Si hay un grupo que puede fardar de una solvencia musical que sostiene sobre la clase de irreverencia capaz de poner histéricos a los más puristas, este es sin duda Alestorm. La tripulación pirata del incorregible Christopher Bowes sigue en plena forma, y es que aún ebrios de ron y profiriendo los más absurdos juegos de palabras, siguen siendo una incansable fábrica de himnos de esta corriente a la que muchos llaman “party metal”.

El trabalenguas que he usado como titular de este review tiene una profunda razón de ser. Alestorm son de esas bandas que sencillamente quieren divertirse, hacen lo que les da la gana cuando componen y a las que no podría importarles menos la opinión de los puristas de internet que viven horadando la Metallum, y es normal.

En los últimos años la banda ha tenido una suerte de giro estilístico, dejando de tomarse tan en serio la premisa de ser un grupo temático pirata y embriagándose de lo absurdo y las ganas de fiesta. Esta perspectiva resulta refrescante en un panorama en el que las bandas se niegan a abandonar los estrechos límites marcados por su nicho de mercado, y es que por cada hater que les increpe por no practicar un folk metal puro y ceñido al black metal noruego, hay cien personas saltando al ritmo de “Mexico” o de la genial cover que le hicieron a la “Hangover” de Taio Cruz.

Sea como fuere, la banda simplemente hace lo que quiere. Si buscas un disco que solo habla de beber, te vas a llevar un chasco. Si quieres un disco imperdonablemente brutal, te vas a llevar un chasco. Si quieres un disco en el que cada canción te enseñe historia, te vas a llevar un chasco y probablemente deberías escuchar a Sabaton. Si quieres un poco de cada y estás dispuesto a dejarte sorprender, este trabajo tiene mucho que ofrecerte.

Entre la clase de historia y una tarde en el pub

El disco arranca con el que fuera el primer single que se lanzó para el ‘Seventh Rum Of A Seventh Rum’, un “Magellan’s Expedition” que presenta a los Alestorm serios e históricos de otros cortes tan queridos como “1741 the Battle of Cartagena” o “No Grave But The Sea”. En su momento mucha gente dijo que tenía un regusto muy Sabaton, pero lo cierto es que más allá de la temática histórica, nos encontramos ante una canción con un ADN 100% Alestorm, tanto en las melodías como en la ejecución de los momentos más grandilocuentes del tema.

No deja de ser curioso el interés que muestra Alestorm por la historia de España, y es que parece que el ser de fuera y hablar en inglés les protege de cualquier repercusión polémica que les pudiera salpicar desde la Gestapo moral de las redes sociales. Quiero decir, me gustaría ver lo poco que tardaría en ser cancelada una banda de power metal en castellano que dice cosas como: “Servimos al trono de Castilla” o “Cinco barcos zarpan bajo la enseña española, en nombre del Emperador”.

Aunque el nombre pudiera indicar que nos encontramos con otra canción histórica y solemne, lo cierto es que “The Battle for Cape Fear River” es un híbrido entre la precisión histórica y el cachondeo habitual de Alestorm. El tema cuenta la incursión más famosa del pirata más reconocible de todos los tiempos: Edward Teach “Barbanegra”, cuya riqueza obtenida de los saqueos llegó a ser tal que el mismísimo gobernador Charles Eden le ofreció la condonación de sus fechorías a cambio de un porcentaje, pero vamos, a estas alturas no nos vamos a sorprender de que un político se enriquezca con dinero obtenido a través de la violencia ejercida a la propiedad privada de personas inocentes.

La intro en 8 bits que a estas alturas ya es marca de la casa, da el pistoletazo de salida a “Cannonball”, un tema ecléctico que baila entre los muchos estilos que componen a los Alestorm de 2022, cuyo único punto de unión recae en unos versos que siempre serán directos y muy fáciles de corear. No es de extrañar que sea justo por temas así que la banda se haya labrado una reputación impecable en directo, tal y como dejaran registrado en el excelente ‘Live In Tilburg’ que lanzaron durante el confinamiento. Realmente, lo primero que me viene a la mente cada vez que escucho este tema es a cientos de borrachos vestidos de pirata coreando los estribillos, haciendo pogos y experimentando las sensaciones que justamente Alestorm quiere transmitir con su música.

En mi humilde opinión, considero que si hay un tema que vivirá para convertirse en un clásico de la banda con los años, este no es otro que “P.A.R.T.Y.”, un corte breve y marchoso que muestra a unos Alestorm que han perfeccionado su faceta más comercial hasta el punto de ser capaces de producir canciones que oscilan con descaro entre el pop discotequero y el folk metal con absoluta soltura. Está claro que no gustará ni a los más puristas ni a los fans más antiguos de la banda, pero a la vez supone a la banda embriagándose de la fórmula que llevan practicando desde que viraran hacia el “Party Metal” en 2017 con el excelente ‘No Grave But the Sea’.

Sin abandonar la miríada de influencias que no he cesado de mencionar, “Under Blackened Banners” inicia con una intro maquinera que recuerda a la que suelen poner antes de subirse al escenario, solo para seguir con un riff con un sonido y una pegada muy moderno, que, aunado a la voz gutural de Elliot Vernon, concluye en un corte que se siente como un hijo bastardo del power metal más coreable con el metalcore más pegajoso y pesado.

