Sevendust: Blood & Stone

Amados por unos y olvidados por otros. Sevendust se reafirman en su madurez musical con su nuevo disco “Blood & Stone”, su decimotercer álbum.

Sevendust lleva más de un cuarto de siglo en activo y su serenidad y entereza los han convertido en sinónimo de solidez y estabilidad. Con una dedicación absoluta a su música, los de Atlanta siguen aferrándose a su mezcla de estilos habitual para sacar el que es, muy probablemente, su lanzamiento más consistente desde principios de la pasada década. Para ello se estrenaron con Rise Records, un cambio de sello que promete nuevas oportunidades.

Las trece canciones

La primera canción es “Dying To Live”, que tiene ese sonido tan suyo, el mismo que vimos por última vez en ‘All I See Is War’. Aunque la banda parece desechar gran parte de la potencia que caracteriza dicho álbum, todo indica a que en ‘Blood & Stone’ se va a ver más de su metal alternativo. Los elementos que construyen el tema se sitúan en un balance perfecto y las armonías lideradas por Lajon Witherspoon son dignas de mención. De hecho, constatamos que LJ ha llevado a cabo un trabajo vocal impresionante, pues parece que con la edad no ha perdido facultades, sino más bien al contrario.

No puede existir un tema de Sevendust sin efectos de sonido como los de “Love”. En realidad, y pese a que Witherspoon parece que se prueba a sí mismo en según qué estrofas al forzar su registro habitual, no se trata de un tema especialmente duro. Las guitarras, que podrían darle un toque de potencia, no pasan de un mero rasgueo en gran parte de la canción.

Finalmente la cosa coge ritmo con “Blood & Stone” y su enigmática introducción, pero la ilusión se deshincha de nuevo con “Feel Like Going On”, suave y libre de distorsión y sonidos contundentes. Pasada la primera mitad del tema hay unas estrofas cuya sonoridad recuerda a la nostalgia que evocan algunas de las canciones de bandas titánicas como Linkin Park. Todo esto, por supuesto, no impide que sea una canción pegadiza.

Lo único reprochable que tiene este trabajo es la manera en que los artistas desaprovechan la oportunidad de dotar a ciertas composiciones de una fuerza superior. “What You’ve Become” y “Kill Me”, por ejemplo, ofrecen ritmos más cañeros en un principio, pero al llegar al estribillo todo ese carisma se funde y queda, tristemente, en nada. Aunque Sevendust haya integrado ese patrón en muchas de sus canciones, esa bajada de potencia queda poco natural. Se echa de menos la fuerza que transmiten canciones legendarias, como “Praise” y “Denial”, por citar tan solo un par de obras de culto de la banda.

Desde “Nothing Left To See Here Anymore” y hasta el final del disco, pasando por “Desperation”, “Criminal” y “Against The World”, acudimos a una master class de cómo sí hacer metal alternativo. El cierre del álbum es la verdadera guinda del pastel: una versión exquisita a modo de tributo para el fallecido Chris Cornell. “The Day I Tried To Live”, canción original de Soundgarden, es más que reconocible aún bajo los filtros de Sevendust.

Infravalorados

Sí, el trece es un número complicado, pero ha quedado patente que ninguna superstición actúa en el ‘Blood & Stone’. En resumen, no hemos hecho nada más que ver pasar un tema tras otro al más puro estilo Sevendust. También es verdad que, al analizar fríamente la situación, este trabajo no les servirá de puente hacia la gloria.

Triste pero cierto, siempre ha existido un vacío que parece infranqueable entre la posición de la banda y la fama, si es esa la palabra adecuada para referirse a la omnipresencia que ostentan algunas formaciones acaparando las portadas de las revistas. ‘Blood & Stone’ es un recordatorio de cuán merecida es su presencia en carteles de todo el mundo.

Pero la conclusión final para cualquiera que haya escuchado no solo este disco, sino que haya podido catar, aunque solo a pedacitos, la obra de estos maestros, es que por desgracia en esta industria talento y reconocimiento no siempre van de la mano.