Anomalie: Tranceformation

Los seis movimientos que componen 'Tranceformation' oscilan entre la cadencia de los pasajes etéreos hasta las tonalidades más oscuras del black metal, conjunción que otorga al álbum un tenor ceremonioso a la par de brutal.

Desde que Chris Marrock irrumpió en la escena con Anomalie desde la vereda del proyecto en calidad de solista en 2014 editando ‘Between The Light’, la música ejecutada por el Austriaco siempre ha mantenido una evidente predilección hacia las bajas frecuencias y crudas sonoridades.

Sin embargo, esta perspectiva desde donde apuntar hacia las tesituras clásicas del black metal, en ningún momento desoye el llamado a adosar la propuesta con elementos etéreos que dotan a su visión con un color solemne que por momentos rozan lo eclesiástico, siendo esta cualidad algo que estaba presente en aquel ya mencionado álbum primigenio, pero que fue explorando y revisitando de forma manifiesta desde ‘Visions’ de 2017 hasta la fecha.

Y tal como ha sido la experiencia de los anteriores larga duración, casi la totalidad del apartado instrumental del álbum recae en la figura de Marrock, sin embargo, para ‘Tranceformation’ ha habido espacio para sumar matices a la visión del compositor, contando en esta oportunidad con Lukas Schlintl en los parches, teniendo un cometido más que satisfactorio.

Pasivo Agresivo

El primer movimiento del álbum lleva por nombre “The Three” y nos introduce a las tonalidades de los siguientes 45 minutos de música, terrenos grisáceos donde la estridencia de la guitarra flirtea con la voz creando un entramado obscuro y solemne a la vez, teniendo espacio también para elementos ligados al folk lo cual alimenta el acervo desde donde se articula la variopinta -dentro de sus propios esquemas- dinámica del larga duración en toda su extensión, un corte cuya progresión hacia la épica lo hace ganar mucho después de una primera impresión.

Siguiendo similares derroteros, los primeros momentos de “Relics” nos vuelve a evidenciar ese halo ceremonioso de la propuesta, idea musical que se ve complementada cuando la voz de Nornaget (Enthroned) nos entrega los momentos más puramente ligados al black metal desde el apartado vocal.

“Alive” explora la dualidad de lo extremo, dado a que si bien en un comienzo, el corte saca el pie del acelerador, la progresión lo hace transitar hacia la brutalidad más arquetípica del black metal y en ambas facetas, Anomalie no presenta variaciones en cuanto a la intensidad de la ejecución, track inmersivo y que gráfica los dos universos convergentes que cohabitan en ‘Tranceformation’.

“Nemesis” toma las estructuras de los momentos más extremos del álbum y sin ser un tema clásico en lo que black metal refiere, si es más puro en cuanto su interpretación, porque si bien volvemos a encontrar ese clima solemne que envuelve al disco, este se encuentra mucho más contenido, cediendo terreno para la conformación ligada al gutural.

“Cerulean Sun” nos devuelve al vértigo y la experimentación dentro de la brutalidad, siendo un corte acelerado y con distintos momentos tanto en lo vocal como en lo instrumental, la complementación dual entre el inquietante riff que articula el track en conjunto a la presencia de un dulce sonido de violín nos entregan uno de los momentos más conseguidos y que mejor interpreta el tenor del álbum.

La participación de Sakis Tollis de Rotting Christ es fundamental para articular y concatenar aquella dinámica, llegando al final “Eternal Burden” nos vuelve a situar en ese halo siniestro de procesión que mantiene el álbum, esta vez acompañado con un riff y un continuum instrumental que bebe desde las vertientes más puras del black metal.

Virtud en la anomalía

Los momentos más conseguidos de ‘Tranceformation’ es cuando gira la brutalidad de su propuesta hacia la frecuencias más etéreas y personales de la visión del autor, ya que de ninguna manera se trata de una disminución en tanto intención de la intensidad impregnada al tenor musical, sino que dichas variaciones se sienten como parte de la orgánica de los seis movimientos que componen al álbum como un todo, estando ambos mundos sonoros justificados en su aplicación y unión.