Soilwork: A Whisp Of The Atlantic

El conjunto sueco de death metal melódico Soilwork vuelve con el EP ‘A Whisp Of The Atlantic’ casi dos años después de su último LP, ‘Verkligheten’. con una fecha fijada para su lanzamiento: el 4 de diciembre.

La banda sueca formada por Björn «Speed» Strid a la voz, Sven Karlsson a los teclados, Sylvain Coudret y David Andersson a las guitarras y Bastian Thusgaard a la batería, vuelve con nuevo material de estudio, una vez más de la mano de Nuclear Blast Records. En este caso un EP que cuenta con cinco pistas que ya habían ido desgranando a lo largo de este y el pasado año.

En momentos como este caótico 2020, que ha conseguido alterar por completo la perspectiva del tiempo (y de muchas otras cosas, cabría añadir), casi pareciera que fue ayer cuando los suecos anunciaron la salida de su último LP, ‘Verklieghenten’, aunque este EP no termina de ser una sorpresa para los más apegados a Soilwork que tuvieran un ojo puesto en sus redes sociales.

Se cierra lo que comenzó con ‘The Feverish Trinity’

Las publicaciones en julio en las redes sociales de la banda ya daban a entender que Soilwork se traía algo entre manos, aunque no fue hasta el pasado 23 de octubre cuando finalmente confirmaron de manera oficial la salida del EP ‘A Whisp Of The Atlantic’, lanzando el videoclip de otra de las canciones incluidas en este nuevo trabajo, “The Nothingness And The Devil”.

En la línea trabajos más recientes de Soilwork, ‘A Whisp Of The Atlantic’ es un paso más en la tendencia claramente progresiva de los suecos; un punto más en una línea musical que podría decirse que se venía observando de manera más o menos difusa desde la edición de su álbum ‘The Living Infinite’ en 2013.

En este caso, con el tema que da título al EP estarían dando precipitación a una etapa que comenzaba en 2019 con el anuncio de ‘The Feverish Trinity’, un trío de canciones que se presentaron por primera vez con la publicación del videoclip de la canción “Feverish”, en octubre de 2019. Le seguían las otras dos que conforman la trilogía, “Desperado” y “Death Diviner”, anunciadas en marzo y mayo de este mismo año, respectivamente.

El EP cierra con la adición de “The Nothingness And The Devil” y, con la que tal y como ellos afirman se tiene ganado el primer puesto del podium como la canción más pretenciosa y progresiva de su repertorio hasta la fecha, la homónica “A Whisp Of the Atlantic”. Esta última se trata, ni más ni menos, de un tema de dieciséis minutos en el que no da tiempo a aburrirse, repleto de cambios de ritmo y pasajes con una evidente inspiración jazzera. Todo comienza como un mar en calma; susurros de agua bajo un piano claro como el día. Pero que nadie se alarme: la canción rápidamente se eriza en una tormenta perfecta de batería frenética, guitarras distorsionadas y guturales que deja poco espacio a la duda respecto al devenir y la esencia de Soilwork.

Melodeath con un enfoque filosófico

Ya con la publicación de la trilogía de ‘The Feverish Trinity’ habían explicado el enfoque y la razón de ser de esas tres canciones que forman parte del nuevo EP: sus letras hablan sobre frustración, despersonalización, delirios febriles, incapacidad para alcanzar las propias metas… Y según declaraciones de la propia banda, los vídeos tratan de rendir culto a la diosa babilónica de la muerte.

El más reciente de los temas presentados, “The Nothingness And The Devil”, por su parte, pone sobre la palestra la necesidad humana de la existencia de un Dios para dar sentido a la vida del propio ser humano y cómo esto ha de ser objeto de cuestión.

Por último y en contraparte al ardor de los otros temas, “A Whisp Of The Atlantic” tiene inspiración en el agua y trata de ser el siguiente paso; desde la rabia que desprende ‘The Feverish Trinity’, pasando por el cuestionamiento de “The Nothingness And The Devil”, a la ulterior ascensión tras encontrar las respuestas a las preguntas formuladas por el camino.

En resumidas cuentas, el EP condensa lo mejor de las raíces de Soilwork y va un paso más allá; un trabajo que pretende ser una efectiva muestra de lo que la banda sueca es capaz de hacer sin salirse del que podría considerarse como «su»sonido, adaptándose y experimentando con influencias progresivas con las que ya llevaba años de abierto coqueteo.

Decía David Andersson (guitarra) que llevaba tiempo soñando con escribir una canción realmente épica que demostrara el potencial real de la banda y… Quién sabe; quizás lo hayan conseguido.