Los de Salzburgo atacan de nuevo con un duodécimo trabajo lleno de riffs lacerantes e invocaciones a lo más oscuro de nuestras almas.

Cinco años han pasado desde que, con aquel ‘Totenritual’, el combo austríaco volviera a demostrarnos una vez más cómo se combinan a la perfección el death y el black metal. Nuclear Blast, el que ha sido su sello desde 2006, nos trae este nuevo LP de cuarenta y dos minutos de duración y una media de unos cuatro minutos y medio por tema.

A lo largo de estos cuarenta y dos minutos de metraje, podemos asistir a todo un despliegue de habilidades técnicas por parte del trío principal (Helmuth, Serpenth y el baterista de sesión David Diepold). A lo largo de los nueve temas del disco se puede sentir frialdad y oscuridad a partes iguales por obra y arte de temas que, sin centrarse especialmente en la brutalidad propia de estos géneros del metal extremo, tampoco carece de ella.

En cuanto a las letras, en este aspecto también hay una continuación respecto del trabajo anterior, en tanto que, alejándose de los tópicos sangrientos del satanismo de las bandas tradicionales de black metal, estos Belphegor de 2022 (y también de años anteriores) tratan de transmitir unas líneas filosóficas oscurantistas, de satanismo teológico, acordes con las líneas estrictamente musicales. Esto da al trabajo un plus de unidad muy agradecido de encontrar.

Las nueve fases del ritual

Lo primero que llama la atención de ‘The Devils’ es su portada, una portada incapaz de dejar a nadie indiferente, obra del que ha sido el ilustrador griego, habitual en los trabajos de la banda desde 2006, Spiros Antoniou. En ella se puede ver, en tonos mayoritariamente grisáceos, una especie de fiesta orgiástica de Baales y Baphomets, estos acompañados por mascotas draconianas, alrededor de un Cristo Expirante. Con todo, esta ilustración, al igual que el resto del trabajo (ahora entraremos en detalles) sigue lo que ha sido la tónica de Belphegor desde hace más de una década.

Para empezar a abrir boca, el tema que da nombre al disco ya nos pone en situación. “The Devils” es un tema (en principio) lento y majestuoso, pero también con una dosis importante de técnica y unos cambios que lo acercan a lo progresivo. A continuación, “Totentanz – Dance Macabre”, alude con su título, entre otras cosas, a autores como Stephen King o Neil Gaiman, pero también a un género literario tardomedieval. Basada en esto último, su letra nos habla de la universalidad de la muerte, pero encarnada en la pandemia cuyo final estamos intentando vislumbrar en el horizonte. Con todo, “Totentanz” es un tema clásico de black metal rápido y cortante, pero sin las estridencias ni la mala producción que caracterizó a este género en sus inicios.

“Glorifizierung Des Teufels” empieza con un “sencillo” arpegio de guitarra acústica que rápidamente da paso a un punteo eléctrico terriblemente mortuorio. En este tema se suceden las estrofas con y sin batería, rasgo que aumenta en cierto modo la solemnidad de otro tema lento. Si lo que habíamos visto hasta ahora estaba caracterizado por la solemnidad o por la rapidez, “Damnation – Hoellensturz” da un giro completo a ambos rasgos. Pese a ser también un tema de tempo lento, su característica principal es la pesadez. Dicho de otra forma. Sin dejar de ser (ni de sonar a) un tema de Belphegor, también suena, muy de lejos, todo sea dicho, a una suerte de gothic black metal.

En el ecuador de este ‘The Devils’ encontramos su pieza central (literal pero también metafórica), un medio tiempo titulado “Virtus Asinaria” y subtitulado con todo el acierto del mundo “Prayer”. Este es un tema totalmente atmosférico, pausado, solemne y cuya letra, enteramente compuesta en latín, parodia la escena del regalo de los magos de oriente al recién nacido salvador y además está cantada por un coro.

“Kingdom Of Cold Flesh” nos devuelve a cosas más mundanas, siendo este otro tema de black metal con todos los elementos que lo definen. En la misma línea sigue “Ritus Incendium Diabolus”, aunque en este séptimo corte se hace más palpable esa mezcolanza de death y black que ha venido caracterizando a la banda austríaca durante sus tres décadas de actividad. “Ritus Incendium Diabolus” es un tema también con notables partes progresivas, más orientado al death que el anterior y con un interludio coral, nuevamente atmosférico y de ritmo lento. Si hubiera que nombrar uno de los nueve temas de ‘The Devils’ el elegido sería este, por encima incluso de “Virtus Asinaria”.

Y la pareja final de este nuevo trabajo de Belphegor se inicia con “Creature Of Fire”, un tema de transición con altas dosis de ritualidad y, exceptuando algún que otro timbal ocasional, exento de percusión. Su peculiaridad reside en la combinación de los growls de Helmuth con una voz femenina tribal. “Creature Of Fire” nos da paso al bonus track “Blackest Sabbath 1997”, un tema también muy black, muy técnico y con partes muy diferenciadas. En él se alternan, aparentemente sin orden, pero con gran maestría, blast beats atronadores, riffs de un frío cortante y un breve solo de guitarra que, con todo el respeto que merecen los solos de “Glorifizierung Des Teufels” y “Damnation – Hoellensturz”, sirve a la perfección para finalizar un trabajo casi perfecto.

La entrada final al lado oscuro

‘The Devils’ nos presenta a una banda (o a un Helmuth, puesto que es él su principal motor) muy bien afianzada y asentada en su madurez. Como dije más arriba, este trabajo es un todo compuesto por una serie de elementos que en ningún caso desentonan entre sí. La producción está muy a la altura de la banda con la que estamos tratando. Nada suena fuera de lugar, todo está perfectamente calibrado y compactado. Tampoco las composiciones son nada trivial, como tampoco lo son ni la ejecución ni la voz de Helmuth.

Durante sus nueve cortes podemos escuchar coros, alaridos, guitarras acústicas… infinidad de matices, pero nada en exceso, nada que nos haga perder la noción de que Belphegor es una perfecta maquinaria de generar death black metal. Además, y esto ya lo hemos visto al inicio de esta reseña, las letras giran más, sin abandonar en absoluto lo oscuro en general y lo satanista en particular, en torno a temas filosóficos e incluso exixtenciales. Finalmente, este nuevo trabajo evoca una serie de atmósferas y sensaciones de forma clara e inequívoca. Con este disco sólo se pueden hacer dos cosas: disfrutarlo y felicitar al equipo que ha participado en él.

Franz S. Heiligen

Grupo:Belphegor

Discográfica:Nuclear Blast Records

Puntuación:7

Canciones:

  1. The Devils
  2. Totentanze – Dance Macabre
  3. Glorifizierung Des Teufels
  4. Damnation – Hoellensturz
  5. Virtus Asinaria – Prayer
  6. Kingdom Of Cold Flesh
  7. Ritus Incendium Diabolus
  8. Creature of Fire
  9. Blackest Sabbath 1997 (bonus track)

Año:2022-07-29