Balmog: Covenants Of Salt

Tal vez resulte chocante dedicarle una crónica entera a un lanzamiento que dura 18 minutos, pero en el caso de ‘Covenants Of Salt’ es mucho más que eso, puesto que estamos ante la continuación de aquel maravilloso ‘Pillars of Salt’ de hace un par de años.

Balmog es una de esas bandas, tan peculiares, tan personales y tan excepcionales que merecen todo el espacio que se les pueda dedicar en cualquier publicación que esté atenta a esos guiños y a esos destellos que se producen desde los puntos más profundos del metal en todas sus versiones.

Las advertencias que en algunos manuales se indican de “no trate de hacer esto en su casa” o “es preferible hacer esto o esto otro antes de lanzarse algo”, en el caso de Balmog indican que hay que escuchar ‘Pillars’ antes de ‘Covenants’ y es cierto, puesto que intentar entrar en Covenants sin haber buceado desde el principio hasta el final en ‘Pillars’, le despojaría de gran parte de su potencia y de su capacidad de sorprender.

El gran camino sigue adelante

Donde aquel primer ¿single? ponía el punto y seguido, con unas ganas enormes de que pidiésemos la continuación de aquello que ayer se nos estaba mostrando llega hoy, se pone por delante y se lanza al vacío sin piedad, sin miedo, con todo el valor que sabemos que estos gallegos tienen porque es una de esas bandas que los españoles tendrían que poner en lo alto de sus preferencias, dándole una patada a muchas de esas otras que vienen de Alemania, Finlandia, Suecia o donde sea y que creemos que son la biblia en verso cuando muchas veces, lo único que hacen es poner al día estructuras, ya manidas, sobadas y demasiado escuchadas.

No hay que olvidar que estamos tratando con una banda ya experimentada, que lanzaron en 2012 un prometedor trabajo de larga duración y que seis años después dejaron otro que afianzaba todas las esperanzas allí plantadas y, desde entonces, dejarse mecer en su bandcamp para degustar todo lo que editan (bueno y rascar el bolsillo) es una delicia para los oídos más exquisitos.

Es cierto que Balmog parte del black metal, no obstante, su concepción de este estilo traspasa fronteras, rompe cadenas y derriba muros, mucho más de lo que ya se está haciendo en esta vertiente del metal, una que juicio muy personal mío, es la que mayor evolución está presentando para el metal desde hace más de veinte años.

‘Covenants Of Salt’ tiene tantas aristas en sus poco menos de 20 minutos que intentar pulirlas todas sin cortarse y empezar a sangrar es una ardua tarea que no merece la pena llevar a cabo, porque lo que de verdad interesa de este trabajo es sentarse, disfrutarlo, dejar que te arranque el alma, que la hunda en el infierno, que la levante hasta el cielo que la embadurne por el desierto o que la arrastre por el corazón de un bosque bañado por la luz de la luna llena, y que de una vez por todas descubramos dónde hay una banda que reviente cabezas a través de su calidad, de su originalidad y de su poder como creadores de sonidos, muy personales originales, indescifrables y maravillosos.

Sin etiquetas

“Es que no me gusta el black metal”, se podrá decir mientras estás leyendo esto, pero ¿por qué utilizas etiquetas? ¿Por qué constriñes la creatividad con un par de palabritas en inglés? ¿Por qué no te arriesgas a creer y a convencerte de que esas etiquetas más que definir lo que hacen es reducir?

Balmog poseen un universo sonoro muy personal en el que cada capa, en el que cada instante, tiene vida por sí misma y eso es lo que les hace acreedores de una esperanza tan poderosa que muchos desean que se dejen de lanzar globos sonda de veinte minutos y nos arrojen a la cara, una piedra de tonelaje inmenso, en el que durante más de una hora nos dejen con la boca y los ojos abiertos tan abiertos que se nos vea el corazón y el alma.

Ellos han puesto el riesgo en crear ‘Covenants Of Salt’, ahora es el momento de personalizar ese riesgo y dejar que esa sal sea parte de nuestra vida… Ahora el grupo tiene un escalón, difícil, frente a sí: tratar la marcha de Javi Felez…