As I Lay Dying: Shaped By Fire

Vuelve As I Lay Dying nada menos que siete años después de su último disco, un periodo de tiempo en el cuál han sido protagonistas cuestiones puramente extra musicales de lo más peliagudas. Pero con ‘Shaped By Fire’ todo ha vuelto a la (supuesta) normalidad. Una de las bandas punteras del metalcore norteamericano ha querido dejar bien claro cuál es su sitio.

A mediados de la década pasada As I Lay Dying fue uno de los grandes baluartes del denominado metalcore, que estaba sacudiendo los cimientos de la música extrema con su amalgama de momentos melódicos y explosiones de músculo metalero propias del hardcore o el thrash metal. Tal estilo había recogido el testigo de un nu metal que se encontraba en un estado de debilidad alarmante, con formaciones como Linkin Park o Korn intentando buscar su nuevo sitio en el mapa. Aquí fue donde la banda de San Diego, capitaneada por Tim Lambesis, se abrió camino hacia el estrellato, compartiendo barco con grupos que se han mantenido en lugares privilegiados del panorama metalero tales como Killswitch Engage, Trivium o Bullet For My Valentine entre otros.

Tanto ‘Shadows Are Security’ (2005) como ‘An Ocean Between Us’ (2007) tuvieron una gran acogida por parte de público y crítica, y fueron los culpables del ascenso de popularidad –principalmente en Estados Unidos- del quinteto.  Todo parecía seguir su camino natural después de otros dos trabajos de estudio, pero en 2013 todo se torció: Lambesis fue detenido. Jarro de agua fría para todos seguidores de As I Lay Dying. La autodestrucción del grupo fue inmediata, ya que no se vislumbraba un futuro sin el musculado cantante. Durante estos tiempos de oscuridad el resto de miembros crearon a unos Wovenwar que nunca consiguieron calar lo suficiente entre el público.

Vuelta por la puerta grande

En 2017, con un Tim Lambesis ya en libertad, los rumores de una vuelta de As I Lay Dying se hicieron cada vez más grandes. Tanto por las declaraciones de los propios músicos como por las especulaciones de la prensa, aquello tenía todas las papeletas de volver más pronto que tarde. El videoclip de “My Own Grave”, que estuvo disponible en Junio de 2018, fue el primer atisbo de realidad de la reunión. Más de un año después tenemos en nuestras manos ‘Shaped By Fire’, o lo que es lo mismo, el mejor disco de la carrera de los norteamericanos. Alguno rasgará las vestiduras al escuchar dicha afirmación, pero sin duda cualquiera de las obras anteriores palidece en una comparación directa con el álbum que nos ocupa.

Esta vez la producción del disco corre a cargo de la propia banda, que ha prescindido de cualquier opinión externa, a sabiendas que no era un disco más, sino el que tenía que volver a situarles en el candelero. “Burn To Emerge” sirve como introducción–con una duración casi anecdótica- a “Blinded”, que con sus poco más de 3 minutos nos resume perfectamente lo que nos va a venir encima. Aquí no hay arreglos de cuerda como los últimos discos de Architects o Parkway Drive, solo cinco músicos exprimiendo al máximo sus instrumentos. La labor de Jordan Mancino con las baquetas es digna de mencionar.

El ya conocido tema título es el siguiente en aparecer, donde se ponen todas las cartas encima de la mesa sin titubeos: una intro de batería da pie a un riff rítmicamente impecable seguido del primer alarido, que sienta cátedra y da una masterclass de cómo se tiene que realizar un gutural.  Tampoco tarda en llegar demasiado el primero de los estribillos del tema, esos que tan bien ponen el contrapunto a tanta brutalidad instrumental. El bajista Josh Gilbert se ha lucido sobremanera como encargado de interpretar los susodichos coros a lo largo del disco. Su mejor trabajo vocal desde su llegada en 2006.De hecho es probablemente, junto con Jason Cameron de Bury Tomorrow, la mejor voz melódica del estilo.

El sonido de la verdad

«The Undertow» no varía demasiado en estructura, siguiendo una senda de canciones muy veloces a la que va a poner un poco de pausa (no olvidar lo que puede entender As I Lay Dying por pausa) «Torn Between», con su aire más cercano al groove. Los tresillos galopantes de “Gatekeeper” nos traen la composición más oscura del plástico, que a estas alturas ya empieza a oler a obra maestra por todas y cada una de sus esquinas.

En la segunda mitad, lejos de decaer y entrar en un terreno farragoso y menos inspirado, nos encontramos las dos verdaderas gemas de este ‘Shaped By Fire’, los dos cortes con alma de hit y de futuro clásico: “My Own Grave” tiene muchas papeletas a su favor para conseguir el título de mejor canción de su discografía, y con esto creo que no necesita mucha más carta de presentación.

Será la encargada de crear una nueva legión de fans entre aquellos que eran demasiado jóvenes hace un lustro, apoyada por supuesto en la posterior “Redefined”, que vuelve a demostrar un gusto exquisito a la hora de entrelazar las melodías con el metal más pesado. La vuelta de As I Lay Dying es uno de los regresos más esperados y han cumplido con creces, superando por mucho las expectativas que había a su alrededor. Aspirante a disco del año.