Jeff Waters es una de las figuras del thrash metal a nivel mundial sin ningún tipo de dudas. Pocos músicos desprenden esa pasión e ilusión por lo que hacen, y esa confianza ciega después de tantos lustros en el negocio.

Es posible que Annihilator sea una de las bandas más injustamente tratadas en el estilo y aunque discos como ‘Alice In Hell’, ‘Never Neverland’ y «Set The World On Fire» son más que reconocidos y han creado escuela, no se han visto con los mismos ojos todos sus lanzamientos posteriores. Es de recibo reconocer que pocos de sus discos de las últimas décadas han alcanzado la calidad de los citados primeros álbumes e incluso parece inevitable que se hayan quedado en tierra de nadie. No están en el olvido, pero tampoco revientan salas en la actualidad.

Que Waters sea el principal compositor de los 17 discos de estudio hasta la fecha, y que a lo largo de la carrera de los canadienses la entrada y salida de diferentes   miembros haya sido tan común como quien se cambia de calcetines, son varios factores que han podido influir en ese estancamiento. Aunque dichas cuestiones poco le importan al fan medio de Annihilator, que lo único que espera a estas alturas es disfrutar sin demasiados devaneos mentales de cada entrega.

Recordando la primera etapa de la banda

Confesaba Waters que este ‘Ballistic, Sadistic’ es un ejercicio de recuperación de la esencia primitiva de la banda. Esa que tan buenos resultados les dio en su mayor momento de gloria y que fueron los pilares de su creación. No le falta parte de razón al artista de Ottawa y a lo largo de las canciones de este álbum nos topamos con varios guiños al pasado, pero como viene siendo habitual en sus últimos trabajos, le falta ese plus de calidad compositiva para que destaque dentro de su vasta producción.

Por otra parte, es difícil no caer rendido al buen rollo y a las ganas que emanan Waters y compañía. La entrada con «Armed To The Teeth» recuerda al material clásico de la banda y la voz de su líder hace que olvidemos el gran trabajo de Dave Padden o del difunto Randy Rampage. Nadie puede educar a su hijo tan bien como su propio padre.

Hay muchas más canciones que consiguen conectar con sus seguidores de forma automática como  la rapidísima «The Attitude» o la agresiva «Psycho Ward», de las mejores de todo el trabajo. Las guitarras de este disco han estado trabajadas al dedillo y se nota en este tipo de cortes al igual que en “I Am Warfare”, que a pesar de que llega a saturar con esa manta de riffs en sus primeras escuchas, también es de las más selectas del listado.

Abuso de esquemas

El problema de este disco y de los últimos de Annihilator es que abusan de ciertos esquemas, y aunque no es que todo sea sota, caballo y rey, se echa de menos que todas sus canciones sean joyas sonoras y aporten su personalidad al conjunto. Aunque no estén exentas de mérito, “Riot”, “Lip Service” o “Out With The Garbage” pasan sin pena ni gloria una vez que descorchamos la botella. La diversión esporádica está asegurada, el thrash metal tan personal de la banda está presente al igual que sus letras mordientes, pero no se retienen en la mente de forma perpetua y pasan a formar parte de planos secundarios. Hasta el final con  «The End Of The Lie» mantienen ese espíritu vintage con una ración extra de tecnicismos de primera, pero se quedan en eso, en un quiero y no puedo para salvar la papeleta.

Lo que no se le puede negar a Waters es su nivel de entrega, y casi coincidiendo con el final de la gira de presentación de su anterior ‘For The Demented’, ya tienen este nuevo disco en el mercado. Son muchos años de trabajo constante y no es necesario ser un sabio para saber que no siempre la cantidad es sinónimo de calidad.

Satur Romero

Grupo:Annihilator

Discográfica:Silver Lining Music / Neverland Music Inc.

Puntuación:7

Canciones:

  1. Armed To The Teeth
  2. The Attitude
  3. Psycho Ward
  4. I Am Warfare
  5. Out With The Garbage
  6. Dressed Up For Evil
  7. Riot
  8. One Wrong Move
  9. Lip Service
  10. The End Of The Lie

Año:2020-01-24

Votación de los lectores:5