La impronunciable “Magyorszag” supone un hito para unos Alestorm que, aunque han incluido secciones en otros idiomas, nunca han escrito un estribillo entero en otro idioma como si han hecho aquí con el húngaro. Mucho debe haber tenido que bien su guitarrista húngaro Mateo Bodor, que entre otras ha conseguido que esta banda de piratas tenga una fiel y amplia base de fans en el país centroeuropeo, y que por primera vez colabora vocalmente en un tema de la banda.

La cañera “Seventh Rum of a Seventh Rum” tiene un arrojo que transporta automáticamente a ese glorioso debut llamado ‘Captain Morgans Revenge’, pues su arrolladora base rítmica solo sirve para elevar una melodía folk muy pegadiza y un estribillo grandilocuente que no se avergüenza de ser épico pese a lo extravagante de su contenido. Y no, para el que tuviera alguna duda, más allá del título no hay ningún guiño a Iron Maiden en la estructura o en el contenido de la canción.

“Bite The Hook Hand that Feeds” se encarga de mantener la intensidad por todo lo alto con una batería apabullante que permite que Peter Alcorn pueda lucirse tras lo platos, mostrando en todo su esplendor la faceta más agresiva de la banda. Aún así, algo que Alestorm hace con una maestría no especialmente sutil es alinear agresión y poder con su irreverente y mordaz sentido del humor, aún cuando aquel que no hable inglés puede estar convencido de que se trata de una canción más seria que el cáncer.

“Return to Tortuga” es un tema que en su momento me pillo total y absolutamente por sorpresa. Antes de sumergirme en el disco per se, me dio por leer las letras un poco en diagonal, y al llegar a este tema, me sorprendió encontrarme con la misma letra que “Tortuga” de su trabajo anterior, llegando a pensar que se trataba de un error en el documento. Para entender un poco de que hablo, el corte del anterior ‘Curse of the Crystal Coconout’ se trata de una adaptación que hizo Bowes de una canción de rap que consideró imposible de convertir en una que fuera 100% de metal.

Pese a todo, parece que al bueno de Chris se le debió quedar la espinita clavada, y el resultado es una canción que más allá de la letra, no podría tener menos en común con su predecesora, pues lejos de la juerga medio rapera medio pachanguera de la primera, en este caso nos encontramos con todo un cañonazo de power metal moderno que cambia desde la estructura hasta la melodía, resultando no solo en un corte mucho mejor, sino en una de las grandes ganadoras de este ‘Seventh Rum of a Seventh Rum’.

“Come to Brazil” es sin duda la canción más cachonda e irreverente de todo el álbum (lo que ya es mucho decir), pese a que no debería ser una sorpresa si tenemos en cuenta que es un tema creado a partir de un meme. Musicalmente supone la heredera natural de cortes como “Fucked With an Anchor” o “Shitboat (No Fans)”, tanto por lo absurdo de su premisa como por una estructura punk directa, sencilla y concisa.

Finalmente, “Wooden Leg (Part III)” supone una culminación algo atípica para la triología de desventuras de su curioso protagonista. Si la primera parte era una canción muy punk y la segunda era una épica que aunaba mil estilos, en este desenlace nos encontramos una suerte de balada power metalera que sirve de música para el entierro del personaje que protagoniza las canciones, que al final de la segunda parte encontró la muerte al serle sustraída la cabeza, algo que muchos médicos y Luís XVI insisten en que no es en absoluto saludable.

Los Alestorm más Alestorm (los mejores Alestorm)

Al final del día, “Seventh Rum of a Seventh Rum” es uno de los discos más curiosos sobre los que he tenido que opinar, aunque no en el mal sentido. En muchos aspectos es más Alestorm: más fiesta, más bromas y más juegos de palabras con a jerga de piratas. Por un lado, si no te gusta su humor, no va a empezar a hacerlo ahora. Pero por el otro, sigue siendo una prueba incuestionable de que la banda capitaneada por Christopher Bowes sigue estando en plena forma en el estudio, y que más allá de las locuras que decidan llevar a cabo, tras ellas sigue habiendo una cohesión artística que hace de ellas algo memorable.

Son de las pocas bandas que pueden alardear de no tener un solo mal trabajo en su discografía, habiendo sido capaces de engendrar al menos un clásico con cada lanzamiento, y su buen estado de forma compositivo se traduce en unos directos cautivadores y enérgicos, por lo que, mientras la entrañable banda de piratas de Bowes siga trabajando sobre esta dinámica, tenemos Alestorm para muchos años.

Este verano trata de hacer una cosa. Cuando estés sudando en tu coche, conduciendo apresuradamente hacia una fiesta que te haga olvidar que tus días en la playa están llegando a su fin, pon ‘Seventh Rum of a Seventh Rum’ en su integridad. Si no te entran ganas de beber hasta perder el sentido, de embarcarte en un navío en busca de aventuras y de disfrutar de chistes absurdos al calor de una noche sin luna, entonces, amigo, Alestorm nunca fue para ti. Si por lo contario estas son las sensaciones que te suscita esta música, en nombre de la banda solo puedo decirte una cosa: bienvenido a la tripulación.

Marc Fernández

Grupo:Alestorm

Discográfica:Napalm Records

Puntuación:8

Canciones:

  1. Magellan’s Expedition
  2. The Battle for Cape Fear River
  3. Cannonball
  4. P.A.R.T.Y.
  5. Under Blackened Banners
  6. Magyorszag
  7. Seventh Rum of a Seventh Rum
  8. Return to Tortuga
  9. Come to Brazil
  10. Wooden Leg (Part III)

Año:2022-06-24