Coreleoni: III

No es exagerado afirmar que Leo Leoni, es uno de los guitarristas y compositores de hard rock más destacados de las últimas dos décadas. Con su banda Gotthard ya acumula varios trabajos que son (y serán) considerados clásicos del género, pero es que su productividad parece no tener fin, y sigue adelante con su otro grupo Coreleoni.

Su primer trabajo ‘The Greatest Hits – Part 1’ de 2018, era un compendio de canciones clásicas de su banda madre regrabadas con Ronnie Romero como vocalista. Su segunda entrega ‘II’ al año siguiente, venía a ser una reválida de su debut, pero además de otro puñado de temas de la banda suiza se incluía dos nuevos cortes –“Queen Of Hearts” y “Don’t Get Me Wrong”- y una versión del “Boom Boom” de John Lee Hooker.

Para este tercer trabajo, Coreleoni presenta varios cambios respecto a sus predecesores. El más visible es el cambio de vocalista. Romero fue expulsado de la formación de forma oficial en abril de 2020, y su recambio tiene por nombre Eugent Bushpepa. El nuevo voceras tiene a sus espaldas una dilatada carrera, y es que a los seis años ganó un concurso nacional de canto. Después de terminar sus estudios primarios, se mudó a Bolonia (Italia) para estudiar odontología, hasta que comenzó su carrera profesional con Sunrise en 1998.

Con esta primera banda actuó como teloneros de grupos consagrados como Deep Purple entre otros. Hace poco menos de una década, giró por el viejo continente como cantante de Darkology como artistas invitados de Overkill. Desde 2011, ha estado trabajando como coach vocal para la versión albanesa del programa de televisión «La Voz». Aunque se convirtió en una celebridad en su país, su popularidad subió como la espuma cuando en 2018 representó a Albania en el Festival de la Canción de Eurovisión en Lisboa (con la canción “Mila”) y alcanzó la séptima posición. De hecho, fue en dicho festival donde Leoni conoció al artista, y cuando se vio obligado a buscar a un nuevo cantante, no dudó en llamarlo.

Menos Gotthard y más material nuevo

El otro gran cambio en este “III” es la inclusión de nuevas canciones. Ya se puede hablar de Coreleoni como una formación con temas propios más que de un grupo tributo a Gotthard. Es más, las cuatro canciones de Gotthard que se rescatan para este lanzamiento -“Say Goodbye”, “Good Time Lover”, “Fist In Your Face” y “I’m On My Way”- solo aparecen como bonus track en la edición digipack o en el box set especial. El grosso del material es una colección de nuevas canciones de la mano de un compositor en especial estado de gracia y un vocalista con un talento y una fuerza fuera de lo común. No hay registro que se le resista.

Es inevitable escuchar temas como su primer corte y single “Let Life Begin Tonight” o “Would You Love Me” y no acordarse de Gotthard. Suele ocurrir cuando el que firma es Leo Leoni, pero hay que decir a su favor que la fuerza y la energía que brota es pura dinamita. Las malas lenguas podrían asegurar que el guitarrista de Lugano se ha esforzado más en este disco que en su última entrega con Gotthard. Sin desmerecer dicho trabajo, cierto es que con temas como “Guilty Under Pressure” o “Like It Or Not”, este grupo va directo a la yugular.

Aroma clásico y sonido contemporáneo

Comparaciones a un lado, muy pocos músicos existen en la actualidad que sigan usando guitarras Les Pauls y amplificadores Marshall para parir canciones con aroma clásico. “Sometimes” o “Sick & Tired” -los agudos del albanés son estratosféricos – parece que se grabaron en los ’80, pero cuando se rodean con los puñetazos vocales de Bushpepa y los cortantes riffs de Leoni de “Wake Up Call”, se disfruta de la perfecta comunión entre el sonido clásico y el contemporáneo.

El guitarrista ha sabido rodearse de una banda capaz de reflejar la pasión que siente por el rock, y desde el primer tema hasta la apasionada balada “Deep In My Soul” y la versión del “Jumpin’ Jack Flash” de The Rolling Stones para cerrar, sacian las expectativas del más exigente. Cuando se termina la escucha de “III” no se echa de menos a Ronnie Romero ni los últimos trabajos de Gotthard. Quizás fuera el objetivo de Leo Leoni. ¿Quién sabe?