The Great Heathen Army

El acercamiento a posturas menos agresivas ha permitido a Amon Amarth aumentar su número de seguidores. De hecho, no es la única formación que ha ido quitando brusquedad a su sonido para abrazar texturas más asimilables para el gran público.

Desde sus comienzos en 1992, Amon Amarth ha tenido claros sus ideales, transmitir el concepto de la mitología vikinga a través de sus letras e imagen. Consecuentemente, los suecos son una de las principales referencias cuando se habla de viking metal aunque, musicalmente, sus perfiles están orientados hacia el death metal melódico.

Con demoledora efectividad Amon Amarth fueron construyendo una coherente trayectoria presentando sólidas grabaciones, entre ellas ‘With Oden On Our Side’ (2006) y ‘Twilight Of The Thunder God’ (2008) rebosantes de energía, aunque sin excesivos malabarismos instrumentales.

Como cualquier banda que aspire a progresar, Amon Amarth fue perfeccionando sus composiciones y, tras ocho álbumes que respaldaban su paulatino ascenso, en 2013 llegó un punto de inflexión con la publicación de ‘Deceiver Of The Gods’, con un contenido mejorado en cuanto a composición y presencia de guitarras, además de contar por vez primera con Andy Sneap para todo el proceso de producción, lo que significó una notable mejoría en cuanto a calidad de sonido, superando el trabajo que había realizado aneriormente otra celebridad de los controles como Jens Bogren.

Con Jomsviking, publicado en 2016, se acentuaron la calidad sonora y los detalles compositivos, con los guitarristas Olavi Mikkonen y Jöhan Soderberg sobrados de inspiración, fue el álbum que puso en órbita a Amon Amarth para alcanzar el Valhalla y así pasar a codearse con los dioses del metal a un nivel superior. Además, Andy Sneap seguía ejerciendo de mago de los controles.

En 2019 publicaron ‘Berserker’ y si bien mantuvieron sus constantes vitales a un excelente nivel, resultó ser un álbum con altibajos en el que continuaban su acercamiento a posturas menos agresivas. La ausencia de Andy Sneap también fue otro aspecto a tener en cuenta.

Perfeccionando su sonido

Como es lógico, desde que iniciaron su trayectoria, la propuesta de Amon Amarth ha tenido variaciones. De los aspectos más ásperos y contundentes de sus inicios hasta la sofisticación actual hay un mundo de por medio. Las robustas raíces death han pasado por un proceso de refinamiento hasta conseguir atractivas armonías en un contexto que ha derivado hacia los perfiles emparentados con el heavy metal como queda plasmado en su nueva obra: ‘The Great Heathen Army’.

Grabado en Inglaterra en plena pandemia en un estudio instalado en una granja propiedad de Andy Sneap, los miembros de Amon Amarth confinados junto a Andy tuvieron la tranquilidad necesaria para construir sus nuevas composiciones.

El álbum arranca con “Get In The Ring”, una canción compuesta especialmente para Erik Redbeard, profesional de la lucha libre estadounidense, seguidor de la banda sueca y al que se puede ver representando a Thor en uno de los videoclips de ‘Berserker’. Un inicio en plan épico con armonías de guitarra llevando la iniciativa secundadas por una sección rítmica imponente donde bajo y batería exhiben todo su poder mientras Johan Hegg añade su inconfundible y cavernoso registro vocal.

“The Great Heathen Army”, que da título al álbum como un homenaje a todos los seguidores de la banda sueca, está dominada por un riff de sonoridad grave, dinámica contagiosa a medio tiempo y algunos efectos agudos de guitarra. “Heidrun”, es una pieza accesible sin demasiadas complicaciones, de atmósfera folk y estribillo pegadizo, mientras que “Oden Owns You All”, alterna la velocidad impulsada a través de la batería con medios tiempos de riffs guitarreros y el apoyo de sugestivas armonías.

Las sonoridades cercanas al heavy aparecen en el riff dominante de “Find A Way Or Make One”, tema de ritmo cadencioso con efectivas dobles armonías y donde aparecen un par de filigranas del bajo. Y ya que hablamos de heavy, “Saxons And Vikings” pone directamente el tema en el punto de mira al ser un tema en el que colaboran miembros de Saxon y que podría encajar perfectamente en un álbum de los británicos con pequeñas modificaciones. De ritmo vertiginoso, cuenta con la participación de Biff Byford que, además de colaborar en la letra, canta tanto en solitario como a dueto junto a Johan; asimismo Doug Scarratt y Paul Quinn añaden los solos de guitarra.

Otro tema que cuenta con tendencias folk es “Dawn Of Norsemen”, que incluye un sutil interludio de guitarras acústicas en mitad de un ritmo denso y recurrente combinado con armonías. En “Skagul Rides With Me”, se repiten los mismos esquemas de las canciones más sencillas del álbum, en cambio “The Serpent’s Trail”, que cierra la grabación, es un tema que contiene diversos elementos, entre ellos, partes orquestadas, atmósfera oscura y un ritmo sostenido con abundancia de armonías y partes vocales narradas.

Menos agresividad y menos velocidad

‘The Great Heathen Army’ confirma la tendencia de los últimos trabajos de Amon Amarth de suavizar la arquitectura de sus composiciones. Es evidente que hay menos agresividad y unos parámetros rítmicos más contenidos en cuanto a velocidad. Tienden a crear canciones accesibles de cara al mainstream. Todo esto no significa que el álbum carezca de garra, se mantienen los riffs poderosos, los ritmos robustos y la voz cavernosa de Johan, además de consolidarse la efectividad de las armonías.

Amon Amarth, han encontrado una fórmula que les ha dado importante rédito y se agarran a ella con todas las consecuencias. Seguramente, perderán algunos de los seguidores que los descubrieron décadas atrás pero captaran muchos más con está nueva tendencia de pulir su sonido. Es una aspiración muy respetable intentar aumentar la masa de seguidores y mientras lo hagan con la calidad que atesora ‘The Great Heathen Army’, bienvenidos sean estos “distintos” Amon Amarth.