Candlemass: The Pendulum

Para quienes estén esperando un nuevo disco de Candlemass que venga a dar el relevo a ‘The Door To Doom’, toca esperar un poco e ir haciendo boca con ‘The Pendulum’, un generoso EP que puede saber a poco o tal vez a cocinado demasiado rápido o quizá a catálogo de todas la virtudes que tiene la banda, pero casi seguro que es un conjunto de pistas de la que se puede venir encima cuando lancen un larga duración. Ahora queda la incógnita de cuando y cómo.

Dos serpientes se muerden las colas. Parte I.

Parece que ‘The Pendulum’ está formado por un primer bloque en el que del doom está muy presente en su vertiente más acelerada, tan es así que el tema que titula el disco, salvo por las voces de Johan Längqvist, bien podría pasar por un homenaje a Black Sabbath en su concepción del ritmo de las guitarras de Mappe y Johansson. Pero hay que olvidar que ellos, Candlemass, prácticamente inventaron el epic doom allá por el lejanísimo 1984 y eso marca unas diferencias suficientes para descartar el homenaje, ¿del todo?.

“Snakes of Goliath” tiene toda el aura de ser la segunda parte de “The Pendulum”, una continuidad más reposada y lenta, más virtuosa incluso, en la que los elementos del heavy clásico tienen su pequeño hueco durante los segundos en los que los riffs se convierten en solos en medio del laberinto de cambios de ritmo que es este tema, par llegar a ese final casi acústico, que cierra el círculo junto a “The Pendulum”, que también comenzaba de forma quieta y casi somnolienta.

Dos serpientes se muerden las colas. Parte II

Y un instrumental acústico para separar bloques…Maestro Juan de Pablos, disculpas por parafrasearle. Pero es que “Sub Zero” es algo más que eso, un brevísimo instrumental acústico que separa el bloque anterior de lo que será el final del disco. Limpieza total sonora, nada de oscurantismo, casi atisbos de virtuosismo que a mucha gente le traerá a la mente a genios de la guitarra en su lado más acústico, como Steve Tibbetts del que en este tema no están tan alejados como podría parecer.

“Aftershock” es el Jano eléctrico, pesado, oscuro, denso y vibrante de la anterior, dos caras de una moneda, opuestas pero necesarias, aquí mirar de reojo para Cliff Burton es de imperiosa necesidad cuando se sube el volumen al máximo y empiezan a crujir las paredes. Lástima que sea tan breve, una duración mucho mayor habría servido de perfecto puente para escalar los últimos peldaños. Eso sí, se habría perdido esta interesante dualidad.

Queda entonces la intriga de por dónde discurrirá “Porcelain Skull” pero nada más arrancar se desvela y cae del lado del doom de la primera parte, parece ideal para escuchar seguida a “Snakes Of Goliath” puesto que tiene una estructura muy similar. Se convierte en el tema más Candlemass del EP al mostrarnos la cara más pura y fiel de la banda, ellos mismos al cien por cien, hasta llegar a ese final puro metal encendido yéndose en un eterno fade out.

Bien sólo queda cerrar del todo el círculo más grande, si todo ‘The Pendulum’ es un juego de círculos concéntricos, “The Cold Room” viene a completar del todo este EP al coger “Sub Zero” y adornarlo con unos ligeros detalles de piano y teclados para que el cierre no sea tan austero y dejar un sabor de boca al oyente más dulce que con una triste y solitaria guitarra gimiendo y lamentándose.

Al final queda la sensación que ‘The Pendulum’ son tres temas de bastante buen nivel a los que añadieron tres esbozos, tres garabatos sonoros que por duración bien podrían haber sido uno sólo, que poco aportan al global del disco y que a buen seguro no van a convertirse en indispensables ni necesarios en las giras de Candlemass. A veces, un single con dos caras B aporta mucho más que un pretencioso EP lleno de guirnaldas que lo que consiguen es rebajar la calidad general del disco.