Auri: II – Those We Don’t Speak Of

Mucha gente se preguntará que quienes son Auri, pero el hecho de contar con Tuomas Holopainen de Nightwish entre sus miembros hace que el proyecto tenga cierto alcance dentro del mundo del rock y el heavy metal, aunque su música poco o nada tenga que ver con estos estilo

Auri nace originariamente en 2011 de la conexión especial de Johanna Kurkela, Tuomas Holopainen y Troy Donockley -otro miembro de Nightwish-, presentándose al mundo por primera vez en 2018. Ahora, para su segundo disco, han unido a ellos al talentoso percusionista Kai Hahto para esculpir mundos fantásticos completamente propios, dentro de un estilo folk/celta/medieval incluso new age.

El nuevo disco, ‘II – Those We Don’t Speak Of’, está compuesto por las teclas de Tuomas, el arsenal de flautas de Troy, la inclusión de instrumentos populares y un toque mágico en las letras y paisajes sonoros, donde la voz melódica de Kurkela sirve para llevar al oyente a un mundo casi celestial. Los propios Auri te presentan así este disco: “Sitúate por un momento en las tierras de los sueños y comprueba cómo las cosas mundanas se convierten en milagros de otro mundo».

Cierra los ojos y relájate

Para sus miembros clave, Auri es una salida creativa que no está limitada por las ideas preconcebidas causadas por sus otras bandas y sus respectivas audiencias. Dejan de lado las guitarras y las baterías, las distorsiones, y se sumergen en una música que podría ser una mezcla de Enya, Mike Oldfield -en su lado más instrumental- con toques de Blackmore’s Night. Todo suena muy bonito, muy limpio, pero hay que saber a lo que te enfrentas para sacarle todo el provecho.

La intro “Those We Don’t Speak Of”, es bastante aterradora, como si de una película de terror se tratara. En “The Valley”, la voz de Kurkela dirige un buen estribillo rodeado de violines y acordeones. “The Duty Of Dust”, una de las más extensas, hace un uso de sintetizadores que recuerdan- por aferrarnos a referencias del mundo del metal- a melodías que podrían haber compuesto Blind Guardian en álbumes como ‘Legacy Of The Dark Lands’. Las voces masculinas en el estribillo hacen de este uno de los temas más interesantes, con ese in crescendo tan típico de las bandas sonoras que se produce a partir de la mitad de la canción.

El momento Mike Oldfield llega con “Pearl Diving”, solo de guitarra marca de la casa incluido. Una canción que sí tiene un formato más de canción pop, con una percusión que sin ser demasiado protagonista siempre acompaña de una manera acertada a la magia que rodea canciones como ésta.

Buena señal si has llegado hasta aquí

El disco continúa con temas más experimentales, como la extensa e instrumental “Light And Flood”, con pasajes realmente épicos y orquestaciones en la parte final que la hacen ser una de las mejores del disco. “It Take Me Places” se inicia a ritmo de banjo y flauta, con una Johanna Kurkela excepcional. El sonido del violín que también interpreta Johanna, presenta, “Scattered To The Four Winds”, que habla del ciclo de la vida. Cierra el disco “Fireside Bard”, donde de nuevo los bardos y los arreglos de cuerda te hacen sentir que te encuentras en la tierra media.

‘II’ no es un disco simple aunque no haya instrumentos de metal. Tras la primera escucha, podría ser un disco que se descartara fácilmente ya que existen muchos discos por descubrir en estos tiempos y puede dejar al oyente desubicado. Si le das más escuchas, y te sumerges en el mundo de los sueños que Auri intenta transmitir, puedes disfrutar mucho de este disco. Eso sí, es un álbum para escuchar en momentos muy concretos y situaciones donde se busque una música para momentos de relax, de paz, que haga mantener la tranquilidad en cuerpo y mente durante la escucha del disco.