Para los seguidores de Backyard Babies, este “Sliver & Gold” representa uno de los discos más esperados de todo el 2019. Desde que la banda sueca se reuniera en 2014, tras su ruptura en 2009, solo habíamos tenido una muestra de su talento en el ya lejano “Four By Four”.

Éste, lleno de canciones talentosas y pegadizas, sello de la banda, recibió muy buena acogida entre los admiradores del grupo, llegando a ser un disco bastante querido aun sin ser su mejor trabajo. Cuando se anunció la edición de un nuevo trabajo de estudio de los escandinavos, todos esperábamos que este “Sliver & Gold” siguiera la estela del pasado “Four By Four”, aunque, a una primera escucha, la cosecha reciente suena bastante diferente.

Para este disco, las estrellas escandinavas han recuperado el sonido se sus orígenes, donde se encuentran numerosas reminiscencias a ese “Total 13” con el que dieron el salto definitivo a la fama. Las melodías de punk-rock y sleaze se mezclan en este disco con un nuevo toque de frescura y renovación. Backyard Babies pueden alardear de tener una formación estable desde que se fundó el grupo, siendo Nicke Borg (voz, guitarra), Dregen (guitarra), Johan Blomquist (bajo) y Peder Carlsson (batería) el cuarteto que ha grabado los 8 álbumes que a día de hoy forman la carrera de la banda.

30 años de rock n’ roll

Una imponente “Good Morming Midnight” es lo primero que nos encontramos al escuchar este Backyard Babies – Silver & Gold. La misteriosa distorsión que nos ofrece el riff de guitarra del inicio se complementa con la voz de Nicke Borg, que durante este track permanece bastante distante, incluso hasta cuando se une a los coros de sus compañeros de banda en el estribillo. Este tema es un excelente botón de muestra de todo que lo queda por venir en el disco, siendo un claro ejemplo de la dirección y tendencia que predomina en el álbum, con un claro retorno al sonido originario del grupo. Desde la primera nota, se encuentran las influencias del característico sleaze que popularizaron en Escandinavia hace tres décadas. Tras un par de escuchas, “Good Morning Midnight”, se antoja pegadiza, aunque no llega a los niveles del “Thi1rte3n or Nothing” de hace cuatro años.

“Simple Being Sold” llega más enérgica, con guitarras más agudas y afiladas y ritmos más punk. Escuchándola, tenía la esperanza de meterme por fin de lleno en el disco, pero eso no ocurre finalmente hasta “Shovin Rocks”, que es sin duda el hit de este álbum. Aunque sea una canción repleta de clichés, sus melodías se presentan de una manera pegadiza y potente. Los estribillos, cuyas letras encierran frases como: “I’ve been shovin’ 30 years of rock n’ roll” (he estado empujando 30 años de rock n’ roll), narran en cierta medida la trayectoria de la banda sueca a lo largo de los años. Además, sus gritos a golpe de “Rock n’ Roll” deberían hacer del tema la pieza de este álbum que mejor funcione en directo.

Que Backyard Babies tiene predilección por Kiss es algo que se sabe de buena tinta. Así pues, “Ragged Flag” se presenta con enormes reminiscencias al “New York Groove” de los americanos (quienes son una de sus principales influencias), sobretodo su inicio. Del mismo modo “Yes to All No” toma prestadas algunas notas del “(Don’t Fear) The Reaper” de Blue Oyster Cult. Su parsimonioso comienzo irrumpe en compases más contundentes, alternándose esta fórmula durante todo el tema. “Bad Seeds” estalla retomando de nuevo las influencias sleaze-punk.  Otra vez los suecos se han inclinado por escribir un tema con gancho y directo, que cumple su función sin mostrar mucha variedad.

Total 13

Las voces de Nicke Borg y Dregen quedan unidas en “44 Undead”, sus orígenes vuelven a estar más que presentes, pareciendo esta una canción sacada de ese mítico “Total 13”. Aunque este tema tiene algo más, y es que nada más se escucha se ven unos tintes muy hellacopteros, que quizá sobresalen demasiado. El corte que da título al álbum, “Silver & Gold” se manifiesta alegre y efusiva. Junto a “A Day Late in My Dollar Shorts” le vuelven a dar un enfoque punk. Ambas presentan una estructura parecida, aunque lo suficientemente distintas para que suenen demasiado repetitivas.

El toque melancólico lo encierra en sus entrañas “Laugh Now Cry Later”. Una balada made in Backyard Babies que es capaz de emocionar a cualquiera con sus letras. No es una canción compleja ni con numerosos giros, pero el punto de emoción lo marca sin duda la forma en que Nicke Borg interpreta los versos en este tipo de temas. Los punteos de la guitarra acústica, además, quedan bien armonizados con las notas de piano y la armónica. Una pena que este tema vaya a quedar fuera de los setlist de su próxima gira.

Con todo esto los escandinavos han intentado regresar a lo que fueron sus orígenes, con un disco potente y a la vez fresco, aunque quizá el resultado no haya sido del todo como se esperaba. Me temo que será un disco que para los fans pasará sin pena ni gloria, pues le falta algo de alma. Habrá que ver cómo suenan los temas de este nuevo “Sliver & Gold” en directo, pues el mes que viene Backyard Babies estarán tocando en Madrid y Barcelona.

Tamara Ruiz

Grupo:Backyard Babies

Discográfica:Century Media

Puntuación:6

Canciones:

  1. Good Morning Midnight
  2. Simple Being Sold
  3. Shovin‘ Rocks Ragged Flag
  4. Yes To All No
  5. Bad Seeds
  6. 44 Undead
  7. Sliver And Gold
  8. A Day Late In My Dollar Shorts
  9. Laugh Now Cry Later

Año:2019-03-01

Votación de los lectores:5