Bonfire: Fistful Of Fire

Con el paso de los años se va haciendo difícil encontrar bandas que hayan mantenido la formación inquebrantable desde su nacimiento. El vaivén de músicos entre una agrupación y otra es algo a lo que estamos más que acostumbrados, y con Bonfire la cosa no iba a ser distinta.

Aunque sí que es cierto que el quinteto alemán no cuenta en sus filas con ningún músico que haya permanecido desde sus inicios allá por el lejano 1972, el pilar más sólido de Bonfire lleva siendo mucho tiempo el guitarrista Hans Ziller, quien solo ha permanecido fuera de la banda durante tres años. Aun así los germanos se han mantenido en primera línea junto a las grandes bandas hardrockeras de su país.

Con este contundente ‘Fistful Of Fire’ deja entrever que su vocalista Alexx Stahl, quién debutó en la banda en 2017 con el lanzamiento  de ‘Byte The Bullet’, parece estar más que asentado. Lo mismo ocurre con su Frank Pané y Ronnie Parkers, guitarrista y bajista respectivamente, a quienes se les ha unido recientemente el ex batería de Rage y Axxis, André Hilgers tras la reciente salida de Timmi Breideband. Sin desmerecer a las pasadas formaciones, este conjunto de músicos aporta nueva energía y carisma a la banda lo que ha propiciado una subida en sus seguidores desde hace unos años. Quién sabe si habrá más cambios en las filas de los germanos, pero lo que sí que es cierto es que la llegada de Alexx Stahl les ha servido de trampolín para recuperar la fama que tuvieron en su época dorada.

Recuperando la esencia ochentera

Como era de esperar el decimoséptimo trabajo de Bonfire sigue la línea de lo que el quinteto venía trabajando en los últimos años, pero sin embargo pretende recoger esa energía que la banda tenía en los años 80. De esa forma ‘Fistful Of Fire’ va camino de convertirse en una de las piezas de su etapa reciente más venerada por sus seguidores, junto al ‘Temple Of Lies’ de 2018.

Analizando el disco de una manera más exhaustiva, el inicio lo compone una intro bajo el título de ‘The Joker’. Una pieza misteriosa y agradable al mismo tiempo marcada por el ritmo del señor Hilgers a quien se le unen la guitarra española y más tarde la eléctrica. Su final enlaza directamente con el comienzo de “Gotta Get Away” un preludio perfecto de lo que se avecina dentro del álbum entero. Una a cuidada producción y la majestuosa voz del señor Stahl brillan por sí mismas desde el minuto uno, que a su combinan a la perfección con el resto de instrumentos creando la armonía perfecta.

La verdadera fiesta comienza con “The Devil Made Me Do It”, puro heavy metal donde la adrenalina la marca el rango vocal de Stahl, muy comparable con el de Tim “Ripper” Owens.

“Ride The Blade” llega envuelta de una atmósfera más contundente, pero que sin embargo acaba siendo una de las más pegadizas del álbum. Sin duda una de esas que no puedes sacarte de la cabeza y que debería ser parte fija de los setlists futuros del grupo. Contrasta a la perfección con la balada agridulce “When An Old Man Cries” que frena las revoluciones. Un corte a medio tiempo muy al estilo Bon Jovi que deja entrever un aire al “Nothing Else Matters” de Metallica.

Viejos rockeros

“Rock N’ Roll Survivors” es el primer single del disco. Enérgica y ponderosa, narra la historia de la propia banda y la vida en sí del líder, donde pueden apreciarse las cicatrices de una larga carrera en la música. Sobrepasado el ecuador “Fire And Ice” sigue la línea de temas hardrockeros con reminiscencias a sus compatriotas Accept, mientras que “Warrior” recoge nuevamente las alusiones al ya citado Bon Jovi. Un corte de rock melódico más clásico donde destacan los  teclados. Otra balada donde se supone que debería de ir una batería suave, aunque André Hilgers desarrolla un gran papel.

“Fire Etude” es la segunda pieza instrumental del álbum. Es breve, pero muy efectiva y eleva a las guitarras de Ziller al máximo exponente. Hace de puente perfecto para “Breaking Out”, que desprende calidad nota tras nota.

En la recta final se materializa el corte que da título al álbum, una pieza bien ejecutada pero que sin embargo aunque sin embargo no llega a ser la que más destaca. “The Surge” es el tercer y último corte instrumental de este redondo, esta vez formado por armonías de piano y guitarras, que abre paso para “Gloryland”. La última novedad que podemos encontrar. Heavy, pegadiza, poderosa, todos los ingredientes necesarios para hacer un gran tema. Como pieza final, una versión en acústicos y muy apetecible de “When An Old Man Cries”.

Sin duda alguna con álbumes como estos, Bonfire demuestran que están atravesando una segunda juventud. Aunque a estas alturas de la película nadie esperaba encontrar nada innovador, hay que admitir que hay un gran trabajo detrás y la producción enaltece el esfuerzo. Sin duda parece que Bonfire nuevamente están siguiendo una senda de ascendente de éxito.