Tres años después del aclamado ‘No Grave But The Sea’, un ocupadísimo Christopher Bowes ha vuelto a reunir a su tripulación de piratas para lanzar su sexto trabajo de estudio: ‘Curse Of The Crystal Coconut’.

El título en sí mimo ya es el más irreverente en la discografía de un grupo que en los últimos años parecen haber invertido todos sus activos en lo absurdo y lo descabellado, en una fórmula que, sin embargo, parece haber engendrado a la gallina de los huevos de oro.

Esperar lo inesperado

¡Oh wow! ¿Un disco de Alestorm lleno de situaciones surrealistas, letras absurdas y continuas invitaciones a la fiesta y a la ebriedad? Me pinchan y no sangro. Han pasado ya doce años desde ‘Captain Morgan’s Revenge’, y desde que muchos pensaran que el grupo era una suerte de reinvención de Running Wild. Hoy por hoy, con Alestorm toca esperar lo inesperado, más con una mente como la del señor Bowes orquestándolo todo, que un día te compone un disco de Gloryhammer y al siguiente un álbum sobre un plato de judías.

Por si no quedará claro, el primer adelanto del disco corresponde al que también es el primer tema del trabajo, un “Treasure Chest Party Quest”, juerguista y pegajoso que sigue las líneas de otros himnos de la banda como “The Sunk’n Norwegian” o “Drink”, que pese a todo ha sido criticada porqué la banda cometió la imperdonable felonía de aparecer ataviada con chándales y gorras como si se tratara de un videoclip de reggaetón o de rap.

Vamos a ver. Alestorm copiaron el videoclip y las melodías pop de Lady Gaga en “Magnetic North”, y ahora han hecho una letra que habla de estar metidos en la música solo por la pasta y la juerga, es decir, utilizando la jerga e incluso el ideario de varios raperos. Si esperas que Alestorm se dejen encasillar por los estrechos y muchas veces agobiantes estándares que las bandas se han autoimpuesto, mucho me temo, que entonces nunca han sido para ti para empezar.

 

“Fannybows” de hecho comienza con una de esas melodías tan poperas con la que a los piratas les gusta jugar para hacer cantar al público justo antes de hacer que se destruyan en un implacable wall of death, aunque solo el tiempo justo antes de exclamar de nuevo el título de la canción. A lo largo del trabajo ha habido varias colaboraciones, algunas perpetuas, como Ally Storch desde el violín, aunque el primer invitado en hacer acto de presencia, es Vreth de Fintroll en la thrashera “Chomp Chomp”, pero ¿qué hay mejor que un riff pesado, un ritmo disparado y una voz gutural para una canción que habla de una tripulación siendo devorada por un caimán?

Rap, hip-hop y lo que se tercie

Una breve introducción narrada de Bowes de introduce de lleno en “Tortuga”, con un ritmo sincopado que, aunque al principio solo suena ligeramente rapero, termina cayendo absolutamente por los derroteros más hip hoperos. Muy en la línea de Alestorm, “Zombies Ate my Pirate Ship” contiene a la vez la melodía y los coros más épicos del trabajo con el título más absurdo, al que hay que sumarle una excelente colaboración femenina como contrapunto que una vez más sirve para demostrar que lo grandilocuente no siempre ha de ir de la mano de lo ominoso.

“Call of the Waves” se presenta como el tema más serio y épico del trabajo, muy en las líneas de lo que “No Grave But the Sea” fue en su anterior entrega, aunque también bebe mucho de la herencia de “Over the Seas”, y es que parece que por un momento la banda decide aludir temas tan powermetaleros como la libertad y le heroicidad. Supone un contraste que encaja a las mil maravillas con el aura desenfadada del resto del disco, trasmitiendo que, de algún modo, entre juerga y juerga, siempre hay espacio para mirar al horizonte y ponerse filosófico.

Una breve y divertida “Pirates Scorn” sirve para hablarnos del famoso coco de cristal que da nombre al álbum, con un ambiente festivo y más relajado que perfectamente podría haber sonado en alguna suerte de tugurio pirata del s.XVII, mientras que el Captain Yarrface de Rumahoy hace su aparición en la divertida retahíla de insultos que es “Shit Boat (No Fans)”, jugando con esa falsa rivalidad que existe entre estas dos bandas de piratas que, sin embargo, se llevan fenomenal, y sirve para mantener el tono para “Pirate Metal Drinking Crue”, que una vez más reúne la irreverencia de la banda con su facilidad para demostrar su amor por las bebidas espirituosas (preferiblemente el ron).

Antes de hablar de la próxima canción, toca explicar brevemente el enrevesado y dantesco lore que hay detrás de las canciones de Alestorm. En ‘Sunset of the Golden Age’ sacaron un tema llamado “Wooden Leg”, que nos cuenta las desventuras de un marino inglés que pierde ambas piernas combatiendo contra los españoles, y que, tratando de ahogar sus penas en alcohol, terminó peleando con un ninja japonés que le corto ambos brazos, dejándole las cuatro extremidades convertidas en prótesis de madera.

Seis años después, nos ha llegado la continuación de tan trepidante historia, y es que el desafortunado tullido decide vengarse de sus agresores, cortándole al japonés los brazos y al español las piernas, con el fin de ponérselos él y volver a la normalidad. Sin embargo, los miembros le poseen, y en unos interludios narrados en japonés y castellano respectivamente, se nos comunica que las piernas solo piensan en ir a Madrid mientras que los brazos solo quieren beber cerveza. Con la broma, con 8:06 es el segundo tema más largo de Alestorm, solo por detrás de “Sunset of the Golden Age”, y logra triunfar como un experimento que aúna las variopintas influencias de la banda con su ya emblemático sentido del humor.

Finalmente, y tras la montaña rusa del tema anterior, “Henry Martin” cierra el trabajo como una pseudobalada, y es que es lo más cerca de lo que Alestorm podrán estar jamás de una auténtica balada, por lo que, si esperas una conmovedora y épica balada folk, lo siento mucho, porqué te vas a llevar un chasco.

En definitiva, ‘Curse of the Crystal Coconout’ es más Alestorm, solo que no han dejado de crecer desde el ambicioso ‘Sunset of the Golden Age’, y parece que han decidido apostar al máximo por la imagen fiestera y humorística del grupo, dejando paulatinamente atrás elementos puramente piratas, lo que puede crear cierto desagrado por parte de sus fans más antiguos. Por lo demás, solo puedo recomendarte comprar este nuevo trabajo, ponerlo a toda ostia en tu próxima fiesta y beber al ritmo de los himnos que esta loca banda de piratas consigue crear cada vez que se sientan a componer.

Marc Fernández

Grupo:Alestorm

Discográfica:Napalm Records

Puntuación:9

Canciones:

  1. Treasure Chest Party Quest
  2. Fannybaws
  3. Chomp Chomp
  4. Tortuga
  5. Zombies Ate My Pirate Ship
  6. Call of the Waves
  7. Pirate's Scorn
  8. Shit Boat (No Fans)
  9. Pirate Metal Drinking Crew
  10. Wooden Leg Part 2 (The Woodening)
  11. Henry Martin

Año:2020-05-29