Carnifex: Graveside Confessions

El octavo trabajo de Carnifex es la reafirmación de que la banda es uno de los estandartes del deathcore y que este disco debería suponer un antes y un después en su carrera al marcar un plus en la madurez de sus composiciones, que si bien se mantienen sin sorpresas reseñables, demuestran cómo la repetitividad esquemática no tiene por qué implicar monotonía.

Cierto es que solo los ajenos u ocasionales a la banda estarán a estas alturas sin saber de qué va lo nuevo del grupo, ya que vinieron editando singles hasta el punto de tener ya presentadas cinco de las quince canciones que lo compondrán: once temas nuevos, una versión y tres actualizaciones de viejos temas. Así, los adelantos son reflejo de estos tres frentes musicales.

Velocidad y contundencia

Fieles a sus señas de indentidad, Carnifex no escatiman en dotar a su ritmo de una velocidad absoluta trenzada de pesadez, contundencia, sólidas rupturas de ritmo y una muy acertada ejecución vocal. “Graveside Confessions” da nombre al disco y a la vez es mucho más que el manual de instrucciones de esta entrega.

Contiene todo lo que se va a esperar de ellos sin hacer spoiler ya que el resto del disco discurre por caminos ya mostrados, sí, pero de su recorrido no resulta en modo alguno la sensación de déjà vu como deja patente “Pray For Peace”, nacida para convertirse en punto álgido de los conciertos de Carnifex.

Unas de las cotas más elevadas de este nuevo trabajo deberían ser “Carry Us Away” y “Cold Dead Summer”, canciones que reflejan la madurez del grupo a nivel compositivo y de ejecución. Son temas redondos, sin peros, capaces de captar la atención hasta de quienes sientan rechazo y hastío de todo lo que tenga el más mínimo brillo deathcore. Junto a ellas para completar el podio, “Cursed” tiene todos los números para salir elegida en la lotería de los amores de los fans del grupo. Por su parte, “January Nights” supone un tímido soplo de frescura, esa composición madura que parece idónea para abrir los shows.

Mención especial para “Alive For The Last Time” y “Talk To The Dead” una dupla de temas que en conjunto pueden hacer reventar a cualquier audiencia, por muy dura que se ponga. Contundentes, duras, rocosas pero con una velocidad y un ritmo dignos de un circle pit antológico cuando se toquen en directo en el momento adecuado.

El resto de temas superan los criterios más exigentes para evitar colgarles el cartel de “tema de relleno”, así, tanto “Cementery Wander” como “Countess Of Perpetual Torment” aguantan el tipo frente a los temas que a priori parten como favoritos para no quedar en el olvido de las setlist y “Seven Souls” es un candidata muy fuerte a colarse y dar la sorpresa. Es ese tipo de temas que cuando menos se espera da la campanada y se convierte en un estándar del grupo, el hecho de estar lanzado como adelanto no le quita nada de esa capacidad de sorprender a largo plazo.

Miradas al pasado y homenajes

Korn son los homenajeados en este disco de Carnifex con una contundente versión de “Dead Bodies Everywhere” que roba el protagonismo absoluto del disco al resto de composiciones propias de la banda. Sin limitarse a copiarla o a acelerarla sin más, Carnifex logran hacer propia esta composición que se mimetiza con las propias de tal suerte que alguien ajeno a ambas bandas crea estar ante uno de los nuevos temas del combo de Lewis y Cameron.

Para actualizar antiguas canciones, Carnifex deciden ir tan al pasado como pudieron y escogen tres temas de su disco de debut ‘Dead In My Arms’. “Collaborating Like Killers” se llena de capas de dureza y contundencia, deja en el camino algo de inocencia, mantiene la velocidad y renace con una nueva cara de frescura y actualidad.

Algo similar sucede con “My Heart In Atrophy”, es reconocible y a la vez se detectan esos retoques que hacen que un envejecido rostro luzca sin perder expresividad. El final con “Slit Wrist Savior”es una acierto innegable. Limpia, directa, apabullante, recoge todo lo bueno de su primera versión y la trae a hoy día para que encaje a la perfección entre las nuevas propuestas de Carnifex.

Lejos de inventar nada, sin pretender evolucionar hacia nuevos lugares, la banda logra con ‘Graveside Confessions’ entregar un ejercicio de honradez e inteligencia, pisando los mismos caminos de siempre pero sin recalcar las viejas huellas que allí permanecen.