Powerwolf: Call Of The Wild

Powerwolf siguen en la cima del heavy metal melódico tras 15 años de vertiginosa carrera plagada de premios y galardones. El quinteto alemán golpea fuerte con su octavo álbum de estudio titulado ‘Call Of The Wild’.

Después de publicar en 2020 su disco recopilatorio ‘Best Of The Blessed’, el cual recogía lo mejor de sus anteriores trabajos en un disco de larga duración, y no contentos con conseguir disco de oro con ‘Blessed And Possessed’ (2015) y ‘The Sacrament Of Sin’ (2018), la banda de Saarbrücken regresa con las garras más afiladas que nunca.

La nueva producción viene a cargo de Jens Bogren y Joost van den Broek en Swedish Fascination Street Studios y será, sin duda alguna, un regalo para los antiguos y nuevos seguidores del grupo.

‘Call Of The Wild’ explota en cada una de las 11 pistas que completan el discode Powerwolf. Desde su apertura con “Faster Than The Flame” ya se puede palpar el estilo característico de los alemanes que acostumbran a iniciar sus álbumes con toda su fuerza como ya se pudo comprobar en anteriores discos con pistas como “Blessed And Possessed” o “Fire And Forgive” aunque este nuevo tema sea más cercano a “Amen And Attack”.

Una gran producción

“Beast Of Gévaudan” ruge sin piedad con un espectacular pero breve solo de guitarra que abre paso a la que será un futuro clásico de la banda titulado “Dancing With The Dead”. Todo un caramelo para cualquiera que disfrute un buen headbanging y además con un estribillo tremendamente pegadizo.

Para alguien que no conozca aun el sonido de los alemanes podríamos definirlo como la unión perfecta entre el metal de Sabaton y el hard rock de Ghost. Se puede apreciar este sonido en los temas “Varcolac” y “Alive Or Undead” la cual arranca con unas notas de órgano eclesiástico acompañando la profunda voz de Attila Dorn. Este último corte cuenta con punteos de guitarra melódicos que convierten el tema en una balada heavy muy buena.

Todo el álbum presenta un escenario teatral brillante, cada pista es un nuevo mundo de sonidos y maravilla la capacidad de combinar elementos predecibles con sorpresas inesperadas como en “Blood For Blood” que llega a romper completamente con el esquema que iba trazándose durante las primeras canciones.

En “Glaubenskraft” los sonidos y los instrumentos se unen para crear algo mucho más grande que la suma de sus partes de tal manera que da la sensación no como una banda de personas tocando instrumentos y sino más bien como una fuerza conjunta que explota en nuestros tímpanos.

Garras fuera

“Call Of The Wild” se mantiene en la línea del estilo propio de la banda y recuerda a otros temas de discos anteriores del grupo, sin aportar nada novedoso pero igualmente disfrutable.

La recta final comienza con “Sermon Of Swords” que no detiene el vertiginoso ritmo del álbum sino que lo acelera aún más. Se trata de una opción muy buena para escuchar mientras uno sale o correr o si decides partir troncos con un mandoble bien afilado. “Undress To Confess” podría pasar desapercibido sino fuera por el glorioso solo de guitarra y órgano que se mezclan con un pegadizo estribillo que ocupa la mayor parte del corte.

Como broche de oro nos topamos con “Reverent Of Rats” la pista más breve del disco que termina por dejar muy buen sabor de boca, recogiendo así más de 45 minutos de power metal salvaje. ‘Call Of The Wild’ no es el mejor disco de la banda pero sí una buena apuesta que sacia a los fans que llevan más de tres años esperando por él. Servirá además para inspirar y hacer pasar un buen rato a todos los amantes de este estilo.