Si no te puedes imaginar la violencia humana, no te preocupes, que ya se encarga Cannibal Corpse de mostrarte una buena representación sonora y descriptiva de ella. Disco indispensable por su brutalidad y por su trabajo excelente de guitarras y composición.

El death metal puede estar de celebración ante tal obra. Las guitarras presumen de una composición exquisita coordinadas con el bajo y la batería. La voz no mantiene un equilibrio destacable en todo el disco, y brilla en algunos temas, aunque sea por el buen trabajo y la sonoridad de las cuerdas eléctricas. La batería mantiene una cohesión basada en los riffs y en las melodías, cuya intervención es en algunos momentos muy destacable. El bajo, siempre necesario para aportar coherencia, destaca por su baja apreciación si se compara con las demás cuerdas y la base rítmica. Hay momentos en los que se deja escuchar, aunque a las alturas que estamos se podría haber producido con más gracia y acierto.

El sonido de Cannibal Corpse está totalmente actualizado, sobre todo el de las guitarras. Son la base de este grupo, sin duda alguna, y en ella se integra todo lo demás: batería, bajo y voz. Lástima que grupos como Cannibal Corpse mantengan cierto apego por producciones musicales ya desfasadas. Quizás los productores y discográficas también tengan que ver con la poca visibilidad del bajo, o de algunos detalles técnicos de la batería.

Cruel matanza

Comienza el disco con el tema “Murderous Rampage”, el cual ofrece un contundente adelanto de lo que el disco ofrece: técnica, contundencia, riffs vertiginosos, y melodía envenenada. Entrada atropellada de la batería y las cuerdas que da paso a una estrofa en la que rompe la voz. Parón y riff de guitarra en solitario que explota cuando la otra guitarra se une en una melodía doblada. Solo típico del estilo aunque muy bien elaborado y definido. Tema contundente en el que destaca el riff doblado de guitarras y los tempos machacones.

Las letras en este tema nos hablan de las matanzas de un asesino, con muchos adjetivos que califican estos hechos. Se pone en valor que no hay razón de tales asesinatos, y se describe de forma horripilante los hechos con el uso de muchos adjetivos.

El riff de inicio de “Necrogenic Resurrection” se mezcla con cortes de los demás instrumentos para derivar en una mezcla agresiva de ritmos y notas. La voz potencia la agresividad de la música. Da la sensación que en este tema la batería esté más baja de nivel sonoro que el resto de instrumentos. Cambios a guitarras aplastantes se suceden entre detalles técnicos. Gran trabajo de las guitarras.

Este tema nos habla de una especie de rito en el que la sangre otorga la resurrección de un líder, sangre derramada de una matanza en la que mueren muchas personas para que pueda volver a la vida. Hay recreación otra vez en la maldad de matar, también muy descriptiva y sangrienta.

“Inhumane Harvest” arranca con un riff muy acelerado que la batería redobla incluso cuando la estrofa y la voz aparecen. Riffs tapados destacan en la composición. La batería va a toda velocidad en algún pasaje, lástima que los platos casi no se escuchen, ya que en algunos momentos podrían brillar algo más para ganar en variedad de sonidos. Las guitarras están a una altura estratosférica. Solos con toques arabescos que nos recuerdan a guitarras de estilos metálicos. Tema con una brutalidad espléndida y admirable.

En este tema se habla de cómo los órganos (humanos) se pueden cultivar para el tráfico de los mismos. Realidad que hoy en día puede estar pasando, en la que se desechan vidas humanas para que otras más afortunadas y sin escrúpulos sigan con vida. La degradación humana expuesta de forma cruda.

La intensidad y la calidad aumentan

Comienzo diferente con voz y todos los instrumentos sonando de forma agresiva. Una guitarra afila su sonido con notas repetitivas que acomodan el tempo. La voz toma más relevancia en un tema en el que asoma la cabeza con mayor visibilidad desde el principio. Gran trabajo rítmico de composición oscura y cruel. “Condemnation Contagion” es un tema que no tiene contemplaciones. Cambios de ritmo trepidantes con la batería marcando bombo y caja sin compasión. Un solo de guitarra con buen sonido reviste el tema desde dentro. Acaba el tema como empieza: con un riff bien construido de cuerdas y el alarido de una guitarra que marca la composición chillando.

La letra de esta canción nos habla de la situación actual de pandemia desde un punto de vista reflexivo y humano. El miedo y el terror están justificados ante una amenaza que condena la existencia humana. El apocalipsis también puede ser vírico.

Marcada intención rítmica compone el principio de “Surronund, Kill, Devour”. En este disco destacan mucho las guitarras, y aportan frescura, ritmo, creatividad y contundencia. Trepidantes composiciones acolchonan una voz que crece en importancia a medida que avanza el disco. La batería se marca unos ritmos y redobles envidiables, con mucho nivel. Las guitarras engordan y marcan comienzos de pasajes destacables. Potencia y distorsión abren paso a solos de origen extraterrestres. La composición magnifica una melodía en la que la voz comienza a dirigir la dirección a seguir. A medida que avanza ‘Violence Unimagined’ crece la sensación de estar delante de una gran obra.

Exposición drástica de la posible realidad delante de un colapso cada vez más real de la vida en la tierra, humanidad incluida. Definición magistral del concepto e instinto de supervivencia, en el que la humanidad que conocemos deja a un lado la socialización y los modales para poder sobrevivir ante cualquier situación adversa. La ley del más fuerte alimenta la vida.

