Architects: the classic symptoms of a broken spirit

Cuando la primera escucha de un disco recién editado de una de esas bandas que llevan años volándote la cabeza no provoca la necesidad imperiosa de volver a darle al play de forma inmediata, no siempre es algo negativo. En el caso de Architects es toda una demostración de audacia y autoconfianza.

‘the classic symptoms of a broken spirit’ se deja de trampantojos desde el primer contacto visual, esa portada limpia, sencilla, blanca y con una fuente tipográfica más cercana a un artista electrónico que a cualquier otro de los sonidos metal. Nada hace presagiar la tormenta que se esconde dentro, sí, tormenta, porque hay atronadoras tormentas en las que el espectáculo y la tensión se aprecian tras las nubes y, cuando estallan, pillan desprevenido a quien no prestaba la debida atención.

La lógica del pasado y la esperanza del futuro

Tras la apabullante tormenta de creatividad y originalidad de 2021, el año que ahora estamos transitando, 2022, da la sensación de estar un peldaño por debajo, nada más lejos de la realidad (aunque esto daría para un debate profundo y extenso sobre qué tipo de artistas son los que están elevando el nivel). Vivimos un fenómeno en que ciertas bandas se ponen en entredicho por el material que editan, en un ejercicio de ceguera inconsciente por parte de público y crítica.

Si alguien mete en ese saco a ‘the classic sympthoms of a broken spirit’ será porque a) no escuchó el disco con atención, b) no llegó a entender qué es lo que hoy en día están haciendo Architects o c) todas las respuestas son correctas. Sí, no hay, en este caso, debate: es un discazo incontestable. Otra cosa bien distinta es que no sea el discazo incontestable que muchos estaban esperando. Pero ese no es sino un problema personal de cada quien.

¿Cómo llegan Architects aquí? Fueron una banda (creativamente hablando) algo anodina e incluso errante hasta que hicieron click y crearon ‘Lost Forever // Lost Together’ (2014) y a partir de ahí pasaron a ser una bestia creadora de emocionantes trabajos: ‘All Our Gods Have Abandoned Us’ (2016), una cima que parecía insuperable, ‘Holy Hell’ (2018) su disco más crudo, personal y oscuro y ‘For Those That Wish to Exist’ (2021) otra animalada que les devolvía luminosidad y fiereza. Negar a su nueva entrega la condición de paso hacia adelante, de esfuerzo evolutivo, de creatividad arriesgada y hacer una mueca para decir: No está mal, es minusvalorarlo sin criterios firmes.

La libertad de especular

Sin entrar a diseccionar tema a tema haciendo una disección de cómo está estructurado cada tema, de detalles técnicos propios de comentarista aburrido de fútbol, hay que arrancar como ellos proponen por “deep fake”, cerrar los ojos y dejarse caer al vacío porque el tema nos recogerá y mecerá. Son ellos, sí, sin duda y se abre el apetito por ver qué menú traen.

Y es algo que exige cierta valentía, como apreciar “all the love in the world” y su apertura hacia nuevos caminos (y públicos) sin que haya un ápice de condescendencia mainstream, algo que otras muchas bandas más valoradas están haciendo sin rubor alguno.

Claro está que lo más Architects de Architects en 2022 es el trallazo de “when we were young” y aun así, en ciertas capas, en determinados momentos, el espíritu de hoy se cuela y brilla… atención a las guitarras Jano que muestran de forma palpable esta dualidad maravillosa del disco.

Seguir con “doomscrolling” y “be very afraid” ayuda a entender y destapar las capas sobre las que se asientan. Insistir en que siguen siendo ellos, que su nivel no decae, es primordial. Toca hacer ese ejercicio de coach y ponerse en el lugar del otro: van hacia donde desean y nos invitan a acompañarles sin perder de vista que el destino, el recorrido y el ritmo lo marcan ellos, no nuestros anhelos.

Pese a todo si alguien quiere abrir los ojos de golpe, lo mejor es pinchar “tear gas” y reconocer de una vez que ‘the classic symptoms of a broken spirit’ está a un nivel mucho mayor de lo que la simple escucha acelarada puede detectar.

¿Hacen falta más ejemplos? “burn down my house” lleno de frases que parecen defender todo lo planteado hasta ahora: I’ll blame myself and no one else, Just hear the words I don’t say, I’m drifting like I’m oil in water… incluso sacadas de contexto abren la ventana al nuevo mundo interior del grupo del mismo modo que “living is killing us” acelera esa transición desde el descontento al disfrute absoluto.

Reconocer la realidad

Condensar el disco en una sola canción sería un absurdo, pero como ejemplo podría ser ‘born again pessimist’, sin ser el tema estrella, sin gozar de la aceptación más elevada en las plataformas, este tema tiene el carisma de representar qué es lo que hoy día Architects pueden hacer y estar orgullosos. Mantienen su esencia y la cubren de láminas de avance, de trazos de inconformismo musical.

Está cerca ya el final de año, época en la que se hace recuento de lo vivido y pasado, y la memoria de 2022 exige que Architects con ‘the classic symptoms of a broken spirit’ se aúpen a puestos bien altos en esas listas porque siguen siendo fieles consigo mismos, honrados con su historia, comprometidos con su legado y sinceros con sus seguidores, podrían coger sus cuatro trabajos anteriores y plasmar un puñado de nuevas canciones como un recorrido por ellos, pero decidieron hacer lo que saben que debían y eso es un ejercicio de creatividad musical y lírica, no tan alejada de lo que los últimos seis años están suponiendo para el grupo. Tal vez todo esto no llegue a convencer a nadie de las cualidades de este trabajo, pero debería perforar un minúsculo agujero por el que se colase la luz de la duda y derribar el muro de nuestras propias intransigencias para disfrutar de ‘the classic symptoms of a broken spirit’ como se merece.