Cro-Mags: In The Beginning

Vuelve el gigante dormido, precursor de toda una escena y un auténtico puñetazo dentro de lo que fue 1986. Cro-Mags regresan con ‘In The Beginning’ para no dejar títere con cabeza y mostrar los dientes, aún afilados, que poseen desde que nos ofrecieron su último disco hace 20 años.

A mediados de los años 80 y concretamente en 1986 salieron discos que fueron muy importantes para la escena del metal en cualquiera de sus ámbitos: prueba de ello es la oleada de buen thrash traído de la mano de Kreator, Dark Angel, Metallica, Slayer y Megadeth o el nacimiento del epic doom metal con Candlemass, pero hay mucho más donde rascar.

En 1986 salió una de las obras cumbres del hardcore neoyorquino, piedra angular del género y que resultó un auténtico bombazo en dicho año; Cro-Mags sacaron a la luz ‘The Age Of Quarrel’ y con él aparecía una auténtica bomba que no dejó títere con cabeza y que sorprendió a propios y extraños del género. Si bien posteriormente sacaron ‘Best Wishes’ que mantenía un nivel bastante bueno, los problemas internos de la banda llevaron a Cro-Mags a punto muerto. Hasta ahora, que 20 años después de sacar ‘Before The Quarrel’ nos ofrecen un ‘In The Beginning’ que promete llevar a los oyentes de vuelta a esa esencia violenta de ‘The Age Of Quarrel’.

El despertar de la bestia

‘In The Beginning’ es un disco donde Cro-Mags han pretendido en todo momento rememorar, abrazar un pasado y hacerlo todo de la misma manera directa y agresiva que los caracterizó en su día. Desde que ‘Don’t Give In’ arranca el oyente siente esa esencia, esa propuesta, esas ganas de ofrecer un material que suene exquísito para propios y extraños.

Algo que los caracterizó en su día y que vuelven otra vez con ese punto, es que dentro de la escena fue un álbum bien valorado pero fuera de ella también y con ‘In The Beginning’ podría ocurrir exactamente esa sensación. Esto lleva a que, mientras los temas se suceden y visto el trío que conforman sus tres primeras canciones con la ya nombrada ‘Don’t Give In’, ‘Drag You Under’ y ‘No One’s Victim’ ya se sepa que veinte años de espera han merecido la pena.

Algo que es notable a lo largo de los 40 minutos de disco es esa creación de composiciones con las que el oyente se conecta, esas guitarras con unos riffs que se quedan en la cabeza rondando y un disco que no quiere complicarse, que quiere ofrecer algo directo y dejarse de tecnicismos para dar paso a la diversión. Todo esto sumado a la capacidad de transmitir unas letras más maduras de Harley Flanagan y su característica voz hace del disco un buen trabajo y una importante victoria para el género al tenerlos de vuelta.

Es un disco que aunque piense en el disfrute del oyente desde su casa, está pensado para explotar toda su magia en directo a través de auténticas bestias hechas tema como ‘No One’s Coming’ que podría convertirse automáticamente en un clásico, o ‘One Bad Decision’ donde destaca especialmente la voz de Harley.

Hay momentos en los cuales la calidad baja un poco y ‘Between Wars’ es un tema que no termina de ofrecer lo que uno quiere esperar de la banda, con una canción instrumental larga, soporífera y que parece metida con calzador. Por suerte luego se vuelve a alzar el vuelo y con los dos últimos temas titulados ‘No Turning Back’ y ‘There Was A Time’ la esencia vuelve a estar presente.

Siguiendo la línea marcada

‘The Final Test’ y ‘From The Grave’ dejaron claro que Cro-Mags habían vuelto para quedarse, que tenían mucho que repartir y que aquello tan solo era el comienzo. El disco es una auténtica reivindicación de recuperar un terreno en el que siempre tuvieron una gran importancia, sobre todo si a nivel de fusionar hardcore punk y thrash metal se refiere.

Con ‘In The Beginning’, los neoyorquinos sacan el que probablemente sea el disco más importante del género en lo que llevamos de año, con una producción exquisita a cargo de Arthur Rizk y en un estado de forma espectacular. Es un disco que se disfruta en cualquier momento, un modo de desconexión y sin medias tintas, hecho desde la más pura rabia para aquellos que añoraban a una banda que ha sabido madurar en prácticamente todos los aspectos sin perder ni un ápice de su magia.