El principio de “Ritual Annihilation” rompe cuellos con una intensidad que se unifica con el avance de los compases. Gran creación de melodías potentes y canalizadas mediante la voz, que cada vez toma más protagonismo. Las guitarras se distinguen adecuadamente y abren un abismo de densidad. Cortes thrash metaleros alegran la escucha con intención nostálgica. Los solos arácnidos destacan por su agradable escucha y su corta duración. La voz crece con cada corte.

En este tema las letras se recrean y describen un ritual de muerte abominable, en honor a un dios de la muerte, en el que la finalidad es el resurgimiento. Hay que tener un talento creativo muy sangriento para componer tales letras de horror y sangre. Pasado, presente y futuro de la identidad humana más cruenta.

Más cortante y definido comienza “Follow the Blood”. Guitarras próximas al doom metal estiran el tempo para que la voz introduzca el mensaje. Pasajes cortantes y cómodos acondicionan el regreso y fundido con el comienzo. Trepidante ritmo que recuerda a Testament y a los años gloriosos del thrash invaden la escucha. La decadencia acompaña a un solo atmosférico y tipificado, precedido de un doblete de notas guitarreras, gloria de la sonoridad heredada y cultivada. Algunos momentos permiten escuchar al siempre marginado bajo, cuya presencia es siempre inevitable y necesaria. Dominación, exterminio y falta de escrúpulos se muestran en unas letras que muestran la miseria y realidad humana. La insensibilidad cruel es una tónica de unas letras en las que no existe la censura ni la moral normalizada.

El thrash se impone en un comienzo con determinación y combinaciones de ritmos en “Bound and Burned”. Las guitarras, una vez más se lucen en unos solos cortos pero admirables. Las melodías acaparan la escucha en un trabajo excelente y contundente. Los punteos acompañan las melodías y las elevan a un estado superior. Vuelven las melodías arabescas y los cortes rítmicos perfectamente sincronizados en un tema muy destacable. Reflexión existencialista en un entorno de vida normalizado por la crueldad del día a día. La violencia y la venganza se adueñan de la voluntad en una vida sin retorno, sin posibilidad de enmienda.

“Slowly Sawn” empieza con el dominio de una guitarra que marca una dirección. Los demás instrumentos suman en este arranque para generar contratiempos exclusivos. El doble bombo hace las delicias sonoras pertinentes con un sonido algo apagado, en beneficio de las cuerdas. Gran trabajo de composición en la línea del disco. Otra forma de describir la masacre, tortura y asesinato en las letras, de forma repetitiva.

Comienzo magnífico en “Overtorture”. Toda la carne está en el asador en este temazo. Las cuerdas se reparten la escena en una composición digna de destacar. Sonido brutal para un trabajo excelente. Melodías cruzadas y complementarias impulsan la voz a una escena potente y contundente. Corto tema, pero muy intenso. Descripción en primera persona de una agónica tortura y castigo. Depravación sin contemplaciones que se intenta asumir en una reflexión interna.

Cierra esta gran obra “Cerements of the Flayed”. Guitarras extremadamente pesadas inician un aplastante tema, en el que hasta la voz aparece con cierta intensidad oscura, muy oscura. Demostración de técnica instrumental y compositiva, que aplasta los tímpanos.

La exaltación de la violencia real

En la parte musical no cabe duda que ‘Violence Unimagined’ es una gran obra, que permite que Cannibal Corpse pueda realizar una gira amplia a nivel mundial, una vez lo permitan las condiciones sanitarias, y si quedan salas para poder tocar, que a día de hoy podría ser el gran problema. Treinta y tres años de existencia y quince discos no evitan que se ajuste y se adapte un estilo a la actualidad. Siempre hay un público al que cautivar, y los jóvenes que empiezan a escuchar este estilo deben agradecer y redescubrir trayectorias tan largas gracias a estos discazos.

La violencia es real, existe y muchas veces se intenta desviar la atención sobre ella. Medios de comunicación y empresas con control sobre ellos se encargan de dosificar y dirigir sus consecuencias o su impacto en la población. Este disco mediante su música y sus letras nos aproximan, quizás con demasiada crudeza, al abismo violento y real de una existencia mortal.

Sin experimentos y sin pruebas extrañas esta gran banda demuestra que se puede ofrecer calidad modulando la sonoridad sin asumir grandes riesgos. Si ya tienes un público tan fiel, ¿para qué vas a arriesgarte demasiado? Ya tienen suficiente, que no es poco, en crear riffs de gran nivel e integrar sonidos que refresquen la escucha de forma más que digna. La voz es digna de la obra, aunque sigue unos patrones muy rígidos que acomodan a los followers y al fandom estilístico a una continuada sonoridad vocal.

Este disco, como el propio estilo, son carne de directo, y alegra más saber que puede hacer que una generación nueva se acerque a los escenarios y comience a desenmarañar la madeja de discos antiguos y de bandas, que a día de hoy, se mantienen en pie. Otras bandas hundieron su flota, hace ya muchos años, y no por ello son menos dignas de admiración y respeto, ya que también forman parte del legado musical. Muchas portadas quedan en el recuerdo, y muchas de ellas, incluyendo su contenido, son de Cannibal Corpse.

Julián Guisado

Grupo:Cannibal Corpse

Discográfica:Metal Blade Records

Puntuación:9

Canciones:

  1. Murderous Rampage
  2. Necrogenic Resurrection
  3. Inhumane Harvest
  4. Condemnation Contagion
  5. Surround, Kill, Devour
  6. Ritual Annihilation
  7. Follow the Blood
  8. Bound and Burned
  9. Slowly Sawn
  10. Overtorture
  11. Cerements of the Flayed

Año:2020-10-30