Belzebubs: Pantheon Of The Nightside Gods

Los queridos personajes del cómic Belzebubs, a manos del artista finlandés Jussi-Pekka Ahonen, se hartaron de limitar su música al plano imaginario, por lo que finalmente decidieron sacar el primer Trabajo en forma de LP “Pantheon Of The Nightside Gods”.

Los artistas Hubbath, Obesyx, Sløth y Samaël, protagonistas del cómic “Belzebubs” del artista Jussi-Pekka Ahonen más conocido como J.P. Ahonen, se hicieron famosos en su día por ilustrar de manera satírica y muy ocurrente el día a día de nosotros los heavys, en breves viñetas que tiraban de expresiones y refranes metalizados y, sobre todo, de guiños a grandes personajes como Lovecraft o Dante. Después de más de diez años con tan solo dos álbumes ficticios a sus espaldas, decidieron salir del imaginario del artista y publicar su debut en el mundo real.

Para ello, contaron con la participación de Niilo Sevänen de Insomnium, además del mismísimo Dan Swanö (Edge Of Sanity, ex Bloodbath, Nightingale y tropecientas mil bandas más, además de sus incontables trabajos en solitario) en la mezcla y masterización, para dar voz de una manera muy lograda al blackened death metal melódico con toques muy atmosféricos que se cuece en el recién salido del horno ‘Pantheon Of The Nightside Gods’.

La sonoridad muy melódica de la banda, resultante de la abundancia extenuante de teclados, pasajes guitarrísticos cuantiosos, y solos de guitarra realmente ágiles y técnicos, e incluso las armonías casi épicas, nos recuerdan inevitablemente a los también ficticios Dethklok, del brillante Brendon Small, pero aumentando la dosis trallera más cercana al black.

La primera toma de contacto

El disco empieza con el segundo single que nos cedieron, “Cathedrals Of Mourning”, alzándose de la nada hasta las armonías épicas apoyadas por el piano, hasta que finalmente nos golpean con la parte más “blackened” de su estilo, que desemboca en pasajes más death donde la guitarra tiene un protagonismo especial en la melodía para finalmente llegar a impresionantes solos.

Así nos auguran Belzebubs lo que vamos a encontrar en este primer trabajo real, continuando con el melancólico principio de “The Faustian Alchemist”, esta vez quedándose en la faceta más melodeath de la banda en la integridad del tema. En el tercer tema “Blackened Call”, correspondiente al primer single, se oscurece un poco el tono respecto al anterior, casi obligando a mover la cabeza al ritmo de melodías que recuerdan ligeramente al folk más épico, y siempre a merced de la velocidad guitarrística y la atmósfera de sintetizador.

La sorpresa llega con “Acheron”, siempre de principio lejano y creciente aunque más angustioso y disonante, pero esta vez descargando en algo menos potente y más baladesco. Este clima de guitarra lírica y batería lenta no se mantiene mucho, ya que poco tarda en volver al blast beat. Durante todo el tema se mantiene este clima cambiante, priorizando los pasajes en vals con algún toque orquestal. El tempo rápido de los platos en la introducción del tercer single “Nam Gloria Lucifer” nos recuerda que lo anterior era la excepción, volviendo con esos ritmos rápidos de guitarra y los largos pasajes a vibrato de la guitarra al más estilo “Bloodlines” de Dethklok a su línea general más oscura y dura.

Lo épico va en aumento

De nuevo se acercan al otro extremo con el principio casi esperanzador de la guitarra acústica de “The Crowned Daughters”, que capitanearán en apariciones a lo largo del tema. Aquí introducen por primera vez, en uno de los pasajes acústicos, una voz melódica en modo dórico digno del folklore celta. El final de este tema, siempre de naturaleza acústica, queda enlazado de manera abrupta con la brutalidad que ofrecen desde la primera décima de segundo de “Dark Mother”, haciéndole en cierto modo de introducción como la calma que precede a la tormenta de uno de los temas más metidos en su faceta blackened.

Les gusta la idea de enlazar canciones, y de nuevo hacen uso de la ambientación de tormenta de “Dark Mother” para unirlo con el octavo tema, “The Werewolf Bride”, donde reducen de nuevo la brutalidad optando por fragmentos más melódicos, adquiriendo el teclado el protagonismo momentáneamente y absorbiendo a la guitarra.

No sucede lo mismo en “Pantheon Of TheNightside Gods”, tema que da nombre al álbum, que, a pesar de empezar con un bajo orquestal muy dramático que se completará más tarde con coros durante los más de dos minutos de introducción, la guitarra vuelve a adquirir el papel central con complicados y épicos riffs. De nuevo, incluyen voz melódica para darle aún más intensidad al estribillo. A mitad de tema disminuye la intensidad y la potencia casi al cero, para volver a entrar con un bellísimo pasaje orquestal que continuará hasta el final del tema.

El principio del final se acerca con “Nuns In The Purgatory”, compuesto íntegramente por un coral a capela digno del duelo en la catedral que nos anticipaba el primer tema, cuya presencia en un álbum de este tipo es tan escalofriante como conmovedor. El puesto de último tema del álbum le pertenece a “Maleficarum – The Veil Of The Moon Queen, Pt. 1”, un tema completamente orquestal que ya vio la luz junto al primer single en 2018, y que desde el principio nos marca con la profundidad de los contrabajos que se reiterará durante todo el tema. Para acabar, se entrelazan en un ritardando que encaminará el final definitivo del tema, con el que concluyen este primer trabajo debut.