, momento destacado, sin duda.

La voz de Mikael como principal activo

“Failstate” es puro Dark Tranquillity old school con intro de teclado que se convierte en agradable leitmotiv a lo largo de todo el tema pero que contrasta con los guturales rasgados al extremo, en un ejercicio “comercial”. Un riff puramente heavy atraviesa “Empires Lost To Time” con esquema clásico de interludio reposado sustentado por una pista de teclados en otro momento de inmediatez que se agradece.

“In Truth Divided” constituye el fragmento de querencia gótica del álbum, sin asomo de guturales y con una estructura que evoca a Paradise Lost. Quizás en exceso pretenciosa, no acaba de convencer. “Standstill” retoma la senda de la agilidad pero adolece de quedarse en tierra de nadie, saliendo mejor parada “Remain In The Unknown”, que goza de mayor dinámica.

“The Dark Unbroken” destaca por ese estribillo afectado, que, en este caso, encaja. “Identical To None”, como segundo single, destaca por su fiereza y sienta bien después de este tramo más laxo. Finaliza la edición estándar del disco con “Transient”, de modo discreto.

El cetro sigue en sus manos, pero no pueden despistarse, ‘Moment’ aprueba sobradamente aunque deja cierto regusto a trabajo transicional, seguro que a mayores cotas, por su bien. Sin embargo, carece de ese intangible que sí que atesoran otras de sus creaciones y que las hace mágicas