Almanac: Rush Of Death

Tercer disco de Almanac, proyecto liderado por Victor Smolski, en el que el guitarrista continúa con su particular visión de la música, un disco cargado de letras épicas, arreglos orquestales y sobre todo mucho heavy metal.

Almanac fue fundado en 2015 por el guitarrista bielorruso Victor Smolski tras abandonar Rage después de militar en la banda alemana durante quince años. Diferencias creativas con Peavy llevaron a Victor a dejar Rage y embarcarse en su proyecto en solitario. Rodeado de conocidos y colaboradores del proyecto Lingua Mortis Orchestra, Victor sacó ‘Tsar’ en 2016, viendo la luz un año después el segundo álbum de la banda ‘Kingslayer’. En ese punto Victor decidió darle más fuerza al proyecto, renovando sus integrantes y buscando músicos más comprometidos y dispuestos a hacer grandes giras.

Con esta nueva formación, Almanac entró de nuevo al estudio para dar forma a este “Rush Of Death”, un disco en el que dos líneas argumentales son las protagonistas; las peleas de gladiadores y las carrera de coches. Dos ideas en principio poco relacionadas a las que Smolski sabe hacer mirar desde la misma perspectiva, una lucha en la que la muerte está muy presente.

Heavy metal con arreglos orquestales

Una de las cosas que más llaman la atención al mirar la formación de la banda, es la cantidad de cantantes que participan. El peso del disco lo lleva Patrick Shül y cuenta con el apoyo de Frank Bello (Gamma Ray) y Jeannette Marchewka, que lleva en la banda desde su formación en 2015 y que había trabajo anteriormente con Smolski en Lingua Mortis Orchestra. Esto podría ser un gran aliciente, pero en mi opinión las voces de Bello y Shül tienen un timbre similar y no aportan mucho el uno al otro y, por otro lado, la participación de Jeannette es escasa y pasa demasiado desapercibida.

En contraposición a lo que ocurre con las voces, el apartado musical es realmente bueno. Kevin Kott y Tim Rashid hacen un trabajo genial a la batería y al bajo respectivamente, dotando al disco una base rítmica muy elaborada y que permite a Smolski lucirse con la guitarra.

El disco comienza con “Predator”, una canción de corte clásico que bien podría haber pertenecido a un álbum de Rage. En este tema participan todos los cantantes del disco y se puede apreciar que esto no supone un gran añadido. “Rush Of Death”, el tema que da nombre al disco, posee algunos elementos de metal progresivo que la hacen más interesante. El tempo más lento de sus estrofas, así como los arpegios que suenan en ellas le dan un toque genial.

Gladiadores y pilotos

Y tras estos dos temas, pasamos a la parte más orquestal del disco, la parte dedicada a los gladiadores. “Let The Show Begin” es una intro que nos presenta la situación que se irá tratando en los próximos temas. “Soiled Existence” arranca con un riff machacón al que se le une los sonidos de la orquesta sinfónica de Minsk. En este tema la dupla Shül Bello suena mejor y sí se hacen contrapunto el uno al otro. No es un mal tema, pero tal vez un poco monótono.

La trama de los gladiadores continúa con “Bought And Sold”, una canción más rápida y metalera, en la que todos los músicos están a un altísimo nivel y con un estribillo muy bueno. Tras este tema volvemos a tener más historia en “The Human Essence”, para dar paso a “Satisfied”, un temazo de siete minutos y medio que posee una amalgama de sonidos y estilos que lo hace destacar por encima del resto. Un riff inicial que recuerda a Annihilator, un estribillo agudo y rasgado que podría haber sido cantado por Ripper Owens, sonidos orquestales, dos voces dándose la réplica al más puro estilo Avantasia y mucho más.

“Blink Of An Eye” deja a un lado el sonido orquestal y vuelve al metal más tradicional, en este caso con elaborados riffs con aire progresivo. Un tema un poco insulso en el que lo más destacable es el trabajo de los tres músicos que de nuevo están brillantes. “Can’t Hold Me Back” tiene un aire más alegre que el resto del disco, que en general es bastante oscuro.

El disco termina con “Like The Machine”, otro grandísimo tema en el que todos los participantes hacen un gran trabajo. Un tema instrumentalmente oscuro en el que las voces suenan muy agudas creando un contraste que suena de maravilla.

Diez canciones y una duración de cuarenta y siete minutos forman este ‘Rush Of Death’ de Almanac. Un disco en el que, en mi opinión, la composición instrumental está un escalón (o varios) por encima de la vocal, en el que hay varios temas flojos que no aportan nada pero que también tiene partes muy buenas, sobre todo en los temas orquestales, y que merece la pena escuchar.