Cadaver regresa a la escena después de la publicación de ‘Necrosis’ en un ya lejano 2004. La banda de metal extremo noruega vuelve a conectarse con sus seguidores con la publicación de este EP compuesto por tres canciones.

Despedidas, cambios e infidelidades

Largo ha sido el silencio de esta formación procedente de Noruega. Desde 2004, año de su última separación (sí, eso significa que la banda se ha separado más de una vez), hasta la publicación el pasado 2019 de su single ‘Circle of Morbidity’ han pasado quince años en los que la banda ha estado más o menos inactiva y en los que su frontman Neddo (alter ego de Anders Odden) encontró un efímero puesto como guitarrista en Celtic Frost y otro no tan efímero como bajista en Satyricon. Tras esta última pausa, en 2010, el proyecto volvió a ponerse en marcha y desde 2014 cuenta con los servicios del batería belga Dirk Verbeuren, con quien Neddo coincidió en Satyricon, y en la actualidad titular de las baquetas en Megadeth.

La presente publicación es un EP, es decir, un álbum demasiado largo como para ser un single pero demasiado corto como para ser considerado un LP, consta tan sólo de tres cortes que contienen un death metal muy bien trabajado, algo más técnico, más maduro y menos rabioso que el de su anterior trabajo ‘Necrosis’, publicado allá por 2004. También es de notar que, pese a estar esta banda clasificada (y bien clasificada, todo sea dicho) en el género del death metal, son perceptibles a lo largo del trabajo unos leves flirteos con el black, ya sea por los agudos aullidos de Neddo como por los arreglos de guitarra. No olvidemos que Neddo es noruego y que Cadaver ya ha girado con bandas de ese género.

Los músicos de calidad siempre se hacen notar

El álbum abre con la homónima “D.G.A.F.”. En ella, un riff siniestro enmarcado en un ritmo lento y ceremonial da paso a los growls del invitado de lujo Jeff Walker, bajista y vocalista de los míticos Carcass y uno de los primeros padrinos de Cadaver, a finales de los años 80. Tras esta entrada, un estribillo rápido y nada carente de técnica confiere el equilibrio perfecto este primer corte.

El segundo de los tres temas de este EP, “Deformed Insanity”, tiene un inicio similar al anterior corte, aunque ya no cuenta con la presencia de Walker. Aquí podemos ver el combo Neddo – Verbeuren trabajando a pleno rendimiento. Es muy remarcable el interludio instrumental en el que Verbeuren da cuenta de su envidiable dominio en cuanto a percusiones se refiere.

El tercer y último tema de este breve álbum, titulado “Disgrace”, sigue el patrón marcado por sus dos predecesoras. Un inicio lento y siniestro y un solo abundante en distorsión guitarrera y en manejo de la palanca de vibrato dan paso a un riff endiablado cuyo tempo, tras el primer estribillo, tal vez algo repetitivo, se convierte en un ametrallador blast beat perfectamente perpetrado por el amigo Verbeuren.

Los “peros” de un buen trabajo

Tras un par de escuchas completas de este trabajo, la mejor calificación que se le puede aplicar es la de contener luces y sombras. Luces porque es incuestionable la habilidad que ambos músicos despliegan en los escasos 10 minutos de duración de este EP. Y sombras porque los tres temas mantienen un patrón muy similar que puede resultar algo machacón y carente de originalidad. Además de ello, la producción es realmente mejorable, especialmente en la batería, que suena lejana, grave, poco definida y, en definitiva, no luce lo que debería lucir en las manos de un portento como Verbeuren. Por estas razones no soy capaz de ir más allá de un siete en su cualificación.

Franz S. Heiligen

Grupo:Cadaver

Discográfica:Nuclear Blast

Puntuación:7

Canciones:

  1. D.G.A.F.
  2. Deformed Insanity
  3. Disgrace

Año:2020-04-17