Pocos podrían haber augurado que el nuevo poryecto de Anton Kabanen no solo pudiera equipararse a lo que había hecho en Battle Beast, sino que en muchos aspectos llegaría a superar a su banda nodriza tanto en lo musical como en relevancia en la escena europea. Cinco años después, la promesa es toda una realidad, y la opinión generalizada es que Beast in Black están a un par de discos memorables de distancia de ser una de las grandes bandas de power metal del S.XXI.

Un tercer disco siempre es muy importante, y es que no en vano los ‘Master of Puppets’ o los ‘The Number Of The Beast’ son considerados las piedras de toque que pusieron a sus bandas en el mapa. Con esta certeza pendiendo como una espada de Damocles y con un ‘Dark Connection’ que ha tardado algo más de tiempo en hornearse bajo el brazo, Beast in Black tenían que hacer algo más que sacar un buen disco: tenían que consolidarse, dejar de ser una promesa y convertirse en una realidad por derecho propio.

The Beast Is Back

Un suave sintetizador es una falaz introducción a la cañera “Blade Runner”, presentando a unos Beast In Black desatados, siguiendo la estela de temas como “Beast in Black” o “Cry Out For a Hero” y que abarcan otras temáticas más allá de Berserk. Muy probablemente sea el tema que dé el pistoletazo de salida a sus conciertos, y aunque presenta algunos de los elementos más taimados y comedidos por los que el grupo ha decidido apostar en este trabajo, sigue siendo un mazazo mucho más power metalero que electro pop ochentero.

“Bella Donna” abre con un riff de una dureza que deja atrás los aspectos más synth en pos de una resolución más metalera, pese a que la canción en sí es más tranquila y transfiere gran parte de su resolución melódica en la infalible voz de Yannis Papadopoulos. Su ritmo constante y resolutivo la convierte en una de las canciones más duras del disco, pese a que por la filosofía con la que éste ha sido concebido, eso la convierta en la excepción y no en la regla.

En contraste y tras el anuncio de una azafata interestelar, “Highway to Mars” arranca con una proyección que, si bien es bastante más popera, también tiene esa indistinguible energía Beast In Black que tan bien les funciona en directo, aun cuando deciden bajar las revoluciones y dejar que los sonidos más blandos ocupen la primera línea. Melódicamente recuerda a “From Hell With Love”, y es el ejemplo perfecto de cómo en este ‘Dark Connection’ los muchachos de Kabanen han apostado por un sonido más cercano a la BSO de un thriller de los ’80.

Sin alejarse un ápice de este enfoque, “Hardcore” es una canción con un nombre engañoso, pues mitiga la falta de agresividad con un verso y un estribillo muy enérgico y pensado para ser coreado en directo. Por el contrario, “One Night In Tokyo” posee una estructura mucho más definida que le permite ser cañera sin abandonar el sonido cyberpunk que hace célebre a la banda, suponiendo la culminación de lo que la banda quería conseguir con el enfoque de este trabajo sin sacrificar nada en el camino, resultando así ser una de sus grandes ganadoras.

La azucarada “Moonlight Rendezvous” fue el primer single que recibimos de ‘Dark Connection’, y aunque en su momento el hype evitó que se la juzgara con dureza, con los oídos fríos uno no puede sino arquear una ceja y cuestionarse que les pasó por la cabeza para hacer de este tema su carta de presentación. Si ben no es malo, es bastante olvidable, meloso como “Blind and Frozen” pero sin la pegada que hace que una canción sea memorable. Entiendo que representa a la perfección las inclinaciones algo menos metaleras del disco, pero humildemente considero que había canciones mejores para ejercer de portaestandarte.

Un ejemplo perfecto de un tema más adecuado es “Revengeance Machine”, en la que un Atte Palokangas desatado en el doble pedal sostiene una canción que es tan cañera como ochentera, perfeccionando la improbable fusión entre metal y electro pop que Kabanen acuñara en su día con Battle Beast y que en muchos aspectos ha elevado hasta la décima potencia con Beast In Black. “Dark New World” tiene un Groove hard rockero en su riff que la distingue del resto de temas, y es que el gran pecado de la banda siempre ha sido poseer un sonido que, aunque cañero, es bastante unidimensional, y un pequeño cambio de fórmula, por mucho que no abandone el cauce principal, siempre es de agradecer.

“To The Last Drop Of Blood” es la prueba viviente de que los sintetizadores también pueden ser cañeros, y es que, aunque el tema da un par de derivas algo más tranquilas, en todo momento mantiene un nivel de intensidad que hace honor a su belicoso título. “Broken Survivors” se toma con bastante más calma que el resto de canciones del trabajo, dejando una vez más a la voz de Papadopoulos como protagonista indiscutible sobre una lenta base de guitarras y teclados, pero claro, Beast In Black no es Beast In Black sin un tema que sin llegar a ser una balada es más cursi que un desfile de unicornios.

“My Dystopia” se toma su tiempo para desarrollarse, suponiendo una rara avis dentro de la discografía de una banda que pocas veces compone por encima de los cuatro minutos y medio, convirtiéndola en un auténtico gamusino en su repertorio. Su pesado riff contrasta frontalmente con los arreglos de los teclados, creando un épico oxímoron que eleva a la canción por encima de sus otras baladas o piezas más tranquilas.

Como ya viene siendo costumbre, ‘Dark Connection’ concluye con dos covers que, aunque no podrían ser más distintas entre sí, ganan cierta homogeneidad al ser pasadas por el filtro Beast In Black. Así mismo, la elección resulta muy reveladora en lo que al estilo y las influencias del grupo se refieren. Por un lado, está todo un referente del metal más clásico y un pionero del power metal como lo es “Battle Hymn” de Manowar, que con sintetizadores adquiere un extraño regusto que no le quita sabor en lo épico, y por el otro “They Don’t Really Care About Us” de Michael Jackson que suena más cañero y enérgico que nunca.

Fantástico, pero podría haber sido más

A grandes rasgos, ‘Dark Connection’ es un trabajo estupendo y de una solidez envidiable, pero que pese a todo tiene algunos valles de calidad que, pese a no ser abominables, impiden que el grupo se mantenga en el listón que dejó “From Hell With Love”. No es ni mucho menos un fracaso, y de hecho estoy convencido de que servirá para consolidar al grupo en su rango cada vez más alto entre las bandas de power metal internacionales, pero como ocurre tantas veces, parece condenado a vivir a la sombra de su predecesor y a ser víctima de una experimentación que funciona por momentos.

Marc Fernández

Grupo:Beast in Black

Discográfica:Nuclear Blast Records

Puntuación:7

Canciones:

  1. Blade Runner
  2. Bella Donna
  3. Highway to Mars
  4. Hardcore
  5. One Night In Tokyo
  6. Moonlight Rendezvous
  7. Revengeance Machine
  8. Dark New World
  9. To The Last Drop of Blood
  10. Broken Survivors
  11. My Dystopia
  12. Battle Hymn
  13. They Don’t Really Care About Us