Muletrain: Crashbeat

Seis años han pasado desde la creación de Muletrain en 2003 y sin lugar a dudas podemos asegurar que han sido seis años prolíficos por lo que la banda ha aportado al hardcore estatal más underground. Mario, Ivar y Nacho procedentes de Aerobitch, una banda de punk-rock madrileña que se deshizo después de diez años de buena trayectoria y Servan provinente del grupo canario Milk Fiction componen Muletrain tal y como hoy los conocemos.

Con sus dos primeros discos, el grupo nos dejó muy claro que saben despachar a la perfección ritmos acelerados y un sonido que se encuentra entre el punk-hardcore y el thrash metal. Entendiendo que éstos ya son dos buenos álbumes, nos llega su tercer disco de estudio: Crashbeat, sin duda el mejor de los tres y seguramente de lo mejor del año en lo que a su estilo se refiere.

Crashbeat es un disco que con poco menos de media hora de duración, uno descubre que el grupo ha reinventado su sonido. Usando menos distorsión, añadiendo más melodías y unos coros impolutos consiguen transmitir la misma energía y furia que les caracteriza. En temas como “I want rejection”, “Sick City” o “It’s progress” uno puede ver que el grupo mantiene el estilo de los anteriores discos pero en otros temas como “White lies”, “Out uf my mind”, “God is…” o “Here’s anxiety” es realmente dónde resaltan más esas innovaciones que propulsan el disco a niveles sorprendentes. Se nota que el grupo ha trabajado en serio, han demostrado tener más recursos de los que habían dado a entender y queda claro que la banda lo ha dado todo en este disco. Otro aspecto que provoca este salto de calidad tan asombroso es la producción impecable que tienen todos los cortos del disco, se nota que se trata de una producción inteligente que permite que el disco entre de primeras al que lo escucha.

Espero que Muletrain pueda seguir esta línea ascendente durante mucho tiempo, ojalá vuelvan a sorprender tanto en su siguiente entrega puesto que si siguen así su futuro se augura por lo menos muy prometedor.