Corvus V: Advenæ

El estilo particular con tintes electrónicos y variadas influencias de Corvus V toma forma en ‘Advenæ’, nuevo álbum de un proyecto de escasos años de vida que demuestra que ha venido para quedarse.

El estado en el que se encuentra la industria musical no impide que ‘Advenæ’ sea recibido con cariño por los seguidores una banda que está contando los días para poder subirse a los escenarios y devolver todo ese apoyo.

La banda leonesa Corvus V se formó hace tan solo 3 años, pero eso no es impedimento para que cuenten con un cúmulo de fieles seguidores que agradecen seguir recibiendo música nueva en tiempos difíciles para la cultura. Hace tan solo unos meses publicaron  ‘El Despertar’, que incluye las canciones “Año V – El Despertar”, “Adrenalina” y “Súcubos”, esta última con Lidia Bao, y las tres canciones han sido añadidas a su nuevo trabajo ‘Advenæ’.

Afianzando el camino con un estilo variado

Escasos meses después de la publicación del breve EP ‘El Despertar’, Corvus V traen la continuación con este álbum que ya es una muestra de intenciones del camino en el que se quiere establecer la banda leonesa. Sin embargo, su estilo bebe de tantas influencias que es complejo de definir en un género concreto, de ahí su gran atractivo.

Por un lado, se pueden apreciar tintes sinfónicos que aportan una personalidad arrolladora a sus canciones y, por otro lado, se pueden distinguir tanto estilos clásicos como otros más actuales, con detalles del heavy, del groove, del hard rock e incluso del metal más alternativo, todo llevado a su terreno con un dominio que demuestra que no son principiantes.

La irresistible combinación de elementos actuales y clásicos y de sonidos melódicos y otros más pesados se plasma en las 13 canciones que componen este trabajado álbum. La falta de un género específico tiene ciertas ventajas, como la posibilidad de encajar en una mayor variedad de salas, festivales o incluso de contar con un amplio abanico de seguidores de distintos sonidos que ofreciendo un género concreto.

Por otro lado, tiene la desventaja de estar un limbo estilístico donde a los seguidores de géneros muy concretos les puede resultar insuficiente la presencia de su estilo predilecto o, tal vez, que se combina de forma excesiva. Escuchando el álbum con una mente abierta dejando a un lado preferencias personales, podemos observar un resultado muy personal, donde se obtiene de forma bien repartida lo que les representa de cada estilo y, sobre todo, un mimo y un trabajo por parte de la banda que demuestra que se toma en serio su trabajo compositivo.

Aprendizaje en la búsqueda de un sonido propio

La pesadez e intensidad de las guitarras cargadas de riffs y distorsión y un bajo y batería repletos de potencia incombustible de Corvus V en ‘Advenæ’, compaginado con los tintes melódicos de la voz y del teclado que son dos de los elementos más personales de la banda, dan como resultado un álbum lleno de matices y sorpresas.

Esos momentos inesperados pueden venir de la mano de algún sorprendente elemento acústico, de algún giro estilístico por parte de un vocalista que sabe remarcar su protagonismo en las canciones, o de algún acertado acompañamiento por parte de un teclado muy presente, pero esas sorpresas nunca faltan. Todo ello sumado al gran número de influencias de la banda dan como resultado un conjunto original y muy personal, donde todavía se están afianzando y encontrándose a sí mismos, con los errores normales en estos casos.

Se debe tener en cuenta que, cuando una banda se está descubriendo y está buscando su camino estilístico, se aprende a base de ensayo y error. En este caso, el error podría darse en ciertas ocasiones a la hora de intentar encajar estilos que podrían ser compatibles con una buena adaptación, pero que se encuentran mezclados de forma un poco brusca en algunas de las canciones.

Un ejemplo claro se ve en los efectos electrónicos de algunos fragmentos, que pueden sobrecargar en exceso. Sin embargo, en otros casos son precisamente el acierto principal de la canción, por lo que se ve que la banda va por buen camino y sabrá dominarlo de forma totalmente acertada en un futuro próximo.

Matices en un álbum lleno de sorpresas

Dejando a un lado eso errores en el proceso de autoconocimiento por el que pasa toda banda nueva, centrémonos en lo importante: los destacables puntos fuertes del álbum -algunos de los cuales ya hemos ido mencionando anteriormente-. Por un lado, tenemos canciones con una riqueza sonora y una personalidad arrolladora, con tal complejidad estilística que son imposible de calificar en un género en concreto.

Esa generosidad sonora podemos encontrarla en canciones como “Vudú”, la ya mencionada “Súcubos” (con Lidia Bao) o la utilizada para un interesante videoclip de animación, “Desde Las Sombras”. En estos casos es donde mejor se aprecia ese equilibrio estilístico de forma más acertada, mostrando un potencial destacable para una banda de 3 años de vida.

Otro aspecto positivo es la gran cantidad de colaboraciones, a parte de “Súcubos”, sumando los temas “Shangri-La” con el polifacético vocalista Diego Teksuo, “Soldados De Papel” con Alberto Medrano y “Andrómeda” con Diego Rodríguez. En el primer caso, la combinación vocal llena de melodía y fuerza acompañados por una instrumental a la altura da como resultado una de las canciones más emocionantes del álbum.

En “Soldados De Papel” encontramos un sonido más sereno y un estilo menos melódico y más clásico, sin perder esos toques de adrenalina que tan bien se le dan a la banda. Por último, en “Andrómeda” apreciamos otros matices, con efectos algo excesivos en una canción más atrevida y menos destacable en el conjunto del disco.

De forma general, aparecen en este curioso álbum momentos que combinan la melodía y la intensidad como en las canciones “No”, “Mar De Arena Y Sal” o “Deriva” y otras más experimentales y modernas como “Adrenalina” y las ya mencionadas “Andrómeda” y “Desde Las Sombras”.

Dejando a un lado lo acertado o no de algunos elementos en estas canciones, lo que sí está claro es que se trata de toda una declaración de intenciones y que han venido para quedarse, mostrando un indudable potencial y una mente abierta a la hora de componer, algo que siempre es una ventaja y puede dar lugar a grandes cosas.