Mastodon: Crack The Skye

Bueno, nunca es tarde para confesar errores. Hasta este disco era uno de los pobres infelices que no veían normal todo el fenómeno que se había levantado en torno a MASTODON. O mejor dicho, de los que no lo entendían. Porque ahora lo hago, y con ‘Crack The Sky’ han conseguido no ya solo que me rinda a ese disco en concreto, sino a descubrir y redescubrir su obra pasada.

MASTODON ahora mismo están un paso por delante del resto de grupos del panorama metálico; están en un escalón merecido con otro puñado de grupos actuales. Lo que uno no entiende demasiado es que no se aventuren en una gira propia; pero claro, a ver quien es el valiente que dice que no a girar como teloneros de Metallica… Mucho más melódico que sus discos anteriores, ‘Crack The Sky’ está llamado a ser el álbum que les consagre y que llegue aún a más público que ‘Blood Mountain’ o ‘Leviathan’. Y eso son palabras mayores…

Ya son más de diez años para conseguir el estatus actual. Y a ver que grupo (quitando Dream Theater) se atreve a grabar un disco con siete canciones quedándose cerca de la hora de duración. Encima, con un disco conceptual, no sobre Rasputín, como se llego a especular tiempo antes de su salida (aunque sí aparece), sino acerca de las constelaciones y los viajes astrales, ahí es nada. Y consiguen transmitir esa sensación, la de un viaje en el que te sumerges desde ‘Oblivion’. El comienzo del disco es, simple y llanamente, perfecto; las partes instrumentales del citado tema que abre el disco llegan a resultar hipnóticas, y ya muestran esa evolución hacia terrenos más calmados y melódicos, pero con un toque progresivo y psicodélico que solo ellos saben aportar, y con una clara influencia de Ozzy Osbourne en los registros vocales de Brent, tratándose del mejor trabajo en cuanto a voces de su carrera sin duda; seguro que el cambio de Matt Bayles a Brendan O’Brien en la producción ha tenido que ver. Además, el peso de los teclados y sintetizadores de Rich Morris también se deja notar.

Con ‘Divinations’ suben ligeramente las revoluciones, tratándose del tema más rápido, corto y directo del álbum, para mezclar ambas estructuras en ‘Quintessence’, con partes más atmosféricas mezcladas con otras más directas y desgarradas. Para ‘The Czar’ se sumergen por completo en terrenos astrales; tanto en ella como en ‘Last Baron’, que cierra el álbum, dan rienda suelta a sus mentes y desarrollan temas que en diez minutos ofrecen un poco de todo. La primera de ellas, dividida en cuatro partes, empieza lenta y con cierto aire de incertidumbre, para luego verse rota por un ritmo más pesado y acelerado, y terminar de la misma manera que comenzó. La segunda en cambio se vuelve mucho más loca, con más cambios de ritmo, e incluso algunas partes que pueden recordar a otros discos, sobre todo en las voces. En medio de ellas, ‘Ghost Of Karelia’ y el tema título del álbum, que a pesar de su calidad, con ese final increíble en ‘Crack The Skye’ (tema donde colabora Scott Kelly, y homenaje a la hermana fallecida de Brann Dailor), quizá se muestren de manera algo tapada por un comienzo de disco tan sumamente espectacular, y por estar encuadradas entre los dos temas más largos del trabajo.

MASTODON lo han hecho. Se han sacado un disco de la manga con todos los alicientes para que dentro de unos años sean recordados. Quizá sea a mis ojos su mejor disco hasta la fecha por la sencilla razón de que hasta él no habían conseguido llamarme la atención como era debido. Pero es que este trabajo tiene algo especial a las que sus obras anteriores no llegaban; como siempre, esto irá por gustos, y habrá gente a la que no le guste el cambio, pero para gustos, colores. Y para rematar la faena, afirman que su intención es tocarlo al completo cuando les llegue el turno de hacer su propia gira…